Aparecieron cerca de la orilla en la localidad de Dunsborough, en el suroeste del Australia. Unas 160 ballenas piloto quedaron varadas en una playa remota del sur de Australia de las cuales 26 han muerto, según fuentes oficiales.
El servicio de Parques y Vida Salvaje movilizó a su personal, junto con expertos y veterinarios, a la zona afectada, con el fin de salvar a estos cetáceos y guiarlos de vuelta al océano. Cómo su nombre indica, piloto, hay un líder al que el resto de ballenas siguen, si este se despista y acaba en la arena, el resto va detrás.