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El FMI cree que España, Portugal y Grecia deberían bajar los salarios

  • Recomienda la moderación salarial para recuperar competitividad
  • Recuerda que no pueden devaluar la moneda al estar en la eurozona

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España, Portugal y Grecia, que afrontan serias dificultades por la evolución de sus finanzas públicas y no pueden recurrir a la devaluación de su moneda al formar parte de la zona euro tendrán que asumir sacrificios, como una bajada de salarios para recuperar competitividad, según el FMI.

"El restablecimiento de su competitividad puede necesitar grandes sacrificios, como una bajada de los salarios", afirmó el economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Olivier Blanchard, en una entrevista publicada en Les Echos.

Blanchard lo justifica porque "ahora con la crisis, Portugal, España y Grecia tienen serias dificultades" que "implican ajustes muy penosos. Sobre todo cuando el entorno inflacionista es muy bajo".

Problemas presupuestarios

Al formar parte de la eurozona, esos países no pueden recurrir a un ajuste de los tipos de cambio, y eso ilustra que la Unión monetaria "tiene un costo en el momento de choques asimétricos", después de insistir en que gracias a la moneda única Europa ha salido mejor de la crisis que con las divisas nacionales.

Preguntado sobre si hay riesgo de implosión de la zona euro, el economista jefe del FMI contesta que cree que no, pero añade que "eso no impide que haya un problema presupuestario en Europa" y que Grecia haya sido el primero en sufrir la sanción de los mercados.

Tipos bajos

Blanchard considera "indispensable" que los bancos centrales mantengan sus tipos de interés a un nivel muy bajo como el actual y eso "tanto tiempo como sea necesario".

"Mientras no haya una recuperación sólida de la demanda privada, es absolutamente vital, tal vez más allá de 2010", señala antes de precisar que si eso genera burbujas especulativas "habrá que actuar por diferentes medios, pero lo esencial que la actividad vuelva a ponerse en marcha".

El responsable del FMI admite que la apreciación del yuan contribuiría a reabsorber los desequilibrios financieros internacionales, pero puntualiza que "no es suficiente para mantener un crecimiento fuerte en los países ricos", donde hay que incrementar la demanda interior, aunque en el caso de Estados Unidos otra necesidad es elevar la tasa de ahorro.