Kakebo, el método japonés de 1904 que sigue ayudando al ahorro de hoy
- Raúl Sánchez-Serrano, autor de Kakebo, el método japonés para aprender a ahorrar, explica en Economía de bolsillo cómo aplicarlo
- Más de un siglo después, se mantiene como una de las herramientas de gestión de finanzas más populares de Japón
Un par de minutos al día pueden parecer poca cosa. Se escurren entre una canción, lo que se puede tardar en atarse las zapatillas o, quizá, en responder algún mensaje. Es ese tiempo para gestos casi automáticos que pasan desapercibidos, porque ciento veinte segundos no suelen dar para mucho. Y, sin embargo, sí son capaces de generar mucho. O, al menos, no hacerte malgastar aquello que quieres ahorrar.
Suena imposible, pero es lo que lleva consiguiendo desde hace más de un siglo el Kakebo, el sistema de ahorro que la periodista japonesa Motoko Hani creó en 1904 para ayudar a las amas de casa niponas a gestionar las finanzas familiares y ganar independencia y autosuficiencia económica de manera sencilla, pero eficaz.
Tan sencilla y tan eficaz que, en plena era de la digitalización, sigue de moda. Un humilde "libro de cuentas del hogar" —ese es el significado literal de Kakebo— continúa colándose entre los bestsellers de Japón y, cada vez más, también en las estanterías españolas. Sus ventas ya superan los 150.000 ejemplares en una década.
Su esencia —papel y lápiz, dos minutos y constancia— se sostiene en la precisión: apunta, mira, repite y aprende. Nada más. "Se le dedica menos de lo que tardas tomarte un café. Es muy fácil", insiste Raúl Sánchez-Serrano, autor de Kakebo, el método japonés para aprender a ahorrar (Blackie Books) en Economía de bolsillo, con Lourdes Castro.
El método "se divide en tres partes: el inicio de mes, las cuentas diarias y el cómputo final. Está todo muy clasificado por categorías y bien visualizado. Hay que hacer muy poco al principio de mes", explica Sánchez-Serrano. "Simplemente se trata de tener claro cómo te lo vas a montar".
"Hay gráficos sugeridos de entrada para cada categoría de gasto: supervivencia, ocio y vicio, extras, cultura, etc. Luego hay otros apartados libres que puedes rellenar según tu interés personal. A lo mejor, por tu estilo de vida, te interesa ver la evolución anual de algo en particular".
A partir de ahí, "invirtiendo un minuto y medio diario, lo vas a tener hecho", asegura. Con un mínimo esfuerzo, Kakebo puede revelar el máximo desorden. "Ya el primer mes descubrirás esos pequeños gestos, gastos o cosas que te gustan y no haces, pero podrías estar haciendo o aquellas que te dan igual y haces por vicio", destaca.
Permite aprender, a golpe de vista, la diferencia entre la urgencia impulsiva —"esa rabia de 'lo necesito porque sí'"— y lo que realmente es necesario en próximas compras. "No solo es cuestión de sumar, dividir y multiplicar, sino que este sistema permite reflexionar sobre lo que hacemos y sacar conclusiones". Y, por supuesto, acciones. Aunque, al principio no sean sencillas de aceptar y, mucho menos, de aplicar.
Al empezar cualquier "cosa nueva, es habitual marcarse metas demasiado ambiciosas". Y eso, recuerda Sánchez-Serrano, "puede generar frustración". "Es complejo evaluarse porque es incómodo decir 'ostras, no lo estoy haciendo bien', u 'ostras, yo pensaba que era de otra manera'". Pero no pasa nada. Al revés. "Significa que dispones de información para mejorar". Da pistas.
Evaluación honesta, constante y diaria
Por eso la honestidad es clave. A medida que se van rellenado las casillas, el libro interroga al lector sin rodeos: ¿Cuáles son tus objetivos mensuales? ¿Qué promesas te haces a ti mismo? ¿Qué puedes —de verdad— asumir? No tiene sentido mentir. Engañarse solo pospone el golpe: un mes después, la trampa aparece sola en el papel.
"Es duro no cumplir con lo que uno se propone, pero el Kakebo recuerda que no hay problema", subraya. "Es un camino que incorpora autoconocimiento. A veces se falla, sí, pero es más importante ese momento de apuntar tus números y verlos en el papel, que decir 'he ahorrado 400 €' o 'he perdido cuatro'. Lo que se intenta potenciar es la incorporación de hábitos sostenibles y continuados en el tiempo".
Economía de bolsillo