Verano en el triángulo del arte: el Museo del Prado, el Thyssen y el Reina Sofía despliegan sus encantos
- Veronés es el protagonista indiscutible de la temporada en el Prado
- El MNCARS le dedica una gran retrospectiva a Marisa González
Ver una exposición siempre resulta refrescante, pero con la ola de calor lo es literalmente. Los museos con su aire acondicionado se convierten en refugios climáticos para turistas despistados y paseantes intrépidos.
El triángulo del arte, con el Museo del Prado, el Thyssen Bornemisza y el Reina Sofía, reúne en mil metros algunas de las obras maestras de la humanidad. Más allá de las colecciones permanentes, repasamos las exposiciones temporales que ofrecen estas pinacotecas.
Museo del Prado
La exposición del año del Museo del Prado es Paolo Veronese (1528-1588), una exhibición que puede verse hasta el 21 de septiembre en las salas de la ampliación de los Jerónimos. Está comisariada por el propio director de la pinacoteca, Miguel Falomir, en coordinación con Enrico Maria Dal Pozzolo, profesor de la Università di Verona.
Detalle de 'Venus y Adonis' de Veronés. MUSEO DEL PRADO
Pintor de pintores, su paleta es una de las más audaces de toda la historia de la pintura. Veronés mezcla con valentía el amarillo, el rosa y el verde, consiguiendo una impresión armónica con colores imposibles. Un rasgo que más tarde imitaría El Greco.
Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España explora la veneración a la emperatriz de las Américas en ambas orillas del Atlántico. La exposición sobre la Virgen de Guadalupe puede verse en el Edificio Jerónimos hasta el 14 de septiembre.
A través de casi 70 obras, ocho de colecciones mexicanas, la muestra refleja el diálogo artístico entre América y Europa en los siglos XVII y XVIII mediante la creación del primer icono religioso global con representaciones en tablas, lienzos, marfil y conchas de nacar.
La sala 60 del edificio Villanueva acoge, hasta el próximo 11 de enero, una decena de pinturas de Antonio Muñoz Degrain (1840–1924), una de las figuras más originales del arte español del siglo XIX que lo mismo plasmaba un paisaje, un cuadro histórico, un retrato o una escena orientalizante. La mitad de los cuadros acaban de ser restaurados y permiten apreciar el dominio técnico del artista valenciano.
Detalle de 'Antes de la boda' de Antonio Muñoz Degrain. MUSEO DEL PRADO
La muestra se completa con una vitrina en la que se expone su discurso de ingreso en la Academia de San Fernando (1899), dedicado a “la sinceridad en el arte”, un dibujo incorporado por donación a las colecciones del museo y la fotografía de su retrato por el escultor Miguel Blay.
Museo Thyssen-Bornemisza
Terrafilia. Más allá de lo humano en las colecciones Thyssen-Bornemisza invita a repensar la relación con la Tierra a través de miradas artísticas, filosóficas y ecológicas. La exposición del Thyssen y la Fundación TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary está comisariada por Daniela Zyman y se puede ver hasta el 24 de septiembre.
En un recorrido por cinco siglos de creación artística, Terrafilia confronta la ruptura ontológica entre los seres humanos y el planeta y propone caminos simbólicos hacia la reconexión con casi un centenar de obras pertenecientes a la colección del Museo Thyssen-Bornemisza, la Colección Carmen Thyssen y la colección de arte contemporáneo TBA21 de Francesca Thyssen. Por primera vez, cuatro generaciones de una familia coleccionista se unen en la misma narrativa curatorial.
Fragmento de 'Ectocarpus #2', 2023, de Joséfa Ntjam. Cortesía del estudio de Ntjam y ADAG
Estructurada en seis “escenarios” interconectados, la exposición aborda temas como los cosmogramas, mundos animados, el arte de los sueños, objetividad, relaciones con la tierra, tiempos míticos y cosmogonías oceánicas. Incluye obras de artistas como Joachim Patinir, Wassily Kandisnky, Natalia Goncharova, Dineo Seshee Bopape, Inês Zenha, Ayrson Heraclito y Hervé Yamguen.
