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Florentino: "Mourinho será el nuevo entrenador"

  • Florentino Pérez anuncia la destitución de Manuel Pellegrini
  • "La estabilidad es ganar títulos", se justifica el presidente
  • Mourinho será su sucesor cuando resuelva su situación con el Inter

Análisis: Manuel Pellegrini, destituido

Por
Mou, la apuesta de Florentino

Estaba cantado y ya es oficial: Manuel Pellegrini no seguirá siendo entrenador del Real Madrid. La junta directiva reunida este miércoles así lo acordó y el técnico chileno abandonará el club después de ocupar el banquillo durante una temporada.

El propio presidente del club, Florentino Pérez, hizo el anuncio en la rueda de prensa posterior a la junta. No es habitual que Florentino comparezca ante los medios, por lo que el anuncio ya hacía presagiar algo importante.

La personalidad, empuje y conducta de Pellegrini han sido impecables

"Su personalidad, empuje y conducta han sido impecables, queremos agradecer el trabajo del equipo de Pellegrini", fue la sentencia de Pérez.

Así pues, Pellegrini deja el Madrid y presumiblemente será relevado por Jose Mourinho, pero la llegada del portugués está pendiente de "resuelva su situación con el Inter de Milán", como se encargó de recordar el propio Florentino Pérez en la rueda de prensa.

El presidente del Real Madrid no ha reparado en alabanzas para Mourinho en su anuncio oficial de que el club va a fichar al entrenador portugués.

"Hemos reflexionado mucho y no sólo es ganar un título, es el momento adecuado para cambiar de rumbo y apostar por uno de los mejores entrenadores del mundo", dijo el mandatario blanco sobre Mourinho, que se convertirá en el octavo entrenador en las dos etapas del actual presidente.

Florentino se extendió en argumentar la decisión de contratar a Mourinho en que el Madrid necesita "un nuevo impulso, estamos encargados de que un entrenador como Mourinho se encargue del club en los próximos años.

La estabilidad es ganar y ser líderes en Europa y en el mundo

Preguntado sobre los constantes cambios de entrenador en sus dos etapas como presidente del Madrid, Florentino se defendió alegando que la estabilidad "es ganar y ser líderes en Europa y en el mundo. No mantener al entrenador".

No podía faltar uno de los tópicos favoritos de Florentino, la excelencia: "Es hora de dar la vuelta al proyecto, tenemos que buscar la excelencia. Este club exige mucho más". "Esperamos que el futuro de Mourinho se resuelva pronto", dijo sobre su situación con el Inter, dando a entender que el acuerdo del portugués con el Madrid ya está hecho.

El presidente del Madrid afirmó no saber nada de un supuesto viaje de su homólogo del club italiano, Massimo Moratti, con destino a Madrid para hablar del fichaje. "Si tiene pensado hacerlo a mí no me verá, porque no sé nada de ese viaje".

Sequía de títulos

Pese al esfuerzo económico en fichajes, la temporada ha terminado nuevamente con sequía de títulos. Florentino regresó al Madrid trayendo consigo a Cristiano Ronaldo, Benzema y Kaká, entre otros, y los puso en manos de Pellegrini para lograr trofeos que no han llegado.

Ha pesado más el estrépito de una temporada en blanco y los sonoros fracasos en Copa del Rey y Champions League que los buenos números del equipo en Liga: 96 puntos y 102 goles, con 31 partidos ganados, cuatro perdidos y tres empatados. Dos de esas derrotas se antojaron decisivas para perder la Liga, ante el Barça en el Camp Nou y en el Bernabéu.

Los números, incontestablemente buenos, tienen un pero en el estilo de juego que ha desplegado el equipo a lo largo de la temporada. A Pellegrini se le achacó que no utilizaba las bandas y dependía en exceso del estado de forma de Cristiano Ronaldo, entre otras críticas.

El técnico del Real Madrid Manuel Pellegrini parece asumir que el partido ante el Málaga puede ser el último como técnico blanco e hizo un repaso de la temporada del equipo en rueda de prensa.

Pero si algo tumbó a Pellegrini eso fueron las competiciones paralelas a la Liga, la Copa del Rey y la Champions. Un equipo que se presentó como alternativa al triplete del Barça cayó a las primeras de cambio en Copa ante el Alcorcón, de Segunda B, con un estrepitoso 4-0 en la ida.

La humillación estuvo a punto de costarle el cargo al chileno ya entonces, por el mes de noviembre, pero se le mantuvo hasta ver qué pasaba en las dos competiciones restantes.

En Champions League, el año de la final del Bernabéu, la afición veía un equipo capaz por lo menos de superar la maldición de octavos que se prolongaba desde hacía cinco años. Sin embargo, el Madrid cayó por sorpresa ante el Olympique de Lyon, sumando un nuevo ridículo en cuestión de meses.

Al margen de los resultados, se le acusa también de no haber sabido sacar el máximo partido de unos jugadores fichados de los mejores equipos y de las mejores ligas para brillar, pero de los que no se ha visto la versión que esperaba.

Sea o no responsabilidad directa del chileno, Kaká (65 millones) no ha sido el del Milan y apenas se le han visto días buenos, fuera de la espiral de lesiones que ha atravesado; Benzema (35 millones) no ha perforado la red como en el Olympique; y ni siquiera el repescado Granero ha llegado a ser el del Getafe.

Sabiendo que su estilo es más diplomático que autoritario, lo cierto es que ha dado la sensación de que no ha sabido tomar las riendas del vestuario. Quiso hacer obligatorias las concentraciones antes de los partidos, y después de una negociación/apuesta con los jugadores, las suprimió. Y las dudas han rodeado a las prolongadas ausencias por lesión de jugadores como Guti o Lass Diarra.

Mourinho, el especial, el deseado

Al mismo tiempo que Pellegrini perdía enteros en Madrid, surgía otro nombre en Europa que a la postre se ha convertido en el más firme candidato a suceder al chileno: Jose Mourinho, campeón de Liga, Copa y Champions con el Inter.

La continuidad de Pellegrini volvía a estar en entredicho, pero se le dio la oportunidad de por lo menos terminar la temporada e irse con el campeonato liguero, cosa que tampoco pudo lograr.

Ni siquiera el apoyo público de los jugadores en cada rueda de prensa en que se les preguntaba por el tema logró aplacar las iras de la directiva y, sobre todo, de un Florentino Pérez ávido de ver transformada su fuerte inversión en trofeos.

Al final se ha impuesto la personalidad del presidente, acorde con la de Mourinho según sus propias palabras: "El estilo de juego de Mourinho encaja seguro en el Real Madrid. Primero ganar, espíritu de sacrificio, valores. Seguro que encaja en el Real Madrid"

Ahora Mourinho deberá devolver al Madrid la ilusión por volver a conquistar títulos, esperanza que constituye su principal y casi único argumento en vista del juego poco estético de sus equipos hasta el momento.