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España y Marruecos se comprometen a evitar ofensas en una cumbre clave que abre una nueva etapa en sus relaciones

  • Ambos países firman una veintena de acuerdos, entre ellos la reapertura progresiva de las aduanas de Ceuta y Melilla
  • Sánchez ha viajado con 11 ministros y se ha reunido con el primer ministro marroquí, pero no con el rey Mohamed VI

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España y Marruecos se comprometen a evitar ofensas en una cumbre clave que abre una nueva etapa en sus relaciones

España y Marruecos sellan la consolidación de la "nueva etapa" en su relación en una cumbre "excepcional" en Rabat, tal y como la ha definido el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Este jueves ambos países han renovado su cooperación diplomática en la XII Reunión de Alto Nivel (RAN), un encuentro que simboliza el fin de la crisis diplomática abierta dos años atrás.

"El día de hoy representa un hito para España y Marruecos", ha reivindicado Sánchez en una comparecencia al término de la cumbre, que ha servido para alimentar "un clima de confianza mutua y genuina cooperación como nunca antes había existido entre ambos países".

Antes, el jefe del Ejecutivo español había destacado que Madrid y Rabat habían alcanzado un compromiso de respeto mutuo basado en la transparencia y el diálogo y "no en los hechos consumados". "Vamos a evitar todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte, especialmente en lo que afecta a nuestras respectivas esferas de soberanía", ha señalado desde Rabat.

Se trata de la primera cumbre de este tipo en ocho años, y ha sido excepcional no solo por este hecho, ha señalado Sánchez, sino también por el alto número de participantes, 11 ministros españoles y 13 marroquís, y del número de acuerdos alcanzados, una veintena. Quien no ha participado ha sido el rey Mohamed VI, que en su lugar ha mantenido una conversación por teléfono con Sánchez, a quien le ha emplazado a una próxima visita oficial.

Acuerdos sobre inversiones, migración, aduanas o educación

Entre los acuerdos, destaca un nuevo protocolo financiero que sustituirá al de 2008 y permitirá la financiación de proyectos en Marruecos por valor de 800 millones de euros, que se gestionarán a través del FIEM, un fondo del Ministerio de Industria y Comercio para fomentar la inversión en el extranjero. Madrid y Rabat impulsan además una "nueva asociación económica" para que España se convierta en un "inversor de referencia" en el país norafricano.

Ambos países también se han comprometido a seguir abriendo "de manera ordenada y progresiva" las aduanas comerciales en Ceuta y Melilla, y Sánchez ha celebrado el "éxito" de la prueba piloto del pasado viernes para reabrir estas aduanas.

El texto conjunto de la RAN no menciona específicamente los dos enclaves españoles y no establece fechas concretas, algo que se hace por seguridad, según fuentes del Gobierno. Respecto a la última declaración del 7 de abril de 2022, aporta que se "tienen en cuenta las conclusiones de la prueba piloto del 27 de enero" y los dos países llevarán a cabo más pruebas según un "calendario acordado".

Se han alcanzado también pactos para abrir vías de migración regular y ambos países han acordado "intensificar su cooperación en el ámbito de la lucha contra la migración irregular, el control de fronteras, la lucha contra las redes y la readmisión de migrantes en situación irregular".

Otros pactos también incluyen la apertura de secciones bilingües en español en Marruecos, fomentar la educación privada de colegios españoles en el país vecino, promover la movilidad de estudiantes en ambos países o simplificar los trámites administrativos de los estudiantes marroquíes en España.

España reitera su apoyo a la postura marroquí sobre el Sáhara

En cuanto al Sáhara, la declaración se limita a decir que España no ha cambiado su postura respecto al histórico giro dado por el Ejecutivo el año pasado, que sirvió para cerrar la crisis diplomática. España "reitera la posición expresada" en abril, por la que considera "la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo".

Mientras que Sánchez no ha mencionado esta cuestión en ninguna de sus tres comparecencias públicas en Rabat, el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, se ha referido a ella en las tres ocasiones. Ha saludado la "valentía" de Sánchez para aceptar la solución marroquí sobre la antigua excolonia. Gracias a ese punto de inflexión, ambos países pueden tener ahora una relación "excelente", basada en "la confianza, la transparencia, el respeto mutuo y el respeto a los compromisos alcanzados".

No ha habido acuerdos específicos sobre derechos humanos, aunque fuentes de Moncloa defienden que el respeto a los derechos humanos está siempre en el ADN del Gobierno y forma parte de todas las negociaciones con los socios de España. Este asunto ha estado en el punto de mira de organizaciones internacionales tras el trágico salto a la valla de Melilla de junio del año pasado, en el que fallecieron al menos 23 migrantes y hay decenas de desaparecidos.

En la declaración final, los dos países mencionan su "compromiso con la protección y la garantía de los derechos humanos como base imprescindible para la convivencia democrática, el Estado de derecho y la buena gobernanza".

Sin encuentro oficial con Mohamed VI

Antes del inicio de la cumbre las fuentes gubernamentales no aclaraban si habría encuentro entre Sánchez y el jefe de Estado marroquí, y se remitían a la Casa Real alauita. Finalmente, Mohamed VI y el presidente español mantuvieron una conversación por teléfono de una media hora, en la que el monarca emplazó a Sánchez a próxima visita oficial a Rabat, algo que este ha aceptado.

El PP ha criticado este "plantón", que tacha de "humillación" al Gobierno español, y que da la "medida del peso pluma internacional" de Sánchez. Desde el Ejecutivo responden que la llamada estaba programada desde hacía días, que esta RAN es una reunión entre jefes de Gobierno y no de Estado, que Mohamed VI está fuera Marruecos, y que tiene más importancia una larga conversación como esta que una foto protocolaria.

El Ejecutivo ha defendido la implicación "personal" del monarca marroquí en esta cumbre, algo poco habitual en encuentros como este, según destacó el ministro español de Asuntos Exteriores.

Cierre de una de las peores crisis diplomáticas entre Marruecos y España

El encuentro, el primero de este tipo desde que Sánchez está en el Gobierno, pretendía sentar las bases de una relación sólida que evite crisis constantes, señalaban fuentes gubernamentales antes del inicio de la cumbre. Se ha celebrado tras el conflicto diplomático que se inició con la acogida en España en abril de 2021 del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, para recibir tratamiento médico, y que culminó unas semanas después con la entrada ilegal de cerca de 10.000 migrantes en Ceuta en poco más de 24 horas y la retirada de Marruecos de su embajadora en Madrid.

Durante casi un año, sin embajadora en España, ambos países no tuvieron apenas relación diplomática. Finalmente, en marzo de 2022, España dio un giro a su postura sobre el Sáhara y respaldó por primera vez la vía de la autonomía decidida por Marruecos para la antigua excolonia española. Sánchez visitó en abril al Mohamed VI en Rabat para formalizar el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre ambos países, y allí acordaron celebrar esta reunión de alto nivel.