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Sánchez será proclamado líder dándose un baño de militancia en el Congreso de la ¿reconciliación?

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El vencedor de las primarias socialistas, Pedro Sánchez, comparece en Ferraz tras conocerse los resultados a la Secretaría General del PSOE
El vencedor de las primarias socialistas, Pedro Sánchez, comparece en Ferraz tras conocerse los resultados a la Secretaría General del PSOE.

Pedro Sánchez será proclamado este fin de semana secretario general del PSOE en el 39º Congreso Federal y lo hará acompañado de los que le han llevado al triunfo: sus militantes. Más de 6.000 afiliados lo recibirán ya como nuevo líder en un gran acto bajo el lema 'Somos la izquierda'. Será tres años después de que ya fuera elegido número uno del PSOE y tras haber pasado en este tiempo por una travesía política de dos procesos de primarias, dos elecciones generales, una investidura fallida y dos dimisiones, como secretario general y como diputado.

Sánchez llega así al mayor cónclave del socialismo subido a la ola de una militancia que lo ha elegido por segunda vez consecutiva como su líder y revuelta por la abstención del PSOE al PP de Mariano Rajoy. Y coge de nuevo las riendas de Ferraz habiendo derrotado de forma contundente a su máxima rival política dentro de casa, la presidenta andaluza, Susana Díaz, que ha aceptado, de momento, la derrota y ha pasado a un segundo plano, refugiada en su feudo andaluz.

Desde las primarias nadie en el PSOE se ha atrevido a discutir el triunfo y todos los 'barones', incluida Díaz, se han puesto a disposición del nuevo líder, que está eligiendo a los miembros de su nueva Ejecutiva sin contestación alguna. Puede ser este, por tanto, el congreso federal de la reconciliación, o no.

Sánchez aprobará con mayoría y sin problemas la dirección que le acompañará. Díaz ya ha lanzado un mensaje claro: "Mi secretario general, mi compañero Pedro, tiene libertad para rodearse de quien desee". Pero eso sí, la batalla de las ideas en el congreso federal- se debate ponencia política, económica y de estatutos- puede ser más movida.

Lo que es seguro es que con la celebración de este cónclave se pone fin a una etapa negra en un PSOE abierto en canal y profundamente dividido, que ha vivido sus dos mayores derrotas electorales; y se abre otra nueva, no menos difícil, en la que Sánchez tendrá que reunificar a todas las federaciones y todas las sensibilidades con un objetivo claro: recuperar el espacio de la izquierda y a los votantes que se fueron a Podemos y que consideran suyos.

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"Rumbo a la Moncloa" desde "la puerta giratoria" de su "casa"

"Mi puerta giratoria fue mi casa, mi hogar". A su casa tuvo que marcharse tras un mes de octubre de 2016 que no olvidará nunca, en el que pasó del todo a la nada. El 1 de octubre dimitió tras ser derrotado por el sector 'susanista' en un Comité Federal que quedará marcado con letras de fuego en el calendario histórico socialista; y el 29 del mismo mes dejó, llorando, su escaño para no verse en la tesitura de abstenerse al Gobierno de Rajoy.

Pedro Sánchez anuncia su renuncia al acta de diputado

Esa comparecencia en el Congreso fue la imagen de la desolación, pero la creación de la figura del 'mártir' de la militancia derrocado ya se estaba fraguando con un relato que le dio hecho el sector de Susana Díaz, al que el tiempo se le volvió en contra. Trató de desactivar a Sánchez que se fue rearmando, más y más, hasta arrasar en las primarias. El 'aparato' no supo ver el ciclón 'sanchista' que se llevó por delante a la gestora, el 'susanismo', los 'barones' y los líderes históricos.

Muchos de los que le criticaron e incluso despreciaron asistirán en el congreso a su proclamación como líder, entre ellos, la propia Díaz y los exsecretarios generales José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba.

Pero Sánchez quiere más. El nuevo secretario general se marcó un nuevo objetivo la misma noche de su triunfo en Ferraz: "Prometo un PSOE unido rumbo a La Moncloa". Sánchez quiso postularse ya como futuro candidato a la Presidencia del Gobierno aunque para ese proceso se celebrarán otras primarias en el partido cuando toque, por lo que puede haber nuevas batallas en un partido muy dado a ellas.

Y ya piensa también en alianzas para derribar al Gobierno del PP, mirando a las que denomina fuerzas del cambio: Podemos y Ciudadanos, a cuyos líderes, Pablo Iglesias y Albert Rivera, reprocha sus "vetos, reproches y ataques". Parece que Sánchez quiere intentar una vía que no le funcionó en el pasado.

Nuevo líder de la oposición sin escaño

Como capitán del nuevo PSOE, tendrá que inventar una nueva forma de hacer oposición sin escaño ya que es el primer líder del principal partido en la oposición que no cuenta con la plataforma del Congreso de los Diputados para contrarrestar la acción de Gobierno, someter a control al Ejecutivo y tratar de liderar la izquierda de España, frente a un Pablo Iglesias que tratará de robarle el protagonismo en ese frente parlamentario. No será posible ver enfrentamientos cara a cara de Pedro Sánchez con Mariano Rajoy y Pablo Iglesias.

Se desconoce quien llevará su voz al Parlamento como portavoz, de momento de forma provisional lo ha sido José Luis Ábalos, mano derecha de Sánchez y llamado a ser el nuevo secretario de Organización del PSOE, que ha tenido su gran momento parlamentario en el debate de la moción de censura al que llevó un mensaje de absoluta reconciliación interna, defendiendo a "todos los compañeros socialistas" e incluso bromeando con la división interna- "no nos cortamos nada, no disimulamos, cada vez somos más naturales"- y con la abstención- "a veces no pasa nada por abstenerse".

Lastra y Ábalos, números dos y tres de una Ejecutiva con Patxi López

Y para conseguir todos sus objetivos- recuperar el papel de oposición dura al PP, superar a Podemos en la lucha por la izquierda y hacer del PSOE un partido unido y de gobierno- Sánchez se rodeará en su Ejecutiva y en las principales portavocías de quienes le han ayudado a resurgir de sus cenizas en una dirección sin 'barones', paritaria, intergeneracional e integradora.

Los diputados Adriana Lastra y José Luis Ábalos serán las nuevas figuras fuertes del PSOE, ambos coordinadores de la campaña de Sánchez y piezas clave en su triunfo. Lastra ocupará un cargo que ya existió en el PSOE- la Vicesecretaria General- y que Sánchez suprimió en 2014.

Patxi López, rival de Sánchez en las primarias, ocupará la importante Secretaría de Política Federal, encargada de pilotar la política territorial.

La exministra Cristina Narbona será la nueva presidenta del PSOE. Alfonso Gómez de Celis, el hombre de Sánchez en Andalucía y enemigo íntimo de Susana Díaz, será el secretario de Relaciones Institucionales.

Dos exministras de José Luis Rodríguez Zapatero- Carmen Calvo y Beatriz Corredor- pilotarán las secretarías de Igualdad y Vivienda, respectivamente.

El exnúmero dos de UGT Toni Ferrer (Empleo), la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, Nuria Parlon, (Cohesión Social), el diputado vasco Odón Elorza (Transparencia), el director de Change.org, Francisco Polo, (Emprendimiento), Luz Martínez Seijo (Educación), Ibán García del Blanco (Cultura) e Iratxe García (Política Europea) son otros de los nuevos rostros de la Ejecutiva de Sánchez.

Los 'barones' saldrán de la dirección política y quedarán relegados al Consejo de Política Federal, que presidirá Guillermo Fernández Vara.