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Los audaces colores de Veronés deslumbran en el Prado

  • Paolo Veronese (1528-1588) puede verse hasta el 21 de septiembre en el Prado
  • Una exposición "irrepetible" que culmina el ciclo sobre los pintores venecianos
La atrevida y elegante obra de Veronés se expone en el Museo del Prado
CRISTINA PÉREZ

Un niño nacido en 1528 en una humilde familia de Verona, dotado para el dibujo y acostumbrado a ver vestigios romanos en su ciudad. Estudia con el maestro Antonio Badile, se casa con su hija, admira a Tiziano y Rafael, viaja a Roma y pronto se hace un hueco como pintor de Estado en la Serenísima República de Venecia.

El ascenso de Veronés fue fulgurante, sus cuadros tenían éxito y solo un episodio empaña su biografía. Fue sometido a juicio por el tribunal de la Inquisición por una composición de la última cena considerada irreverente.

En la tela, el pintor incluye soldados, simios y loros. En su defensa, argumenta que los artistas se toman las mismas libertades que "los poetas y los locos" y rellenan el espacio "con lo primero que se les viene a la cabeza". Fue absuelto, pero tuvo que cambiar el título por uno que encaja mejor con el tono festivo: Cena en la casa de Leví.

'Cena en casa de Simón'

'Cena en casa de Simón' de Paolo Veronese, 1556-60 Museos Reales de Turín, Galería Sabauda

Paolo nunca renegó de sus orígenes, pese a su vida cortesana, rinde un sutil homenaje a su padre y a su abuelo, canteros o picapedreros (Spezapreda), colocando un clavo que agrieta una columna de mármol en La cena en casa de Simón (ver imagen).

Pintura veneciana

El Museo del Prado culmina el estudio de su colección de pintura veneciana del Renacimiento con la exposición Paolo Veronese (1528-1588), que puede verse del 27 de mayo al 21 de septiembre. Más de cien cuadros que ponen de relieve la influencia del pintor en el Siglo de Oro y en España, donde su obra fue muy estimada por los reyes.

La pinacoteca cierra un ciclo que arrancó con Los Bassano en la España del Siglo de Oro (2001), siguió con Tiziano (2003), Tintoretto (2007) y Lorenzo Lotto. Retratos (2018). Una muestra "verdaderamente irrepetible", según su director, Miguel Falomir, que ha agradecido los préstamos de obras a museos italianos, al Louvre, al Metropolitan de Nueva York, la Albertina de Viena o la National Gallery de Londres.

Comisariada por Falomir y Enrico Maria Dal Pozzolo, profesor de la Università di Verona, la exposición se articula en torno al proceso creativo de Veronese, su capacidad como capobottega o jefe de taller y su habilidad para representar las aspiraciones de las élites venecianas con un estilo cosmopolita.

'Marte y Venus unidos por el Amor'

'Marte y Venus unidos por Amor', Paolo Veronese, 1570. MET New York

"Valiente y audaz"

Falomir asegura que "la inconmensurable elegancia y belleza de Veronés le ha hecho ganar un puesto en el olimpo pictórico universal", destaca su figura como "pintor de pintores" y su influencia en otros grandes artistas como El Greco o Rubens.

Preguntado por RTVE.es por algún rasgo transgresor, el director del Prado afirma que "hay que ser muy valiente para mezclar el amarillo, el rosa y el verde. La paleta de Veronese probablemente sea de las más audaces de toda la historia de la pintura. Conseguir estas armonías con colores, en principio totalmente inarmónicos, hace de él un pintor de una valentía extraordinaria".

De hecho, Falomir apunta que El Greco "bebió claramente de la paleta de Veronese" por su tradición bizantina y de colores puros, aunque en el cretense aparece un significado espiritual ausente en el veronés. Muestra del audaz uso del color es La disputa con los doctores en el Templo, con una teatral composición en un ideal marco arquitectónico.

Los vibrantes colores de Veronés deslumbran en el Museo del Prado

Detalle de 'La disputa con los doctores en el Templo' de Pablo Veronés. MUSEO DEL PRADO

Paisaje cortesano

Al finalizar la década de 1570 y en los primeros años de la siguiente, el paisaje adquiere protagonismo, como puede verse en el hallazgo de Moisés.

En la versión del Prado, recientemente restaurada, se ve una ciudad al fondo y dos árboles enmarcan a los personajes, distribuidos en un semicírculo.

Una criada negra vestida de amarillo y rojo que porta la cesta, un bufón, la hija del faraón con su suntuoso traje de brocado color perla despliegan un tratamiento profano de una escena bíblica trasmutada en un paseo campestre.

'Moisés salvado de las aguas'

'Moisés salvado de las aguas' de Pablo Veronés, circa 1580. MUSEO DEL PRADO

Últimos años

Falomir subraya que en los últimos años de la vida de Veronese se aprecia "un cambio notable en su pintura". Una transformación debida al "impacto demoledor de la peste veneciana de 1576, que se llevó a un cuarto de la población, incluyendo a Tiziano" y también el Concilio de Trento.

En los últimos dos cuadros documentados de Veronés, los sacerdotes tienen una gran importancia, el pintor utiliza una pincelada más suelta y su uso de la luz podría considerarse "protobarroco", según el comisario español.

La muestra va desde los años de formación del pintor a su etapa crepuscular. Falomir ha indicado que murió con 60 años, edad respetable para la época, pero le hubiera gustado ver su evolución final.

La última sala de la exposición "Haeredes Pauli" se dedica a su huella en los pintores posteriores con su Cristo muerto sostenido por dos ángeles, que se contrapone a La lamentación sobre Cristo muerto de Rubens y un hermoso cuadro de Alonso Cano: Cristo muerto sostenido por un ángel.