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Las claves de las elecciones en Melilla: urnas muy reñidas tras una legislatura convulsa y con la sombra del voto por correo

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Claves de las elecciones Melilla 2023
Claves de las elecciones de 2023 en la ciudad autónoma de Melilla.

Melilla llega a las elecciones autonómicas, marcada por la situación de la frontera y la sombra de la corrupción y una campaña electoral completamente eclipsada por una presunta trama de compra masiva de votos por correo por la que hay abierta una investigación judicial y que ha provocado ya varias detenciones en la ciudad autónoma, incluida la de un miembro del actual Ejecutivo de la ciudad autonómica.

No se repetirá el actual Gobierno, presidido por el ex de Ciudadanos Eduardo de Castro y formado por consejeros de Coalición por Melilla y PSOE, ya que De Castro, que dio a la formación naranja su máximo poder territorial y luego fue expulsado, anunció su retirada de la vida política. El partido ha pasado de gobernar a ni siquiera presentarse en esta cita electoral.

La batalla estará entre el PP de Juan José Imbroda, que gobernó Melilla durante casi dos décadas seguidas, y Coalición por Melilla (CpM), una escisión del PSOE localista, progresista y que concentra el voto musulmán. Imbroda, el candidato más votado en 2019, perdió por sorpresa el mando de la ciudad tras una carambola que dio la presidencia al único diputado de Ciudadanos, De Castro -al que acusó de "traidor y sinvergüenza"-, e Imbroda parece ahora determinado a recuperar el poder para el PP.

Según las encuestas, podría conseguirlo. Los sondeos le dan 10 diputados, a tres de la mayoría absoluta en una cámara con 25 escaños, por lo que se podría apoyar en los votos de Vox, que obtendría precisamente tres representantes. En el otro lado del ring, CpM, que no se quedaría muy lejos -nueve escaños-, aunque tendría difícil llegar a la mayoría incluso con el PSOE de Gloria Rojas, que bajaría de sus cuatro diputados actuales a tres. Pero el partido está muy disputado con dos bloques igualados.

Mustafa Aberchán, el histórico líder de CpM -lo es desde 1995-, y último presidente de la ciudad antes que Imbroda, no podrá concurrir como candidato por la pena de inhabilitación que pesa sobre él. Está condenado por la compra de votos en 2008, una causa que también acabó con la carrera política del anterior líder socialista, Dionisio Muñoz. En lugar de Aberchán, la candidata será la actual consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, primera mujer en presentarse por los cepemistas.

Aberchán no es el único líder político acechado por la sombra de la corrupción en Melilla. De Castro fue expulsado de Ciudadanos en 2021 por ocultar que estaba siendo investigado por prevaricación administrativa. El candidato de Vox en 2019, Jesús Delgado Aboy, también está imputado por apropiación indebida y concurre con un nuevo partido. Le sustituye José Miguel Tasende, mientras que la formación naranja no se presentará en esta ocasión.

La presunta trama de voto por correo embarra la campaña

Todos estos terremotos políticos han marcado la legislatura, aunque si un tema ha protagonizado con fuerza la campaña ha sido la supuesta trama de compra de votos, polémica recurrente en la ciudad, aunque ahora se ha recrudecido con especial intensidad.

La Justicia investiga un posible fraude de compra masiva de votos después de que llamara la atención el alto porcentaje de papeletas por correo solicitadas, más de un 20%, cuando la media nacional apenas supera el 2%, y de que se dieran varios robos de documentación electoral a carteros, a los que se les tuvo que poner escolta policial. Ya ha sido arrestada una decena de personas en el marco de la operación, entre ellas el consejero de Coalición por Melilla y 'número tres' en las listas de la formación, Mohamed Ahmed Al-Lal, quien ya ha sido cesado por De Castro, y un familiar de Aberchán. También se ha registrado una oficina de la formación. Otros dos de los detenidos captaban votos para el PP, según fuentes policiales.

