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El Tribunal Supremo de Estados Unidos cuestiona la legalidad de los aranceles de la Administración Trump

  • La ley establece que la política arancelaria es competencia del Congreso, no del presidente
  • El Tribunal cuestiona si Trump hizo lo correcto al usar una ley de emergencia para gravar a casi todos los países
El Tribunal Supremo de EE.UU. cuestiona la legalidad de los aranceles de Trump
RTVE.es / AGENCIAS

Los magistrados del Tribunal Supremo de Estados Unidos han planteado este miércoles dudas sobre la legalidad de los aranceles de la Administración de Donald Trump. La decisión se tomará en una audiencia en la que varios Estados demócratas y empresas impugnan su constitucionalidad. La Administración republicana defiende su validez. El alto tribunal, de mayoría conservadora, determinará la autoridad del mandatario y los límites de su poder, además del futuro de la economía nacional e internacional.

Tanto jueces conservadores, que suelen apoyar a Trump, como liberales han cuestionado duramente al abogado que representa a la Administración Trump, John Sauer, al imponer aranceles a casi todos los países del mundo escudándose en la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales (IEEPA) de 1977 permite a los presidentes hacer frente a una "amenaza" sobre la que se declara "una emergencia nacional".

La corte analiza si en este caso se puede aplicar dicha norma. La investigación se ha iniciado después de que varios tribunales inferiores considerarán que Trump se excedió en sus poderes. La política arancelaria estadounidense es una competencia del Congreso, no del presidente. El debate jurídico se centra en si Trump hizo lo correcto al usar una ley federal de emergencia para justificar los gravámenes que impuso en abril a casi todos los países del mundo.

Un fallo en contra de la política arancelaria de Trump, aunque parcial, sería un duro golpe que haría tambalear su plan económico y hasta sus relaciones diplomáticas, tejidas alrededor de los aranceles. Además de las dudas sobre la política del presidente, algunos magistrados se han mostrado preocupados por problemas que podrían surgir en el caso de que el tribunal fallase en su contra, como devoluciones a empresas que ya han pagado o las repercusiones que podría tener limitar el poder del presidente de cara a una futura emergencia.

El mandatario estadounidense ha sacado pecho por sus logros económicos durante el Foro Empresarial Estadounidense en el centro Kaseya de Miami asegurando que el país se encuentra en "un periodo de transición en el que pasamos desde un país fracasado y horrible a un éxito tremendo".

Aranceles, cuestión de "vida o muerte" para Trump

El presidente del Supremo, el conservador John Roberts, en una de sus primeras intervenciones se ha mostrado escéptico sobre la capacidad legal del mandatario republicano para imponer sus políticas arancelarias. La defensa de la Administración ha recordado otros casos en los que el Tribunal permitió a expresidentes como Jimmy Carter o Richard Nixon emprender medidas de emergencia en materia de gravámenes. Sin embargo, los magistrados no se mostraron seguros de que se trate de la misma situación.

La impugnación ha sido presentada por un grupo de fiscales demócratas de 12 Estados y un grupo de empresas representadas por el abogado Neal Katyal. Trump no ha acudido a la audiencia a pesar de haber afirmado anteriormente que lo haría. Este martes Trump escribió en su red social, Trurth Social, que el fallo del Supremo sobre los aranceles es una cuestión de "vida o muerte" para el futuro del país.

En lugar del presidente estadounidense ha acudido de público el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien ha defendido que la aplicación de los gravámenes es necesaria para la emergencia económica que sufre EE.UU.

Analistas de Renta4 explican a Europa Press que, aunque los gravámenes sean considerados ilegales, Trump podría sustituirlos por aranceles sectoriales y justificarlos como seguridad nacional. Aseguran que los aranceles "están aquí para quedarse" al suponer una vía de ingresos y otorgan protección a la industria estadounidense. Falta comprobar su impacto sobre el crecimiento económico a largo plazo.

Continua la distensión en la guerra comercial entre China y EE.UU.

Por otro lado, las autoridades chinas han confirmado este miércoles que el "arancel adicional" del 24% sobre las importaciones procedentes de EE.UU. "permanecerá suspendido durante un año". Esta medida se suma a las tomadas tras la tregua comercial alcanzada durante la reunión que mantuvieron la semana pasada en Corea del Sur los presidentes de ambos países, Donald Trump y Xi Jinping.

Según el Ministerio de Finanzas de China, la decisión se ha tomado "con el fin de implementar el consenso alcanzado en las consultas comerciales entre China y EE.UU." De esta forma, se ha informado a la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado de "cesar" desde el próximo 10 de noviembre las medidas arancelarias adicionales" estipuladas el pasado mes de marzo. Estos imponían un gravamen extra del 15% a las importaciones de pollo, trigo, maíz y algodón procedentes de EE.UU.

También entrará en vigor desde el próximo 10 de noviembre, la Comisión ha anunciado que el arancel adicional del 24% sobre las mercancías estadounidenses "permanecerá suspendido durante un año". El arancel adicional del 10% sobre las mercancías se mantendrá vigente.