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Este miércoles, el ministerio de Trabajo y Economía Social ha publicado los datos provisionales de siniestralidad laboral. Las muertes en el trabajo se han reducido en enero, mientras las bajas sí han aumentado con respecto al mismo mes del año pasado. Ambas son variables que el Gobierno y los agentes sociales manejan para decidir qué trabajadores podrían jubilarse antes sin perder dinero porque su actividad es de riesgo, como en el caso de los cuidados o la construcción.

Con la migración como tema central de la campaña estadounidense, la retórica política y la cobertura mediática muchas veces nos lleva a tratar el fenómeno principalmente como un problema. Sin embargo, un estudio conocido esta semana revela que la mitad del crecimiento del mercado laboral estadounidense el año pasado fue posible gracias a los inmigrantes.

El mercado laboral en Estados Unidos vive momentos boyantes. Ni la subida de tipos de interés ha supuesto un obstáculo para que el país encadene más de dos años por debajo del 4% de desempleo, algo que no ocurría desde hace décadas. Y sin los inmigrantes este buen momento no sería posible, porque un estudio ha revelado que de los dos millones empleos creados en el 2023, la mitad correspondieron a trabajadores nacidos en el extranjero.

La brecha salarial supone una diferencia del 20% en España entre hombres y mujeres si se mira el salario anual bruto, mientras que se reduce a un 10% si se considera el salario por hora. La economista y profesora de la Universidad Pompeu Fabra, Libertad González, indica que la familia y la llegada de los hijos es la "fuente principal de la brecha". "Hombres y mujeres jóvenes son muy parecidos, según pasan los años, los hombres se mantienen, pero a partir de la maternidad las mujeres reducen su participación en el mercado de trabajo y de manera persistente ganan menos", apunta. Las mujeres dedican mucho más tiempo a la crianza y al hogar que los hombres, y "mientras sigan existiendo estas desigualdades de género seguiremos viendo brechas en el mercado de trabajo", concluye.

Durante este enero, y según ciertas estadísticas, 31.000 personas han perdido sus trabajos en las empresas del sector tecnológico en el mundo. Estos números, que pueden parecernos abultados, no se distancian mucho de las cifras de despidos que se han dado en el sector durante 2023. Sin embargo, estos despidos no se traducen a un aumento del miedo en los mercados: al contrario, los beneficios y las expectativas puestas en estas empresas son, en gran medida, lo que espolea las subidas en la bolsa de Wall Street.