Enlaces accesibilidad

¿Por qué compararte con los demás en temas de dinero puede hundir tus finanzas?

  • La visión a largo plazo, la prudencia y el sentido común son claves para llevar unas finanzas personales buenas y con tranquilidad
  • Gregorio Hernández, divulgador de educación financiera, nos habla de ello en Economía de bolsillo
Comparar tus finanzas con las de los 'finfluencers', además de irreal, puede resultar peligroso.
Comparar tus finanzas con las de los 'finfluencers', además de irreal, puede resultar peligroso. ISTOCK
RTVE.es

Sales a correr y ves cómo los demás te adelantan sin esfuerzo dejándote atrás rápidamente. Algunos van más rápido, otros parecen tener mejor resistencia y tú quieres alcanzarlos. Consciente o inconscientemente, te empiezas a comparar. Te concentras en un objetivo que no es el tuyo, pierdes el ritmo, te agobias y hasta incluso acabas abandonado el entrenamiento. Te das por vencido. Lo que no sabes, es que esos corredores que te han sobrepasado llevan en el mundo del running diez años. Lo que no sabes es que son atletas profesionales.

Con las finanzas personales sucede lo mismo. "Igual que con los cuerpos, compararte con la gente en temas de dinero con lo que ves en Instagram no es bueno", advierte Gregorio Hernández, divulgador de educación financiera y autor del libro Independencia financiera de la A a la Z, en el programa Economía de bolsillo. Tampoco sano o efectivo.

"Hay personas que salen mostrando que tienen mucho dinero en redes sociales. Eso hace que otros digan ‘yo no tengo tanto dinero ni voy a tenerlo nunca’. Sin embargo, a lo mejor el que dice tener mucho dinero vive peor que tú", cuenta el experto.

Las comparaciones siempre son odiosas, pero más si, encima, se hacen sin saber. O con una pequeña parte de la información. "Cada uno debe centrarse en mejorar su propia vida todo lo que pueda, sin pensar en lo que hacen los demás porque no sabes los detalles que le rodean. Solo te dan la parte en la que se muestran superiores a ti, pero eso no quiere decir que lo sean en todo", avisa Hernández.

Ahorrar, invertir, planificar o gestionar el patrimonio personal no es una competición contra los demás. En todo caso, apunta el autor, es contra uno mismo. Porque la economía personal es una carrera. De fondo, además. Se trata de una maratón, solo que los rivales son tu impaciencia, tus miedos y tu inconsciencia o desconocimiento.

"Históricamente se decía que el problema era la falta de información, que no había medios suficientes para transmitir todo lo que se debía transmitir –explica Hernández–. Ahora la situación es la contraria: hay demasiada información". La pista está saturada de "corredores". Y también de obstáculos por todas partes.

La única manera de sortearlos con éxito, insiste el experto, y más aún en el caso de quienes se inician en el mundo de las finanzas personales", es la claridad. La seguridad. La confianza. Pero, a tu ritmo, no al de los demás, recuerda. Con tus objetivos, plazos, experiencias, nivel de aversión al riesgo y gustos o preferencias en mente. Hay que dejar de lado el miedo a perderse una oportunidad, solo por el hecho de que se venda con esa etiqueta.

Ni todo lo que brilla es oro, ni todo lo que es rápido es eficaz. Y, sin embargo, todo o casi todo lo que es gratis o fácil en economía, termina siendo caro.

"Se tiene que buscar sentido común y aquello que te haga a ti sentir bien. Se trata de prudencia", recalca el experto. "Si ves una cosa complicada que no sabes valorar o que te obliga a depender de lo que te digan unos u otros porque tú no sabes qué hacer, significa que vas por mal camino. El camino normal, el bueno, es aquel que te genera tranquilidad", añade Hernández.

Porque, a veces, apunta, en la mayoría de las ocasiones de hecho, lo sencillo es lo que mejor funciona.

El papel y el boli y la visión a largo plazo son dos claros ejemplos. "Lo primero que se tiene que hacer es ver los ingresos y los gastos ". El motivo va más allá que la simple curiosidad o el control del mes. "Te vas a conocer mucho mejor de lo que crees. La supervisión te dice cómo estás viviendo tu vida y cómo estás usando tu dinero. Si no lo apuntas, no lo sabes", señala Hernández. Incluso te "revela" si eres del todo feliz.

Con un registro mensual puedes recortar gastos innecesarios para destinar más dinero, por ejemplo, a aquello que realmente te hace feliz: pequeños —o, por qué no, grandes— caprichos o aficiones. "A lo mejor hay gente que cree que ha gastado bastante en lo que le gusta, pero que, al echar cuentas, se da cuenta de que ha gastado poco comparado con otras cosas que, además, podría recortar para disfrutar del dinero en lo que realmente le apasiona", explica Hernández.

Y, si encima el registro y parte de las acciones que se derivan de él van más allá del mes a mes, todavía mejor. Porque, aunque los resultados sean más lentos, también son más satisfactorios. Y más numerosos.

"El miedo es lo que lleva a pensar a corto plazo, pero lo que hay que hacer es lo contrario. Si tú piensas a largo plazo, tu vida va a ser mejor, vas a ver el futuro más claro y vas a tener cada vez menos miedo", cuenta Hernández. La clave es centrarse en x años o décadas vista. "La gente que más dinero gana es la que piensa en las siguientes generaciones".

"Hay licores que están en la barrica 100 años. Aunque esa persona lo meta en la bodega con 30 o 40 años, no va a ganar dinero. Lo ganarán sus hijos o más bien para sus nietos y bisnietos. Ese tipo de mentalidad es la que mejor les hace vivir a esa gente durante su vida", concluye Hernández.