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Elecciones legislativas en EE.UU.

Las legislativas, prueba para los republicanos ante el inminente regreso de Trump

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Trump en un acto de campaña en Miami
Trump en un acto de campaña en Miami

El Partido Republicano llega a las elecciones de mitad de mandato de Estados Unidos sin haber elegido a un nuevo líder desde que el expresidente Donald Trump dejara el cargo tras la victoria de Joe Biden en las presidenciales de 2020. Sin embargo, la huella del 'trumpismo' en la formación que, según los sondeos, se hará con el control, al menos, de una de las Cámaras, está lejos de borrarse y el exlíder republicano podría volver a postularse como candidato para la próxima carrera electoral hacia la Casa Blanca.

El exmandatario ha apoyado la campaña de varios de sus colegas de formación y el resultado que coseche en los comicios podría marcar si el futuro de los republicanos será con o sin Trump.

“Estas elecciones serán una buena prueba de la capacidad de Trump para influir en las carreras competitivas en los estados y distritos indecisos”, asegura a RTVE.es el profesor de Ciencia Política de la Universidad Católica de América, Matthew N. Green. Sin embargo, advierte, se exagera sobre la capacidad del expresidente para conseguir que los republicanos sean elegidos.

Según la politóloga del Watson Institute Wendy Schiller, el exlíder republicano se atribuirá el mérito, si ganan, de haber apoyado a los candidatos de algunos estados clave para el control de la Cámara Alta, como Pensilvania, donde ha respaldado a Mehmet Oz en su carrera hacia el Senado y a Doug Mastriano, el candidato a gobernador. Ocurrirá lo mismo con los candidatos de Arizona y Ohio.

Trump se prepara para anunciar su candidatura

Desde septiembre, Trump ha multiplicado sus apariciones públicas en este tipo de eventos y en las últimas semanas ha participado en varios actos de campaña en los estados ya mencionados y en otros como Iowa, Texas o Florida. Su presencia en el partido es evidente y el exmandatario, que enfrenta varias investigaciones y demandas, entre ellas por el papel que pudo jugar en el asalto al Capitolio, ya ha dado pistas sobre una posible candidatura.

De hecho, el pasado jueves aseguró en un mitin en Iowa que "muy muy probablemente" volvería a ser candidato e insistió en que las últimas elecciones presidenciales fueron manipuladas. Además, en su último mitin adelantó que haría un "gran anuncio" al respecto el 15 de noviembre, apenas una semana después de la celebración de los comicios.

"Parece que Trump está entrando en la carrera de nuevo", asegura el profesor de Política Estadounidense de la Universidad de Michigan, Matthew Grossman. "Básicamente, lo convencieron de no anunciarlo antes de las elecciones de mitad de mandato, para no perjudicar a algunos candidatos republicanos".

“Trump sigue dominando el Partido Republicano, es realmente su partido y es probable que siga siéndolo en el futuro inmediato”, expone a RTVE.es el politólogo estadounidense John K. White. El experto cree que es “muy probable” que Trump se presente a las elecciones de 2024, y que cualquier acusación en relación con las investigaciones que le persiguen solo reforzará su decisión. La Presidencia, dice, “es su protección legal frente a las acusaciones”.

Schiller, por su parte, cree que las investigaciones que le persiguen podrían abrir la puerta a otros candidatos de su partido, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, para desafiar a Trump en la carrera hacia la presidencia. "DeSantis puede decir que es igual que Trump en cuanto a objetivos políticos, pero sin su carga personal, empresarial y política", afirma la profesora.

La polémica ha envuelto al exmandatario en los últimos meses. En agosto, el FBI registraba la residencia de Trump en Florida en busca de documentos oficiales, entre ellos, documentos clasificados sobre información nuclear, según The Washington Post. El medio estadounidense informó que entre los papeles incautados figura uno en el que se describen las defensas militares de un gobierno extranjero, incluidas sus capacidades nucleares.

