Las elecciones, vistas desde los ojos de los extremeños: "Hablar está bien, pero los políticos tienen que actuar mejor"
- La "desilusión" por la "inacción" de Guardiola o la "vergüenza" de que el PSOE presente a un investigado influyen
- El 21 de diciembre los extremeños están llamados a las urnas en unas elecciones anticipadas por primera vez en su historia
A primera hora de la mañana pocas personas cruzan el caso antiguo de Cáceres. La ciudad despierta lentamente tras una noche de lluvia. Aún quedan unas horas para que la ciudad cacereña sea un hervidero de turistas que este puente de la Constitución aprovechan para conocer Extremadura.
Luces de Navidad aparte, pista de hielo incluida, este año en diciembre hay otro elemento que decora las calles y que hace presagiar que la comunidad autónoma vive unos días decisivos para su futuro: los carteles electorales que anuncian la llegada de las elecciones del 21-D.
Unos comicios en los que Extremadura se decide entre dos opciones: la continuidad de un Gobierno del PP, liderado por la que hasta ahora ha sido la presidenta de la Comunidad, María Guardiola, o bien cambiar de signo político y devolver el poder al PSOE, que ha gobernado la región durante más de tres décadas.
Carmen empieza a abrir su restaurante en el centro de la ciudad de Cáceres, Tapería La Garza. Ha vuelto a Extremadura hace casi un año para abrir este negocio y su casa está a unos cientos de metros de su bar después de dos décadas viviendo en Andalucía. Estas serán las primeras elecciones extremeñas que viva desde su vuelta a Cáceres.
"Lo que puedo percibir con los clientes y mi entorno cercano es que la gente está desilusionada con Guardiola", explica mientras saca el cartel con el menú del día a la puerta de la plaza del Obispo Galarza para cuando lleguen los turistas.
La sensación de esta hostelera es que nada va a cambiar y todo seguirá igual tras el 21-D. Aunque admite que hay "descontento y desilusión". "Con la llegada de Guardiola, que además es de aquí de Cáceres, una ciudad que siempre ha sido de derechas, la gente pensaba que iban a cambiar muchas cosas, pero la verdad es que no ha cambiado nada. Y aquí lo que está pasando es que la gente se está escorando hacia la derecha", añade en esta mañana nublada que amenaza con estropear el día festivo a los turistas. "Es una vergüenza que hayan mantenido como candidato a Gallardo", afirma tajantemente. "Guardiola no tiene oposición y se va a mantener todo igual", zanja.
"Les diría que hablar está bien, pero tiene que actuar mejor"
A unos pocos pasos de allí, Pepa se baja del tren y llega a la estación de Cáceres para pasar unos días con su familia en Don Benito. "A los políticos les diría que hablar está bien, pero que tienen que actuar mejor. Si Extremadura es una región rural y queremos que se ponga a la altura de otras comunidades, lo que hay que hacer, primero, es que los servicios públicos funcionen como deben funcionar", comenta al ser preguntada sobre cómo ve las elecciones del 21-D.
Mientras tanto, a unos 40 kilómetros, en Trujillo, una localidad de algo más de 8.000 habitantes, Ramón se toma un café en la Plaza Mayor de la localidad. Este trujillano mira de frente las escalinatas que dan acceso a la iglesia en lo alto del pueblo y analiza desde su punto de vista las elecciones. "Creo que un Gobierno no se puede quedar en manos de la ultraderecha, un partido que no cree en las comunidades autónomas y, en cambio, se presenta a estas elecciones", argumenta.
"El problema de las elecciones llegará si después de lo que hemos votado la situación queda igual y todo vuelve a depender de Vox. Me da miedo que se entre en dos opciones, te has ido a un bloqueo institucional o que si pueden gobernar PP y Vox, pase como Valencia o Castilla y León", que haya un partido que gobierne en la sombra y que los extremeños no han votado", añade mientras desayuna con su hijo de cinco años y que admite ser votante de izquierdas.
Para Ramón, "las pocas opciones que tiene el PSOE" de ganar, se van a ver lastradas por dos opciones. "Por un lado, que presentan un candidato imputado y, por otro lado, siempre tendrá el peso de suceder a Guillermo Fernández Vara, que era un líder carismático aquí en Extremadura", ha añadido este extremeño.
Almaraz, ante unos comicios clave para su futuro
Siguiendo la autovía, a media hora de Trujillo se encuentra Almaraz. Al llegar, una maqueta a gran escala recibe a todo aquel que entra en esta localidad de poco más de 1.000 habitantes. En el pueblo hay un sentir común. No van a votar a nadie que defienda cerrar la central nuclear. "Sin la central, este sitio no es nada, ¿qué vamos a hacer, qué va a ser de nosotros? Que vengan los políticos y lo vean", comenta en la plaza de este pequeño pueblo, Juani, una vecina jubilada y cuyo marido trabajó en la planta nuclear.
La central está previsto que se cierre en varios tramos. En 2027, el primer reactor, y un año después, en 2028, el segundo. Pero el Gobierno estudia conceder una prórroga hasta 2030. De la central dependen unos 4.000 puestos de trabajo en la comarca. "Claro que voy a votar en las elecciones, y obviamente votaré a quién nos garantice que no van a cerrar Almaraz", añade Juani, que también ve peligrar el puesto de trabajo de su hija, ya que trabaja en la central.
A dos semanas de las elecciones, los candidatos seguirán recorriendo Extremadura en busca un voto que será crucial para decantar el futuro de un Gobierno, que por primera vez en la historia de la región sale de unos comicios adelantados a su fecha original.