Dentro de la sección oficial de PhotoEspaña, la directora y guionista Isabel Coixet crea collages con materiales desechables como una extensión de su universo creativo. Por primera vez, se exponen 50 de estas obras en Aprendizaje en la desobediencia, una muestra que se exhibe en el Thyssen hasta el 14 de septiembre y cuya comisaria es Estrella de Diego.
Los collages de Coixet recuerdan a los planos preparatorios de algunos directores de Hollywood, que no dejaban nada al azar. Hay una continuidad entre lo que la cineasta exige de los espectadores en sus películas y su trabajo artístico. Sus obras conectan con la gran tradición vanguardista del género -de Hanna Höch a Kurt Schwitters- y vinculan a Coixet con una cierta precariedad, un modo de trabajar con poco que la realizadora persigue también en su cine.
'Finally, everyone had taken a picture of everything'. Cortesía de Isabel Coixet
El Thyssen también ofrece la primera muestra en España de la artista japonesa Ayako Rokkaku, con una selección de 29 piezas realizadas entre 2001 y 2025, que incluye pinturas y esculturas procedentes de la Colección Blanca y Borja Thyssen-Bornemisza. La exposición Para los momentos en que te sientes paraíso estará abierta hasta el 7 de septiembre.
'Paraíso' de Ayako Rokkaku. © Colección Blanca y Borja Thyssen-Bornemisza
Museo Reina Sofía
La exposición antológica de Marisa González (Bilbao, 1943) en el Museo Reina Sofía repasa la trayectoria de la artista, Premio Velázquez en 2023, desde sus trabajos de los años setenta, realizados en el Departamento de Sistemas Generativos de la escuela de Art Institute de Chicago, hasta sus investigaciones recientes sobre las genealogías feministas del arte español.
Un modo de hacer generativo se muestra hasta el 22 de septiembre en el MNCARS e incluye sus reflexiones sobre la violencia contra las mujeres, las revisiones de la maternidad o su interés por el residuo y el desecho en su serie sobre el desmantelamiento de la central nuclear de Lemóniz.
Más allá de la fotografía, la práctica de Marisa González, incluye hibridaciones como las Grafías musicales (1989-1990) que, mediante pintura y fotocopiado, traducen partituras contemporáneas al lenguaje visual, mientras que algunos de sus trabajos, como Ensueño. Escenas de la vida cotidiana (1998) o las Luminarias del proyecto La fábrica (2000) tienen vocación de instalación.
'Autorretrato', 1971-1973, parte de un tríptico de una colección particular. © Marisa González, VEGAP
Una vida en pocas líneas marca la primera gran retrospectiva europea de Huguette Caland (Beirut, 1931– 2019), artista cuya vida y obra abarcaron décadas, continentes y medios, desafiando las convenciones estéticas y sociales de su tiempo.
A través de cerca de 300 dibujos, pinturas, esculturas y otros formatos, además de ephemera documentales, la exposición cuestiona las percepciones de su aparente cosmopolitismo desarraigado para mostrar a una artista conectada con la colectividad, la comunicación y la idea de hogar.
'Exit' [Salida], 1970. Huguette Caland Estate
Caland desafía las normas sociales y sexuales y explora nociones de género, cuerpo, pertenencia, amor, envejecimiento y la condición humana en un trabajo enmarcado en la geopolítica de un mundo en proceso de descolonización y de neoliberalismo rampante.
Hasta el 1 de septiembre en la planta cuarta del Edificio Sabatini, Laia Estruch (Barcelona, 1981) despliega Hello Everyone. Su obra se sitúa en la intersección de la performance y la exposición, entre el teatro experimental, el ejercicio físico y la narración encarnada. Su trabajo performativo abarca desde la poesía ancestral hasta la música pospunk y ha ido evolucionando hacia un lenguaje sonoro primitivo que explora la conciencia corporal, el sonido y la respiración del mundo natural.
Detalle de 'Croll (Moll)' [Crol (Mojado)], 2019, Laia Estruch FOTO: Anna Fàbrega
El Museo también ofrece las exposiciones de Néstor reencontrado hasta el 8 de septiembre; Naufus Ramírez-Figueroa, Espectros luminosos y Algo pasa en Redor, en la biblioteca del centro hasta mediados de octubre.