El Consejo de Ministros cesará el próximo martes a Antonio Hernández como director del departamento de Coordinación Política en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno. De esta forma, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, aparta al que fuera mano derecha de Francisco Salazar, el exasesor de Moncloa que está en el foco del huracán político por las denuncias de acoso sexual.
Hernández fue precisamente mencionado por las denunciantes como presunto "cómplice" y "encubridor" de las conductas de Salazar contra mujeres trabajadoras del partido, aunque negó en su momento estos hechos.
El Gobierno asegura que su cese ha sido "acordado y compartido", y que él mismo entendió que "no era sostenible" su continuidad, pese a negar las acusaciones. El caso ha generado malestar interno en el partido, especialmente entre las mujeres, que exigen "credibilidad" y coherencia entre discurso y práctica. Sánchez asumió los errores y ofreció apoyo a las denunciantes. Mientras, el PP aprovechará el escándalo en la sesión de control del miércoles en el Congreso.