Cómo empezar a ahorrar sin rendirse a mitad de mes
- Fijarse objetivos detallados, llevar un presupuesto y "empezar hoy y no mañana" son algunos de los trucos para ahorrar
- Elisabet Ruiz, doctora en Ciencias Económicas y Empresariales, los explica y analiza en Economía de bolsillo
Ahorrar es como ir al gimnasio o ponerse a dieta. Cuesta apuntarse, y dar mil excusas siempre resulta menos agotador que un primer paso. A veces ni siquiera se sabe cómo y por dónde empezar, la constancia se evapora a la mínima tentación y los resultados tardan en verse. Pero si hay compromiso, funciona. Hasta puede cambiarte la vida. Lo asegura Elisabet Ruiz, doctora en Ciencias Económicas y Empresariales.
"A la hora de gestionar el dinero, si tenemos un objetivo claro que nos gusta, las cosas van a ser más fáciles. Resultará más motivador", explica en Economía de bolsillo, con Lourdes Castro.
Porque la cartera se trabaja igual que los músculos. Sin un plan de entrenamiento, poco importa cuánto te machaques: faltará algo. Quien quiere ganar masa muscular no se pasa el día haciendo cardio. ¿Tu meta es aumentar tu resistencia? Apuesta por la elíptica y no tanto por el press banca. Lo mismo sucede con el ahorro. Cada meta requiere su plan específico.
"¿Voy a ahorrar por si un día lo necesito o por si me quiero ir de viaje en algún momento? Es ambiguo y no suena atractivo", responde Ruiz. "¿Decir que dentro de cinco años deseo dar la vuelta al mundo y necesito tanto dinero, lo que significa que cada mes tengo que guardar X cantidad? Buena respuesta. Nos va a ayudar a llegar al objetivo".
Una planificación adecuada —financiera o física— mejora el rendimiento, maximiza resultados, minimiza el riesgo de lesiones y, sobre todo, fomenta el hábito. "Los objetivos, cuanto más claros, específicos y detallados sean, mejor". Siempre, eso sí, que sean "realistas".
No se puede pretender correr una maratón habiendo entrenado sólo un par de días. Tampoco "irse de vacaciones, comprar una casa y guardar para la jubilación a la vez con un salario de 1500€ en un plazo corto, si sólo puedo ahorrar 300€ mensuales. Quizá tarde años en cumplirlo", señala la experta.
En esos casos, toca priorizar. "Al final, todo dependerá de la economía de cada uno y de a lo que esté dispuesto a renunciar. Si intentamos ahorrar para muchas cosas y vemos que, a lo largo de los meses, a pesar del esfuerzo, los números no suben tanto como nos gustaría, es que no es realista", advierte Ruiz. No siempre es posible abarcar todo al mismo tiempo, y aceptarlo también forma parte del plan.
La recomendación es sencilla, pero también compleja de poner en práctica: sentarse a hacer números. Se trata de elaborar un presupuesto mensual, revisar gastos y detectar fugas. "A nadie le gusta tomar conciencia de cómo se ha ido tan rápido el dinero ni tener remordimientos por las cosas que gastamos". "La mayoría de gente sabe cuánto ingresa, pero no en qué gasta", señala Ruiz.
Y, sin embargo, hasta el último céntimo es relevante. Cada euro cuenta. Todo suma. "Cincuenta euros al mes parecen poca cosa, pero en un año son seiscientos, que si además invierto, irán creciendo más y más".
Pero, claro, insiste Ruiz, para que crezca hay que alimentarlo a diario y desde ya. "¿Cuántas veces decimos ya empezaré mañana?", se pregunta la experta.
"Si puedes pagar el coche a crédito, significa que también te puedes anticipar y ahorrar antes —incide—. Se trata de tener una buena planificación y dejar de decir 'mañana empiezo porque ahora tengo muchos gastos'".
Automatizar el ahorro: dinero que no se ve, dinero que no se gasta
Y ahí entra la última "serie" de este "método de entrenamiento del dinero": automatizar el ahorro. Como "el ser humano, cuando tiene dinero, tiende a gastarlo", si no lo tiene, no lo gasta. No hay posibilidad de esos 'es que estaba de oferta' o 'mira qué rebaja'.
"Lo importante es contar con la cantidad justa que necesitamos para pasar ese mes. Nada más cobrar la nómina —aconseja Ruiz—, se debe separar un porcentaje". Puede ser un 10, 15 o 20%. Dependerá del individuo y sus circunstancias. La cuestión es que "apartarlo en una cuenta de objetivos directamente hace que dinero que no veo, dinero que no gasto".
Economía de bolsillo