El partido niega rotundamente cualquier implicación en esta supuesta trama, y CpM habla de una "persecución" contra su partido. La Policía sospecha que se han comprado 10.000 votos por correo, que según la delegada del Gobierno en la ciudad, Sabrina Moh, podrían decidir "un tercio de los representantes" de la Asamblea de Melilla.

También ha tomado medidas para impedir el fraude la Junta Electoral Provincial, que ha acordado exigir el DNI o pasaporte para entregar el sobre certificado en las oficinas. Además, para delegar la entrega a otra persona se necesitará la autorización de la misma Junta Electoral de la Ciudad Autónoma.

Además de esta controversia, en Melilla siempre está presente la situación de la frontera. El trágico salto a la valla de junio de 2022, que se saldó con la muerte de 23 migrantes y decenas de desaparecidos, según datos oficiales, desató una gran polémica a nivel nacional e internacional, con críticas a la actuación de las autoridades tanto españolas como marroquíes. También están presentes en el debate público las recientes y polémicas menciones de Marruecos a Ceuta y Melilla como ciudades ocupadas.

Pero en el plano local la preocupación constante es la aduana comercial, cerrada por Rabat en 2019, y que sigue sin abrir a pesar de que el Gobierno central prometió su vuelta a la actividad en enero. Por la dependencia económica de la ciudad de los intercambios con Marruecos, este cierre ha tenido un gran impacto para porteadores y trabajadores transfronterizos. Además, la lucha contra el contrabando -llamado en Melilla comercio atípico-, ha puesto en jaque la economía informal de muchos habitantes de la ciudad. Otras reclamaciones habituales de la ciudad que también aparecerán en campaña son la mejora de los transportes con la península, o la posible entrada en la unión aduanera europea, de la que está excluida actualmente.

Radiografía de Melilla: el PIB per cápita más bajo y un paro alto

  • Melilla

    Población:

    82.810 habitantes

    Superficie:

    13 km2

    Densidad:

    6370,0 hab/km2

    Paro:

    26,1 %

    PIB:

    1.609,2 millones de euros

    Renta media:

    19.266 €/hab

    Edad media:

    36,3 años

    Mayores de 65:

    11,7 %

    Extranjeros:

    9,3 %

    Gráfico de evolución:

La crisis entre Madrid y Rabat ha empeorado la situación económica del enclave español en el Magreb, ya de por sí difícil. Melilla tiene el PIB per cápita más bajo del país (apenas supera los 19.000 euros, cuando la media nacional es de casi 28.000 euros) y el segundo nivel de paro más alto (21,2%, solo por detrás de Ceuta). También tiene la segunda esperanza de vida más baja de España (79,79 años), por detrás de la otra ciudad autónoma. Va a la cola en la recuperación tras la pandemia: es, por detrás de Ceuta, la segunda región que menos creció de España, un 4,1%, por debajo de la media española, del 5,5%.

Sin sector primario, industria ni apenas turismo, el 90% del PIB lo concentra en el sector servicios, y el comercio con Marruecos supone la mayor parte de este porcentaje. Al estar fuera de la unión aduanera europea, no tiene impuestos como el IVA, y en su lugar está sujeta a un Régimen Económico y Fiscal Especial, como Ceuta, y a un impuesto local conocido como IPSI (Impuesto de Producción y Servicios). Además del comercio, el trabajo en Melilla depende de las administraciones públicas y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que en conjunto emplean a más del 50% de la población activa. Es el territorio que más depende del sector público, lejos de la media española, del 20%.

La ciudad, de apenas 12 kilómetros cuadrados y unos 86.000 habitantes, tiene la densidad de población más alta de España y la mayor natalidad, junto a Ceuta. También tiene la edad media más baja (36,9 años, cuando la media española supera los 44). Cerca de la mitad de los melillenses son musulmanes, y muchos de ellos tienen la doble nacionalidad española y marroquí. Un 15,5% de la población son marroquíes.