En octubre, Trump fue llamado a declarar por el Comité que investiga el Asalto al Capitolio, el mayor ataque contra el corazón de la democracia estadounidense, en el que murieron cinco personas. Los responsables de la investigación alegaron que el entonces presidente tenía un "plan premeditado" para declararse ganador de los comicios de 2020. Además, hace unas semanas arrancaba en Nueva York la selección del jurado en el juicio contra su empresa, la Organización Trump, acusada de nueve delitos, entre ellos, fraude fiscal.

Un "lastre" para algunos republicanos

"Solo cuando los republicanos pierdan sistemáticamente, el partido irá más allá de Trump, pero es probable que el 'trumpismo' siga siendo la fuerza dominante dentro del partido, con o sin él", expone White. El politólogo cree que los republicanos se beneficiarían de apostar por otro candidato, aunque señala que es poco probable que eso ocurra.

Nombra a algunos como DeSantis, al representante de Arkansas en el Senado, Tom Cotton o al ex Secretario de Estado durante la administración de Trump, Mike Pompeo. "Y no perdería de vista a Kari Lake (candidata a gobernadora en Arizona)", afirma.

Para Green, el exmandatario supone "un lastre para el Partido Republicano". Si bien inspira a algunos conservadores a votar, es impopular a nivel nacional y ayuda a impulsar a los candidatos demócratas. "Trump también ha ayudado a mover el partido en una dirección más antiinmigración y antidemocrática, lo que es perjudicial no solo para el Partido Republicano, sino para el país en general", añade.

También insiste en esta idea Schiller. “Trump ha sido un factor decisivo para influir en la elección de los votantes de las primarias republicanas, pero, al mismo tiempo, es una razón para que los demócratas salgan a votar en las elecciones generales contra los candidatos que respalda”, explica.

Grossman, por su parte, advierte que los temas en los que el Partido Republicano está haciendo hincapié giran en torno a impuestos, presupuestos y economía en general. "Son considerados temas de propiedad republicana, lo que significa que los votantes confían más en ellos que en los demócratas para estos asuntos", explica el profesor.

No hay señales, dice, de que la formación mantenga la agenda 'trumpista' de 2016, lo que demuestra el hecho de que temas como la inmigración o el comercio no han aparecido tanto en la publicidad de campaña republicana.

El camino hacia las presidenciales

Tras la victoria de Trump frente a Hilary Clinton en 2016, los republicanos vieron recuperado su poder a nivel federal y estatal, pero la fuerza de Trump se desvaneció en 2018, cuando su formación perdió el control de la Cámara de Representantes. Dos años después, Trump fue derrotado en unas elecciones que se empeñó en calificar de “fraude” y que culminaron con el asalto al Capitolio por parte de una multitud de sus simpatizantes alentados por las afirmaciones de su líder.

Ahora, como viene siendo habitual para el partido de la oposición en este tipo de elecciones, los republicanos saldrán victoriosos, según los sondeos, y podrían hacerse con el control de, al menos, una de las Cámaras. Esto daría un giro a la política del presidente Biden y allanaría el camino de cara a la campaña para las próximas presidenciales.

Sin embargo, tal y como menciona Grossman, los buenos resultados que se esperan para los republicanos no tienen por qué traducirse en un éxito electoral en 2024. “No significa necesariamente nada para 2024. Las elecciones de mitad de mandato no están realmente relacionadas con la siguiente elección presidencial”, expone.

Sí se tendrá en cuenta la gestión que haga el partido si controla alguna Cámara. Schiller destaca que podrían adoptar posiciones extremas en el Congreso, como impugnar al presidente Biden o utilizar los poderes de investigación que otorga el control de la Cámara para realizar ataques personales. Estas acciones, añade, podrían repercutir en las presidenciales de 2024.

Con todo, la experta recuerda el peso de la economía ante la amenaza de una recesión en 2023. "Tienen que ser estratégicos sobre lo que tratan de lograr y no ser descarrilados por sus miembros más extremos de ambas Cámaras para mantener con ellos a los votantes en 2024. Si es la economía ahora, será la economía entonces", concluye la profesora.