Las tierras raras, un arma geopolítica que China no ha dudado en utilizar
- China posee las mayores reservas de estos minerales y domina hasta el 90% de su procesamiento y refinado
- La Unión Europea y Estados Unidos buscan reducir su dependencia del gigante asiático
Bayan Obo es la principal mina de tierras raras de China y del mundo. Pekín no solo posee las mayores reservas de estos minerales, claves para la industria tecnológica, sino que domina hasta el 90% de su procesamiento y refinado. Un control absoluto sobre el suministro mundial.
"China decidió apostar fuertemente por este sector y de hecho desarrolló las principales plantas de procesamiento del mundo. Y esto le ha permitido que cuando el resto ha querido incorporarse a esta carrera, ya gozara de una posición lo suficientemente privilegiada como que para competir sea muy difícil", ha dicho el profesor de relaciones internacionales de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) Pablo Pareja.
Producir estos minerales es caro y contaminante. En los últimos años, Europa y Estados Unidos han ido reduciendo la minería, apostando más por industrias limpias. El monopolio de Pekín sobre las tierras raras le permite ahora usarlas como arma geopolítica.
"En EE.UU., el 70% de las tierras raras que tiene proceden de las plantas de procesamiento de China. Esto le da al gigante asiático una ventaja competitiva en las negociones, que no ha dudado en utilizar", ha explicado Pareja.
La UE y EE.UU. buscan reducir su dependencia de China
El acuerdo esta semana entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, da una tregua a las tensiones comerciales. China suspende un año las restricción a la exportación de tierras raras y reanuda también el envío de chips, necesarios para la industria europea de automóviles, pero el problema de fondo sigue ahí.
La Unión Europea (UE) ha anunciado un plan para acortar su dependencia de Pekín. "Estamos trabajando en un nuevo plan RESourceEU, en la línea de la iniciativa REPowerEU", dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al presentar este plan para asegurar el acceso de los Veintisiete a fuentes alternativas de materias primas críticas, sobre todo, de las tierras raras chinas.
Por su parte, Estados Unidos ha sellado con Australia un acuerdo sobre tierras raras para reducir su dependencia de China. Fue firmado por Trump y el primer ministro australiano, Anthony Albanese, durante la visita de este último a la Casa Blanca el pasado 20 de octubre.
Esta misma semana, Trump también ha firmado un acuerdo sobre minerales críticos y tierras raras con la recién nombrada primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, que contempla una mayor cooperación y la movilización de capital para apoyar la minería y el procesamiento en ambos países.
Las tierras raras ya están en nuestros móviles o nuestros coches. Las tierras raras son también imprescindibles para la industria de defensa o el desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Quien domine estos minerales tiene en su mano dominar el mundo.