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General Motors llega a un acuerdo con Magna para salvar Opel y Alemania lo estudia

  • El acuerdo podría servir para conseguir la financiación de 1,5 billones de euros
  • El Gobierno alemán lo estudia y ya se han avanzado en las negociaciones
  • Ambas compañías esperan cerrar el acuerdo este mismo viernes
  • Miguel Sebastián, optimista con el futuro de la planta de Figueruelas
  • Los ministros de industria de la UE pactan con Alemania "una solución europea"

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En Bruselas se reúnen los ministros de Industria de la Unión Europea

El Gobierno alemán está estudiando el acuerdo de General Motors y el constructor austríaco-canadiense de piezas de automóviles Magna Internacional para rescatar a la marca alemana Opel .

Ambas compañías han llegado a un acuerdo de entendimiento que podría ser la base para conseguir una financiación de 1,5 billones de euros así como acuerdos en diversos temas judiciales.

Con dos horas de retraso, ha comenzado la reunión con la Cancillería, quien ha aceptado el acuerdo y ha permitido que avancen las negociaciones. Sigue evaluando los detalles de la nueva oferta.

El Gobierno alemán se había planteado suspender la reunión en Berlín sobre el futuro de la marca alemana debido a la retirada de Fiat y el amago de retirada inicial de Magna. Precisamente, el vice-portavoz del Gobierno, Thomas Steg, había señalado este jueves que el encuentro sólo tendría lugar si existe un preacuerdo entre la casa matriz General Motors y alguno de los potenciales inversores.

La reunión se ha celebrado inicialmente sin los potenciales inversores ni representantes de General Motors y de Estados Unidos, aunque probablemente se añadirán después.

Berlín ha dejado claro que 300 millones deberán salir del propio inversor, pues el Estado alemán ha puesto 1.500 millones de euros como tope a los avales que está dispuesto a conceder hasta que la nueva empresa pueda valerse por si misma. La canciller no ha querido excluir por ahora la vía de la insolvencia para Opel, en caso de que no haya una solución satisfactoria.

Sebastián afirma que Figueruelas no peligra

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, se ha mostrado "optimista" sobre el futuro de la planta de Opel en Figueruelas, donde trabajan cerca de 7.500 personas, ya que gracias a los "sacrificios" que hizo en el pasado su productividad es entre un 30 y 40% superior al resto de factorías de General Motors (GM) en Europa.

"Sabemos que la planta de Figueruelas es la joya de la corona de Opel, lo que pasa es que ahora mismo no tenemos corona", dijo el ministro tras participar en una reunión de titulares de Industria y Economía de 18 estados miembros sobre el futuro de la marca automovilística.

La reunión se ha celebrado a petición de varios países descontentos por la escasa información facilitada por el Gobierno alemán sobre la marcha de las negociaciones e incluso el miedo, en algunos casos, de que Alemania diera prioridad a sus cuatro plantas de Opel en detrimento de las factorias de otros países socios.

Acuerdan una "solución europea"

En esta reunión la Unión Europea logró que el Gobierno alemán se comprometiera a seguir liderando la negociación con GM y las autoridades estadounidenses para salvar a Opel y alcanzar una "solución europea" para la compañía. Todos los participantes han acordado que los apoyos financieros de uno o más estados miembros "deben estar estrictamente basados en criterios objetivos y económicos" y no geográficos, según la CE.

La división europea de GM tiene, además de las cuatro fábricas alemanas, dos plantas en el Reino Unido, una en España, otra en Bélgica y otra en Polonia. También controla en Suecia la marca de vehículos de gama alta Saab -que ya se ha declarado en quiebra- y hay numerosos proveedores que fabrican componentes para Opel en otros estados miembros, entre ellos Francia.

Tras la retirada de la negociación de Fiat, el titular de Industria italiano, Claudio Scajola, ha señalado que ahora "parece que GM prefiere a Magna", pero puntualizó que será dentro de seis meses cuando se conozca qué compañía adquiere finalmente al gigante automovilístico. Además, incidió en que el traspaso de la gestión de GM no debe distorsionar la competencia del mercado automovilístico, ni perjudicar a otras empresas.