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Las dudas sobre la viabilidad de GM aumentan antes de las negociaciones con Washington

  • GM empieza a decantase por una suspensión de pagos financiada por EE.UU
  • Washington está intentando decidir cuánto dinero puede proporcionar a General Motors
  • Según una auditoría, todas las operaciones de GM "genera dudas sustanciales"
  • Canadá y Washington intentan coordinar una respuesta conjunta a la crisis del sector
  • EE.UU ya concedió a finales de 2008 un total de 13.400 millones de dólares en préstamos
  • El gobierno alemán negocia con GM ayuda oficiales para el rescate de Opel en Europa

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General Motors sigue planteando "dudas sustanciales" sobre la supervivencia de la compañía.

La situación aumenta la presión sobre la Administración del presidente Barack Obama para llegar a una decisión sobre qué hacer con el sector. 

El periódico The Wall Street Journal señaló en su edición electrónica que los directivos de GM se están empezando a decantar por una rápida reorganización bajo la suspensión de pagos financiada por el Gobierno estadounidense.

Por su parte, Washington está intentando decidir cuánto más dinero puede proporcionar a General Motors.

Malas perspectivas

Según la auditoría de Deloitte & Touche, las pérdidas financieras de GM, el retroceso de las acciones y la  "la incapacidad para generar suficiente dinero" para cumplir sus "obligaciones" y sostener sus operaciones "genera dudas sustanciales".

A finales de febrero, la compañía dijo que en 2008 perdió 30.900 millones de dólares, que se suman a los más de 43.000 millones de pérdidas de 2007, poco después de presentar un Plan de Viabilidad al Departamento del Tesoro en el que planteaba que podría necesitar hasta 30.000 millones de dólares de ayudas públicas.

En Canadá, el sindicato Canadian Auto Workers anunció el inicio de negociaciones con General Motors  para establecer posibles concesiones que ayuden a mantener las operaciones del fabricante en el país. El Gobierno canadiense se ha comprometido a facilitar ayuda financiera a General Motors y Chrysler (siguiendo los pasos de Washington) a cambio de planes de reestructuración que aseguren la viabilidad de las empresas.

Precisamente los ministros canadienses de Finanzas, Jim Flaherty, e Industria, Tony Clement, viajaron hoy a Washington para reunirse con el Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, en un intento para coordinar la respuesta gubernamental a la crisis del sector. Suspensión de pagos

La abierta mención de la suspensión de pagos se reflejó en Wall Street donde en GM fue uno de los grandes perdedores de la jornada. Sus acciones bajaron el 15,45% y cerraron a 1,86 dólares, tras conocerse la la auditoría de Deloitte & Touche.

La empresa ha evitado presentar la suspensión de pagos exclusivamente gracias a que Washington le concedió a finales de 2008 un total de 13.400 millones de dólares en préstamos para realizar desembolsos a proveedores y empleados.

Para acceder a más fondos, GM tiene que convencer antes del 31 de marzo al Departamento del Tesoro, cuando las autoridades federales deben aprobar su Plan de Viabilidad, de que merece la pena rescatar a la compañía.

En busca de soluciones en Europa

General Motors (GM) Europa se declarará en suspensión de pagos en caso de no obtener de manera urgente los 1.200 millones de dólares (955 millones de euros) que necesita para hacer frente a sus pagos más inmediatos, según un comunicado del Comité de Empresa de la planta de Figueruelas (Zaragoza).

Además el grupo automovilístico ya no tiene las patentes de su filial alemana y europea Opel, que ha entregado al departamento del Tesoro en Washington como garantía para poder recibir ayudas oficiales, según revela el rotativo alemán "Bild".

Añade que esto se desprende del plan de saneamiento presentado por Opel al gobierno alemán, con el que este viernes se reúnen en Berlín representantes de la firma alemana y la compañía para tratar sobre el documento. 

La canciller alemana, Angela Merkel, ha expresado su disgusto personalmente y en conversación telefónica al jefe de GM en Europa, Carl-Peter Forster, a quien advirtió que el plan presentado es absolutamente insuficiente para recibir ayuda oficiales que contribuyan al rescate de Opel.