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PhotoEspaña 2025

Duane Michals en la Fundación Canal: "Cuando miras mis fotografías estás mirando mis pensamientos"

  • Duane Michals. El fotógrafo de lo invisible puede verse hasta el 24 de agosto
  • La exposición de la Fundación Canal forma parte del programa oficial de PhotoEspaña
El fotógrafo Duane Michals presenta 150 piezas de su carrera a través de una exposición en Madrid
CRISTINA PÉREZ

"Yo creo en lo invisible. No creo en lo visible. La realidad no me interesa en absoluto. Prefiero vivir en un mundo irreal, me parece más estimulante. Para mí la realidad está en la intuición, la fantasía, y en esa pequeña voz en mi cabeza que me dice: ¿no es acaso esto extraordinario?".

A sus 93 años, Duane Michals (McKeesport, 1932) sigue haciendo fotos y vídeos, creador incansable, bromista y reflexivo sigue jugando "fuera de las reglas". Dentro de la sección oficial de PhotoEspaña, la Fundación Canal le dedica la exposición Duane Michals. El fotógrafo de lo invisible, que se puede ver del 28 de mayo al 24 de agosto en la sala de Mateo Inurria.

La muestra ofrece, a través de 150 piezas, una amplia visión de su trabajo, desde sus primeras series hasta algunas de sus últimas instantáneas, creadas en 2025, y se cierra con unos vídeos en los que el artista explica algunas claves de su proceso creativo. Por su formación en Bellas Artes, sus referentes no son fotógrafos sino los pintores Magritte, De Chirico y Balthus. Sobre el belga asegura que le "liberó" de las convenciones sobre cómo tenía que ser una fotografía.

Retrato de René Magritte

'Magritte en su caballete', 1965. © Duane Michals Inc / Cortesía de Admira Milano

Retratos en prosa

En la sección titulada "Intuición" se despliegan retratos de personajes famosos. Se trata de encargos comerciales, pero aflora la capacidad del fotógrafo para usar la luz natural y el entorno con el fin de lograr "un retrato en prosa". Entre ellos, destaca la serie que Michaels dedicó a René Magritte en agosto de 1965. El encuentro con el pintor surrealista cristalizaría en una publicación en 2010 A visit whit Magritte.

Michals retrata a su amigo de la infancia en McKeesport, Andy Warhol, en la que se cubre el rosto con sus manos. En una fecha posterior, es el protagonista de una serie con un ligero desenfoque y finalmente con un borrón irreconocible en lugar de su cara. Su opinión acerca del icono del pop-art no era muy halagüeña: "Andy era un chico sin personalidad, casi una falsificación de sí mismo".

Retrato de Andy Warhol

'Andy Warhol', 1958. © Duane Michals Inc / Cortesía de Admira Milano

El director de cine Pier Paolo Pasolini, Marcel Duchamp o Tilda Swinton se cuelan en su galería de retratos. En el caso de la actriz, subraya su carácter andrógino con un traje masculino de rayas y corbata puesto del revés y su rostro reflejado en un espejo de mano, en la foto titulada Sr. Hacia atrás-Hacia delante.

Su sentido del humor aflora en la secuencia ¿Duane quien? en la que un supuesto admirador le pide un autográfo y acaba abandonando el libro firmado en un banco o en su Autorretrato como unicornio.

Autorretrato como unicornio

'Autorretrato como unicornio', 2022. © Duane Michals Inc / Cortesía de Admira Milano

Fotografía conceptual

Cuando miras mis fotografías estás mirando mis pensamientos

La comisaria de la exposición, Enrica Viganò, apunta que la fotografía conceptual de Duane Michals era subversiva en los años 60, cuando triunfaba el reporterismo. Sus imágenes eran innovadoras, sin ninguna restricción académica y con una clara intención narrativa "realizaba secuencias, como si fueran fotogramas de una película y eso fue un escándalo en su tiempo".

Secuencia de Duane Michals

'Encuentro casual', 1970. © Duane Michals Inc / Cortesía de Admira Milano

"Y aún peor fue cuando empezó a escribir sobre las fotografías, sobre el papel fotográfico alrededor de la instántanea con su caligrafía manuscrita. Eso iba totalmente en contra de la idea de que una imagen vale más que mil palabras". El montaje de la exposición está articulado en torno a cajas de luz y el pequeño formato de las fotos obliga a mirar de cerca para ver el trabajo de Michals.

Viganò explica que el tamaño reducido de las imágenes en blanco y negro tiene la intención de crear una intimidad con el espectador frente a la espectacularidad de las grandes copias. Una forma de intentar provocar la reflexión y la emoción sobre algunos de sus temas recurrentes: la muerte, la condición humana, la espiritualidad, el sueño o el miedo.

Experimental, lírico e inclasificable, su mirada abarca desde la física cuántica, un encargo de la edición francesa de Vogue, en el que tuvo que lidiar con el principio de incertidumbre de Heisenberg a la recreación de El espejo de Alicia, una clara referencia a la obra de Lewis Carroll.

Michals mantiene una mirada infantil, tierna, como se aprecia en El abuelo se va al cielo. El fotógrafo escenifica la muerte con un anciano tendido en una cama, su espíritu alado se despega del cuerpo, se despide de su nieto y sale volando por la ventana.

"Siempre he pensado que las fotografías no cuentan lo suficiente. Describen muy bien, pero cuando yo añado un texto lo que hago es señalar algo que no se puede ver".

Comprometido

El aliento poético de sus fotos, no impide a Michals, homosexual reconocido, opinar sobre las injusticias del mundo, reivindicar la libertad de amar o denunciar el racismo en la sección "Indignación" en la que queda claro su compromiso vital sin caer en lo panfletario.

Tiene una gran fuerza visual El hombre desafortunado, de 1976, en el que un hombre desnudo de espaldas aparece con sus manos calzadas dentro de unas botas con cordones. El texto reza: "El hombre desafortunado no puede tocar a quien ama. Ha sido declarado ilegal por la ley. Lentamente sus dedos se convierten en pies. Comienza a llevar zapatos en sus manos para disimular su pena. Nunca se le ocurrió infringir la ley".

Reivindica la homosexualidad

'El hombre desafortunado', 1976 © Duane Michals Inc / Cortesía de Admira Milano

Secretos de familia

La última sección del montaje es "Revelación", en la que Michals comparte sus secretos familiares en la serie La casa que una vez llamaba hogar, en la que vuelve a su casa natal y superpone fotos actuales con imágenes de su infancia, en un ejercicio estético y terapeútico.

En los textos manuscritos relata que su madre le dejaba sentado en una silla en una tienda de ropa y le decía "quédate aquí, vuelvo enseguida", tras algunos minutos de angustia ella regresaba. Añade que Dios le dejó en este planeta en 1932 "y se ha olvidado de mí. Me ha abandonado. Nunca volverá".

Acerca de su padre, un obrero del metal, cuenta que le iba a escribir una carta, pero murió sin hacerlo: "Yo sé lo que me habría gustado leer en la carta. Quería que él me dijera dónde había escondido su cariño. Pero un día murió y la carta nunca llegó. Y yo nunca encontré el lugar dónde había escondido su amor".