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La sombra de fraude electoral sacude Melilla: solicitudes disparadas de voto por correo y robo de papeletas

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El robo de votos por correo sacude la sombra del fraude electoral en Melilla

En Melilla, los carteros que entregan el voto por correo a sus destinatarios llevan escolta de la Policía Nacional y la Guardia Civil, a diferencia de otros territorios donde los ciudadanos están llamados a votar en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. El motivo: el robo de alrededor de un centenar de votos por correo, que han tenido que ser anulados, y el número disparado de solicitudes para votar de esta manera. Interior ya está investigando lo ocurrido y la Delegación del Gobierno en Melilla habla de un “fraude en toda regla” y "atentado contra la democracia". Y no es algo nuevo cuando la sombra del fraude electoral lleva acompañando a Melilla en varios comicios, con condenas incluidas.

Los incidentes comenzaron el 8 de mayo por la tarde, justo cuando empezó la campaña de entrega de la documentación para votar por correo a los ciudadanos que lo habían solicitado. Varios funcionarios fueron asaltados en cinco puntos distintos de la ciudad autónoma, principalmente barrios desfavorecidos, por parte de encapuchados que iban en vehículos sin matrícula y que les robaron a cada uno decenas de votos por correo antes de que pudieran entregarlos a sus destinatarios, incidentes que se produjeron de forma prácticamente simultánea.

Esto desencadenó en una movilización de los funcionarios de correos para protestar y exigir más seguridad. “Decidimos coordinarnos para paralizar las entregas al día siguiente hasta que no se estableciera un control que garantizara el reparto de manera segura” para funcionarios y electores, explicaba este lunes por la noche en RNE la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh.

24 horas - Asaltan a carteros en Melilla para robar votos por correo - Escuchar ahora

Pero el miércoles 11 de mayo hubo un nuevo asalto en el barrio periférico del Tiro Nacional-Averroes en el que se robó otro tanto de decenas de votos. Un día después, los alrededor de 16 carteros encargados de hacer entrega de la documentación electoral a los domicilios pasaron a tener escolta de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Moh atribuye los incidentes al elevado porcentaje de voto por correo solicitado en Melilla y que es algo totalmente inusual en comparación con otros territorios. Y es que van ya 8.000 solicitudes, un 15% de los censados en la ciudad autónoma y que cuando acabe el plazo podría alcanzar el 20%, mientras que la media nacional se sitúa en el 2,1%. Las solicitudes son mucho mayores, además, que en otros comicios (en las municipales y autonómicas de 2019 las solicitudes fueron del 7,78%). Y en Correos se han podido ver largas colas de ciudadanos para solicitar el voto por correo.

Pero Melilla siempre está a la cabeza del voto por correo y es algo que ha ido ligado en otras elecciones a los casos de fraude electoral y de compra de estos votos a cambio de dinero y otras prebendas. Cabe recordar que en las generales de 2008, el entonces secretario general del PSOE, Dionisio Muñoz, y el actual presidente de Coalición por Melilla, Mustafa Aberchán, fueron condenados a dos años de cárcel e inhabilitación por comprar votos por correo a cambio de planes de empleo. Y éstos partidos también acusaron en dos elecciones al PP de comprar votos pero las denuncias que interpusieron acabaron en absolución. Una de ellas fue en 2019, cuando ya se tuvo que establecer un control de seguridad en el exterior de la oficina de Correos para evitar altercados.

El presidente de Melilla: "Cuando no es compra de voto es robo, es inaguantable"

El presidente de la ciudad, Eduardo de Castro (Cs), ha considerado en RNE que es “demencial asistir a este tipo de episodio cada vez que tenemos una consulta electoral”: “Cuando no es compra de voto, es robo, y ya atraco a los carteros. Es inaguantable”.

La delegada del Gobierno en Melilla no se explica la finalidad que han tenido los robos de esta campaña, ya que si los votos solicitados no llegan a sus destinatarios, la consecuencia es que se anulan y quedan invalidados. Y las personas que lo solicitaron y no recibieron su documentación para votar, no pueden hacerlo. “Por lo tanto, no entendemos muy bien cuál es la estrategia”, expone Moh. Y es que subraya que los hurtos “podrían perjudicar a cualquiera de los partidos” porque los robos se han dado en barrios concretos y se ha sustraído el voto de “ciudadanos de calles al completo”.

El sistema permite que una persona autorizada pueda entregar el voto de otra en las oficinas de Correos. La sospecha de compra de votos suele surgir cuando esa persona entrega decenas de votos, incluso en oficinas de otras ciudades. De ahí, que también se haya reforzado la seguridad en la oficina de Correos tanto en el exterior como en el interior y en el puerto y el aeropuerto.

La Justicia investiga unos hechos de “gravedad máxima”

La semana pasada, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, afirmó que ya hay una investigación en marcha, que ya está “judicializada”. Este martes, Marlaska ha reiterado que la posible compra de votos por correo es "muy grave" y ha asegurado la "máxima dedicación" de la Guardia Civil para esclarecer lo ocurrido.

El robo de votos por correo y la sospecha de fraude ha sacudido la política local y los dos principales partidos en la ciudad autónoma, el PP y Coalición por Melilla, han llegado a defender que se anule todo voto que no sea depositado por el elector en la urna, es decir, que se elimine el voto por correo. Los segundos incluso han iniciado una recogida de firmas. Y Vox también ha pedido a la Junta Electoral la suspensión del voto por correo. Unas peticiones a las que el PSOE se ha opuesto al asegurar que contraviene la ley.

Mientras, las sospechas siguen copando la campaña. Este lunes, el candidato del PP al gobierno de Melilla, Juan José Imbroda, aseguró que el robo de papeletas se efectúa en los domicilios en cuanto los carteros se dan la vuelta tras entregar las mismas: “Este jueves, en una casa con tres solicitudes en el Barrio Calvo Sotelo, les ofrecieron 80 euros por cada uno”.