25 años de la llegada de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid con Figo como promesa de campaña
- El actual presidente del Madrid inició su primera etapa con una audaz y polémica apuesta electoral
- El portugués fue el primero de los fichajes "Galácticos", financiados con la venta de terrenos de la Ciudad Deportiva
El 17 de julio del año 2000, hace ya 25 años, se proclamó oficialmente a Florentino Pérez como nuevo presidente del Real Madrid, el 14º en la historia del club, tras un largo recuento electoral del proceso que se había iniciado un día antes. El presidente del grupo constructor ACS, que actualmente sigue dirigiendo, venció por un margen de más de 3.000 votos a Lorenzo Sanz, que fue el presidente en una etapa en la que se rompió una sequía de 32 años sin ganar la ansiada Copa de Europa; y lo hizo por partida doble (1998 y 2000).
Nadie daba un 'duro' entonces -aún no era oficial el euro- por la victoria de Florentino Pérez, que lo intentó en 1995 y fue derrotado por Ramón Mendoza, antecesor de Sanz, quien a su vez fue vicepresidente de este. Entonces Pérez se quedó a 690 votos de ganar las elecciones y sin ganas de volverlo a intentar. Pero el 18 de junio anunció su candidatura y lo hizo con un programa audaz y que entonces fue visto como una quimera por muchos; o como locura por la gran mayoría fuera del entorno del madridismo: modernización del club y fichajes de grandes estrellas.
La campaña electoral de 2000 estuvo marcada por una atmósfera de expectación y, a la vez, de cierto escepticismo hacia la candidatura de Pérez. Sanz contaba con el respaldo de los éxitos deportivos recientes y parecía el favorito. No obstante, el empresario de la construcción supo identificar los puntos débiles de la gestión de su rival, principalmente relacionados con la economía del club y la necesidad de una modernización estructural.
La propuesta de Florentino no se basó sólo en promesas deportivas, sino en un ambicioso plan para sanear las finanzas del club y potenciar su marca globalmente. Quería transformar el Madrid en la entidad deportiva más valiosa del mundo y, para ello, era consciente de que necesitaba un impacto mediático sin precedentes. Su ambición era transformar el club desde una entidad anclada en el siglo XX para introducirla de lleno en una marca deportiva del siglo XXI, que estaba a punto de comenzar.
Figo entra en campaña desde Barcelona
La clave de la campaña de Pérez fue una promesa electoral anunciada el 5 de julio que dejó a todo el mundo boquiabierto: fichar a Luis Figo, entonces estrella del FC Barcelona. Esta era una apuesta a todo o nada; el agente del jugador confirmaba que no era un mero rumor. Si ganaba y lo conseguía, sería un golpe maestro. Si ganaba y no lograba el fichaje, su credibilidad quedaría por los suelos. La idea de ver a un icono culé vestido de blanco era impensable para muchos, pero la osadía de la propuesta encendió la ilusión de miles de socios madridistas.
Pérez no solo prometió a Figo sin más, sino que estableció un mecanismo contractual con el jugador que le garantizaba su fichaje si ganaba las elecciones y, si no lo hacía, el propio Figo recibiría una compensación económica. Esto dotaba a la promesa de una seriedad y un riesgo que pocos habrían asumido. Pero, a su vez, había una cláusula en caso de que ganara y el capitán de Portugal se echara para atrás.
La visión de Pérez no solo se centró en los fichajes estrella, sino también en una ambiciosa estrategia de marketing y expansión global de la marca Real Madrid, además de la recalificación de los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva, que permitiría al club sanear sus cuentas y obtener una inyección económica crucial para sus planes.
La candidatura de Florentino no sólo prometía estrellas en el campo, sino también una revolución en la gestión económica del club. En un momento en el que muchos clubes de fútbol aún dependían en gran medida de los ingresos por entradas y derechos televisivos, Pérez propuso una diversificación y una monetización de activos que resultaron ser un golpe maestro en el proceso electoral.
El "pelotazo" de la Ciudad Deportiva, el otro pilar de la campaña
El punto central de su plan económico era la recalificación de los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Estos terrenos, ubicados en una de las zonas más privilegiadas de Madrid (Paseo de la Castellana), estaban infrautilizados, bajo su punto de vista, y representaban un valor latente inmenso. Esta propuesta fue vista por algunos como arriesgada y por sus defensores como una genialidad. Los partidarios de Lorenzo Sanz argumentaban que era una venta de patrimonio, mientras que Pérez la defendía como la única vía para modernizar el club y dotarlo de una estabilidad financiera sin precedentes.
