Finanzas personales para principiantes: por dónde y cómo empezar
Economía de bolsillo
- ¿Existe un consejo clave en las finanzas personales? ¿Por dónde debe comenzar alguien que parte de cero?
- Economía de bolsillo debate con once expertos sobre todas estas cuestiones
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Atajos dudosos, exceso de información y finfluencers que venden humo disfrazado de promesas exprés. Esas "dietas milagro del dinero" lejos de ofrecer resultados pueden acarrear problemas que adelgazan la cartera en lugar de los gastos. Y aunque no es fácil entrar por primera vez en el terreno de las finanzas personales, es básico hacerlo.
En Economía de bolsillo, con Lourdes Castro, once voces expertas ofrecen algunos consejos para iniciarse mientras coinciden en lo esencial: no existen fórmulas mágicas ni inmediatas, pero sí pequeñas decisiones y hábitos que, con paciencia y conocimiento, permiten ganar músculo financiero desde cero.
José Trecet, divulgador financiero, lo resume en un "tres en uno": "Gasta menos de lo que ingresas y ahorra e invierte la diferencia". La "fórmula de la libertad financiera" suena simple. Y lo es, recalca el experto, pero siempre y cuando vaya acompañada de disciplina y visión a largo plazo.
En este sentido, para Luis Pita, autor de Ten peor coche que tu vecino, explica que automatizar el ahorro "a principio de mes" es una de las mejores formas de llevarlo a cabo. "La acción más importante es ahorrar. Te hablarán de inversión y de muchísimas cosas más. Todo eso está fenomenal, pero es una consecuencia de ahorrar", asegura.
"Ahorrar te permite acumular un capital que luego podrás invertir o no. Aunque no lo inviertas vas a seguir teniendo tranquilidad, y si encima lo inviertes y le sacas una rentabilidad, fenomenal. Pero lo más fundamental es crear", insiste.
Solo así, ahorrando, pero también con la cabeza puesta en la previsión de tus propias circunstancias, completa la escritora Sara Ferrer, se puede crear un fondo de emergencia sólido y útil.
"Para construir un colchón hay que destinar una parte de los ingresos en una cuenta distinta que guardaremos por si surge cualquier imprevisto", explica e incide, eso sí, en el carácter viscoelástico de la cama. Es decir, se debe adaptar a ti. A tus cuentas.
"El tamaño del colchón dependerá de los gastos fijos que tengas mensualmente", apunta. "Una persona contratada en una empresa privada tiene más riesgo que un funcionario, por ejemplo. Al igual que alguien que tenga hijos a su cargo. Es decir, conforme tus gastos aumenten, también lo debe hacer tu colchón".
Roberto España insiste en la misma idea, pero con un matiz: la información. Y, por ende, la educación. El jefe de Educación Financiera en el Banco de España recomienda "prestar atención a tus finanzas personales y conocer unas claves básicas" al respecto. Ahora, con cautela y rigor: "Cuando la persona ya haya dado el paso, le aconsejaría que se informe a través de varios interlocutores cualificados y que no confíe en una única fuente".
En este sentido, indica el docente y autor de Aprende economía: una guía para todos, Iñaki Jiménez, deberían orientarse también las inversiones. "Diversifícalas. No pongas todos los huevos en la misma cesta porque como se te rompa, te quedas sin nada. Si compramos acciones que tienen más riesgo, a la vez tenemos que tener algo a plazo fijo con menor riesgo".
Formarse y aprender: un pilar básico de las finanzas personales
Y para conseguir tales inversiones, la formación es clave. Tanto Sara Vicent, autora de Con el dinero no se juega, como Pedro Rey Biel, experto en Economía del comportamiento y Gregorio Hernández, autor de Independencia financiera de la A a la Z, defienden la lectura, el visionado y la escucha como pilares fundamentales en el mundo de la economía personal.
"Yo diría que aprendan sobre finanzas, que analicen en qué situación se encuentran y en qué aspectos pueden mejorar. Esa formación les permitirá adaptar el conocimiento a sus propias vidas para tomar decisiones más positivas", señala la primera.
"El consejo fundamental es que la persona aprenda realmente dónde se está metiendo —por ejemplo, conocer cuál es su preferencia ante el riesgo— y que no deje que otra tome la decisión por ella, porque sus objetivos no son iguales", completa el segundo. Por eso, insiste, "no tengas miedo a decir no me estoy enterando". Al revés. Hazlo. Dilo, anima Gregorio Hernández.
Nada de hacer por hacer. Ni de dejarse arrastrar por la inercia de ver qué hacen los demás. Adiós a comprar, vender o invertir porque otros lo digan. "Hay que entender todo lo que se hace y por qué se hace", advierte el experto. "Puedes escuchar la opinión de los demás, pero la decisión tienes que tomarla tú entendiendo lo suficiente para estar tranquilo cuando des el paso".
Algo en lo que el doctor en Economía y Empresa Diego Valero no puede estar más de acuerdo. "No hagas nada que no entiendas y que no te expliquen bien", agrega.
El presupuesto: la mejor herramienta para conocerte
Y así, con los conocimientos ya bien asentados, realizar un presupuesto —una acción clave para Jordi Martínez Llorente, director de Educación Financiera en el Instituto de Estudios Financieros y Natalia de Santiago, autora de Invierte con poco— será mucho más sencillo.
"Hacer un presupuesto personal es la clave", comenta él. "Te ayudará a gestionar los gastos para generar superávit y empezar a ahorrar para poder tener el fondo de emergencia", explica.
Y no importa el estilo —se puede optar por el Excel, por la libreta con el bolígrafo o incluso por el sistema de sobres— que lo realmente importante, remata Natalia de Santiago, es "encontrar uno que no te cueste demasiado mantener, que te dé información, que te resulte útil y que vaya con tu forma de vida y con preferencias". Porque solo llevando una contabilidad te conocerás de verdad: "Dime en qué gastas y te diré quién eres, cómo te va a ir, de dónde vienes y a dónde vas".
