La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025
- Heredera del surrealismo, usa el blanco y negro para retratar pueblos indígenas como los Seris
- Iturbide lleva 50 años ofreciendo su particular mirada sobre México y otros países
La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025. A lo largo de sus cinco décadas de carrera, sus imágenes en blanco y negro reflejan la vida y tradiciones de los pueblos indígenas de México, y centra su mirada en las mujeres.
Heredera de la tradición del surrealismo, Iturbide entiende la fotografía como un acto de reflexión y de autoconocimiento, además de un pretexto para conocer el mundo. Además de su México natal, ha recorrido Italia, Cuba, Estados Unidos, Madagascar, La India o Bangladesh.
En su trabajo, en el pueblo de Juchitán, destacan los retratos de muxes, un tercer género ancestral en la cultura zapoteca que se remonta a la época prehispánica y que se pudieron ver en la pasada edición de PhotoEspaña, un certamen que la reconoció con su premio en 2010.
El jurado ha destacado la "mirada innovadora y dotada de una extraordinaria profundidad artística" de Iturbide y sus, fotografías "cargadas de simbolismo, que crean un mundo propio: desde lo primitivo a lo contemporáneo; desde la crudeza de la realidad social hasta la magia espontánea del instante".
El comunicado del jurado añade que la fotógrafa plasma la vida cotidiana de México y "combina lo documental con un sentido poético de la imagen". Sus imágenes "no solo muestran lo que ve, sino también lo que siente. Cada fotografía tiene una carga emocional y cultural que nos invita a mirar más allá de lo visible", añaden.
Iturbide ha indicado que recibió la noticia de la concesión del galardón "con enorme alegría" y ha añadido: "Me honra y me enorgullece y, por ello, siento una profunda gratitud hacia la Familia Real, el jurado del Premio y, en general, hacia España, un país que me es cercano al corazón. Este premio recompensa no solo mi obra individual, sino el conjunto de los artistas fotográficos de México".
Una mirada sobre México
Nacida en Ciudad de México en 1942, era cuestión de tiempo que su camino se cruzara con el de Frida Kahlo, la artista mexicana más universal. Su imagen más icónica es El baño de Frida (2006) en el que dispone los diferentes objetos y se mete en la bañera, volviendo a habitar ese lugar, en una lectura del dolor y el sufrimiento de la pintora.
Con una equilibrada mezcla entre lo cotidiano y lo simbólico, lo real y lo onírico, la fotógrafa ha contribuido a configurar la identidad visual mexicana desde su propia perspectiva. Es notable su trabajo sobre los Seris, pescadores nómadas del Desierto de Sonora, con los que convivió para documentar su forma de vida.
'Nuestra Señora de las Iguanas'
Niños muertos y pájaros al vuelo
Graciela Iturbide quería ser escritora, pero se casó muy joven y tuvo tres hijos, con 25 años cursó cine en la Universidad Autónoma de México. Allí conoció al fotógrafo Manuel Álvarez Bravo y comenzó a trabajar como su asistente. Honesta a la hora de retratar comunidades, afirma que se fija en lo que le sorprende, sin preparar nada.
Sufrió la muerte de su hija con tan solo seis años y se obsesionó con fotografiar angelitos (bebés muertos vestidos de blanco en pequeños ataúdes cubiertos de flores) y funerales. Hallar un cadáver descompuesto y cientos de pájaros sobrevolando le llevó a poner el foco en las aves.
En los últimos años, el interés de Iturbide se ha desplazado hacia el mundo natural, además de sus conocidas series de pájaros, plasma plantas, flores y piedras.
La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide. FUNDACIÓN MARÍA FORCADA
Iturbide define la fotografía como "un ritual. Salir con la cámara, observar, fotografiar los aspectos más mitológicos de las personas, luego ir a la oscuridad, desarrollarse, seleccionar las imágenes más simbólicas".
La premiada toma el relevo del cantautor catalán Joan Manuel Serrat, que fue distinguido con el Princesa de Asturias de las Artes en la pasada edición.
Cuarto galardón
El de las Artes ha sido el cuarto de los ocho galardones en fallarse en esta XLV edición de los Premios Princesa de Asturias, después de que se concediera el de Ciencias Sociales al demógrafo estadounidense Douglas Massey, el de las Letras al escritor Eduardo Mendoza y el de Comunicación y Humanidades al filósofo y ensayista alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han.
Tras el premio de las Artes, todavía queda por conocer el fallo del Princesa de Asturias de los Deportes, el 28 de mayo; el de la Concordia, el 4 de junio; el de Investigación Científica y Técnica, el 12 de junio, y el de Cooperación Internacional, el 18 de junio.