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La conexión eléctrica y de gas entre España y Francia será "prioritaria" para la UE

  • Bruselas cree que la Península Ibérica no está bien conectada por el resto de Europa
  • Los proyectos de infraestructuras de refuerzo, favoritos para captar fondos europeos

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La conexión eléctrica y de gas entre España y Francia será a partir de ahora considerada "prioritaria" por la Unión Europea (UE), tal y como se la define en la nueva estrategia de la Comisión Europea (CE) que prevé reforzar las infraestructuras energéticas en las próximas dos décadas.

"Las interconexiones en el suroeste de Europa son necesarias porque la Península Ibérica no está suficientemente conectada con el resto de Europa", resume un comunicado emitido por el Ejecutivo comunitario con ocasión de la presentación de la Estrategia Energética de la UE hasta 2020.

En palabras del comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, el principal reto será lograr que haya "una línea que vaya más allá de los Pirineos" que permita que la producción energética española -en especial solar y eólica- y de otros países como Marruecos, pueda ser transportada hasta Europa central.

La lista de proyectos, en 2012

Habrá que esperar hasta 2012 para contar con una lista concreta de proyectos, pero gracias a la decisión de este miércoles las propuestas transfronterizas galo-españoles parten con ventaja para conseguir fondos europeos.

Oettinger -quien este miércoles ha dado a conocer la estrategia ante la prensa- ha destacado la importancia de la integración de redes en Europa y ha sugerido que las comunicaciones en el caso franco-español no se limiten al trazado terrestre, sino que exploren vías a través del Mediterráneo e incluso del Atlántico.

En concreto, Bruselas considera que la interconexión entre España y Francia debería ampliarse desde los 1.400 megavatios actuales hasta los 4.000 en el año 2020.

Además de las interconexiones del suroeste de Europa con el resto de la UE, Bruselas quiere impulsar también una línea que permita traer la energía eólica producida en alta mar, en el norte de Europa, hacia los Estados miembros del centroeuropeo.

Otros objetivos que se han marcado son reforzar las conexiones en los países del centro-este y sureste a través de redes regionales, y potenciar la integración del mercado energético de los países bálticos en el mercado europeo.

El Ejecutivo comunitario identifica también como prioritario el "corredor sur", con el que prevé traer entre 45.000 y 90.000 millones de metros cúbicos de gas al año desde el Mar Caspio, lo que equivale a entre un 10% y un 20% de la demanda que tendrá la UE en 2020.

Más de 200.000 millones de euros en infraestructuras de electricidad y gas

Con esas tareas pendientes, Bruselas calcula que se necesitarán unos 200.000 millones de euros de inversión para reforzar las infraestructuras eléctricas y de gas hasta 2020.

La mitad de esa cantidad la generará el propio mercado, pero los 100.000 millones restantes precisarán apoyo público y privado.

La CE dará un primer paso en este sentido el próximo junio, cuando propondrá un nuevo instrumento financiero para apoyar proyectos de infraestructuras energéticas de interés europeo para que sea incluido en las perspectivas financieras 2014-2020.

A pesar de que el diseño de ese marco financiero plurianual aún no ha comenzado, Oettinger ha adelantado que espera contar con 800 millones de euros del presupuesto comunitario para los próximos cinco años.

Entre las ideas propuestas por la Comisión figuran también la agilización de la concesión de permisos de construcción y la creación de "redes inteligentes" que permitan un ahorro energético real, más eficiencia y mejor integración de las fuentes renovables.

Asimismo, aboga por potenciar las tecnologías de captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2) y confía en que su desarrollo a escala comercial sea posible en diez años.

La nueva estrategia comunitaria se hace necesaria para cumplir con el triple objetivo de la UE para 2020: reducir en un 20% las emisiones de CO2, que el 20% de la energía que se consuma sea de origen renovable y aumentar también en un 20% la eficiencia energética.