La promesa de la recalificación y su impacto económico convenció a una parte importante de la masa social, que veía en ella la llave para el futuro del Real Madrid. El "pelotazo" de la Ciudad Deportiva, como se le conoció popularmente, fue clave para la victoria de Florentino y para la posterior construcción del equipo de los "Galácticos". Para la recalificación por parte del Ayuntamiento de Madrid fue necesaria una negociación política posterior que tampoco estuvo exenta de polémica, con denuncias de presiones efectuadas por la concejal socialista Matilde Fernández.
Las elecciones se celebraron el 16 de julio y el recuento terminó al día siguiente después de 13 horas. Tuvo mucho peso -como casi siempre en las elecciones del Madrid- el voto anticipado por correo, en el que Pérez arrasó con casi 4.000 votos. El resultado final fue de 16.469 votos para Florentino por 13.302 votos para Sanz.
Tras su elección, Florentino Pérez cumplió su primera promesa, la deportiva y que a la postre fue la más mediática. Luis Figo fue presentado como nuevo jugador del Real Madrid pocos días después, el 24 de julio, en una de las transferencias más controvertidas y mediáticas de la historia del fútbol: 10.000 millones de pesetas (60 millones de euros). Este fichaje, por una cifra récord para la época, fue sólo el primer paso de lo que se conocería como la era de los "Galácticos", con la llegada posterior de jugadores como Zinedine Zidane, Ronaldo Nazário y David Beckham, entre otros.
También fue un punto de inflexión en la filosofía personal de Pérez, puesto que a la vista de cómo se tensaron después las relaciones con el Barça, presidido por un Joan Gaspart al que consideraba amigo, se impuso la norma de no volver a abonar la cláusula de rescisión de ningún otro futbolista. En Barcelona fue percibido como la "traición del siglo". La ira y el resentimiento de la afición culé fueron inmensos. Figo pasó de ser un ídolo a la persona más odiada en el Camp Nou. Cada visita suya con la camiseta del Real Madrid al estadio azulgrana se convertía en un auténtico infierno, con abucheos ensordecedores, pancartas ofensivas e incluso lanzamiento de objetos al campo, siendo el más famoso la cabeza de cochinillo en un Clásico en 2002.
Epílogo: salida en 2006 y regreso triunfal en 2009
En febrero de 2006 Florentino Pérez anunciaba su dimisión sin haber cumplido seis años en el cargo y con el Madrid sumido en una profunda crisis deportiva. Los "Galácticos" habían naufragado y el propio empresario se culpó de haber "malcriado a la plantilla". En 2002 el equipo logró la novena Copa de Europa de su palmarés, el gran logro de su gestión, más dos Ligas en 2001 y 2003. Pero junto a esos triunfos su gestión se vio empañada por sendas derrotas en las finales de la Copa del Rey de 2002 y 2004. Especialmente dolorosa fue la primera, la del llamado "Centenariazo" frente al Dépor en el propio Santiago Bernabéu.
Tampoco se libró de las críticas por la manera en que gestionó la salida de Vicente del Bosque como entrenador, con el que nunca tuvo una especialmente fluida relación. El técnico salmantino era visto como un símbolo del pasado y se buscó un perfil más moderno y más mediático en el portugués Carlos Queiroz, que resultó ser un fiasco como sus sucesores en la época de Pérez hasta 2006.
Pero Florentino no se rindió. El presidente de ACS esperó su momento -algunos sugieren incluso que lo facilitó- cuando un escándalo por la supuesta manipulación de votos en una asamblea por parte de Ramón Calderón sumió al Madrid en una nueva crisis institucional y Florentino Pérez anunció que volvía a presentarse como candidato a la presidencia. El 1 de junio fue proclamado presidente como único candidato y se inició su segunda etapa, la que ha resultado ser más fructífera que la primera en lo deportivo y le ha permitido superar al mismísimo Santiago Bernabéu en número de títulos.
En lo institucional, ha ido empequeñeciendo a su oposición hasta dejarlo en algo residual, aunque también han contribuido a ello la reforma de los estatutos y las leoninas condiciones para ser candidato a la presidencia. Su siguiente objetivo es la creación de una Superliga europea, para lo que no ha dudado en enfrentarse a la propia UEFA y que tampoco le ha impedido al equipo ganar dos Champions más a la vez que su presidente mantenía la disputa: 2022 y 2024. Historia por hacer.