El 82% de mujeres ha tenido que renunciar a actividades personales o profesionales, según un estudio de Esade
- Entre ellas está el ocio y tiempo libre, su bienestar y su salud física y mental
- El 82% cree que sigue existiendo un trato en favor de los hombres para acceder a puestos de alta responsabilidad
El 82% de las mujeres se han visto obligadas a realizar renuncias en su vida personal o profesional para desarrollarse laboralmente por el hecho de ser mujer. Algunas de estas renuncias son actividades de ocio y tiempo libre (21%), su bienestar y salud mental (16%) o su salud física (13%). Así lo indica el Esade Gender Monitor 2025, un estudio realizado por la escuela privada de negocios Esade que analiza la opinión de directivas españolas en temas de igualdad de género en sus empresas.
Según este análisis, más de la mitad de las directivas ve a su empresa "más avanzada" en temas de igualdad y el 29% considera que no ha tenido que hacer frente a obstáculos en su último año profesional por el hecho de ser mujer.
No obstante, un 27% admite que los sesgos conscientes o inconscientes —creencias o actitudes adquiridas que influyen en la toma de decisiones de forma deliberada o no— han representado una barrera. Por otro lado, un 17% responde que ha tenido dificultades para conciliar trabajo y vida personal, y un 12% ha mencionado la falta de reconocimiento en su puesto por el hecho de ser mujer.
El tiempo que las mujeres pueden dedicarse a sí mismas —ya sea para aficiones, autocuidado o actividades físicas— es reducido. El 52% de las encuestadas, más de la mitad, solo puede reservar para estas actividades uno o dos días a la semana; el 28% dispone de tres o cuatro días para ello y el 14% no consigue dedicar ningún día a ello.
Barreras para acceder a puestos de dirección
El 82% considera que sigue existiendo un trato desigual en favor de los hombres a la hora de acceder a puestos de alta responsabilidad.
Con respecto a las dificultades que tienen las mujeres para acceder a puestos de dirección, el 28% de las encuestadas opina que la principal barrera es que ellas no generan redes formales e informales de apoyo. Esto, según el estudio, se apoya en una idea: aunque el 74% de las encuestadas dedica tiempo a cultivar estas redes, muchas lo hacen menos de lo que deberían. Además, un 25% dice que no puede hacerlo porque tiene demasiadas obligaciones personales y familiares.
Por otro lado, el 20% de las encuestadas afirma que las mujeres optan por puestos medios que les permitan compaginar mejor la vida personal y la laboral, y el 17% considera que hay una "dificultad real" para compatibilizar un puesto de liderazgo con tareas de cuidado de hijos o personas dependientes. Además, otro 17% cree que faltan mujeres referentes en la alta dirección. Solamente un 2% cree que las mujeres no tienen obstáculos para alcanzar este tipo de puestos.
Políticas para combatir la desigualdad
El estudio también aborda el efecto de los planes de igualdad dentro de las organizaciones. Según la encuesta, el 40% de mujeres ha visto cambios dentro de su empresa desde que se aplican estos planes, mientras que un 42% indica que no ha percibido ningún cambio. Además, el 87% asegura que las propias plantillas han participado en elaborar esos planes de igualdad.
¿Y qué medidas han aplicado las organizaciones para favorecer la igualdad? El 19% dice que ha sido el teletrabajo; el 17%, un horario flexible; un 15%, la formación en habilidades directivas; un 14%, programas de acompañamiento como coaching y un 13%, con formación en materia de igualdad y sesgos inconscientes.
Las encuestadas también señalan, por orden de importancia, las medidas que creen que las entidades deberían poner en marcha para favorecer la igualdad. El 15% cree que deberían ser los programas de acompañamiento como coaching; el 13%, la formación en habilidades directivas; el 12%, en iniciativas que fomenten una cultura inclusiva y un sentido de pertenencia y un 11%, fijar un sistema de cuotas en órganos de alta dirección. Además, el 8% cree que las empresas deberían dar ayudas a la conciliación, formación sobre igualdad y horarios flexibles.
Con respecto a la aplicación de cuotas de género obligatorias en las empresas, el 58% de las mujeres se mostró a favor de ellas. Con todo, el 52% de las encuestadas cree que su compañía está entre las más avanzadas en materia de igualdad, mientras que un 33% considera que está dentro de la media. Un 12% considera que está debajo o muy por debajo de la media.
Por otro lado, el 70% de encuestadas percibe cierta desaceleración en la aplicación de políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) por la politización de la sociedad, iniciativas superficiales, desconexión entre el discurso y la práctica y la banalización de la igualdad.