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José María Michavila: "Si el PSOE no mete a quienes quieren reventar España, se puede renovar el CGPJ"

  • 'La Edad Democrática' es el título del libro publicado por el que fuera ministro de Justicia en el gobierno de Aznar
  • Considera al papa Juan Pablo II como el personaje contemporáneo que más ha influido en su vida

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Parlamento - La entrevista - José María Michavila, "La Edad Democrática" - 15/10/2022

José María Michavila es doctor en Derecho y licenciado en Historia. En su nuevo libro 'La Edad Democrática' este empresario y profesor que fue ministro de Justicia con José María Aznar reflexiona sobre nuestra historia reciente, y no tan reciente, y la calidad democrática de nuestra sociedad. Fue uno de los artífices del Pacto de Estado por la Justicia en 2001, y cree que si hay voluntad PSOE y PP pueden ponerse de acuerdo para renovar el CGPJ "en 24 horas".

Pregunta.- Muchas gracias por atender a Parlamento.

Respuesta.- La verdad es que te agradezco mucho que me hayas traído aquí, porque como cuento en el libro, me gusta mucho la biblioteca de las Escuelas Pías. Es fantástica. Además, este fue el primer centro que atendía sordomudos en España y una de las cosas que cuento en el libro es el gran beneficio social que hace tanta gente que entrega su vida a los demás en instituciones religiosas. Este es un ejemplo clarísimo. Aquí se educaba a sordomudos cuando muy poca gente atendía a esas personas con dificultades.

P.- 'La Edad Democrática' es una reflexión sobre cómo ha cambiado la democracia y la vida en los dos últimos siglos. Pero ¿qué me dice de hoy en día? ¿Cuál es el estado de salud de la democracia? Porque hay quien piensa que está en crisis.

Hoy las democracias tienen una suerte de crisis: hay populismos, hay radicalismos

R.- Creo que la democracia tiene mucho futuro. Yo este libro le llamo 'La Edad Democrática', porque la edad contemporánea ya no nos es contemporánea, ya se acabó. No sé si cuando cayeron las Torres Gemelas, el Muro de Berlín, se inventó el internet con la redonda y mágica cifra del año 2000, que tiene tres ceros, o cuándo, pero acabó. Y aquella edad lo que nos trajo es la democracia que va a pervivir. La democracia ha hecho que podamos poner y quitar gobernantes, pero también ha generado una dinámica de apertura social, de dinamismo, de inventos, de ingenio, de apuesta, de riesgo, que ha generado todo lo que hace que vivamos más: la penicilina, la nevera, el aire acondicionado del que tanto se habla ahora. Hay una unión entre democracia y crecimiento, calidad de vida, vivir más y vivir mejor, indudable y evidentemente. Hoy las democracias tienen una suerte de crisis. Hay populismos, hay radicalismos.

P.- ¿Hasta qué punto los populismos amenazan la democracia y el populismo? ¿Cuál de los populismos es más peligroso, el de la derecha o el de la izquierda?

R.- Para mí ambos son igual de peligrosos. También es cierto que la izquierda causó muchos muertos en el mundo. O sea, la izquierda dijo "voy a acabar con los pobres" y en Rusia, en China, en Vietnam, en Camboya, ahora en Venezuela, en Cuba... ha generado miseria y en muchos de estos países matanzas tremendas. Ambos populismos son contrarios a la democracia. Ahora yo creo que son fiebres que van a pasar. A mí me da la impresión de que la democracia liberal humanista, la de la separación de poderes, la del respeto a la verdad, la del respeto al ciudadano, la de un hombre un voto; esa va a pervivir, sin duda.

Jose María Michavila conversa con Diana Arias envueltos en una luz amarillenta.

Jose María Michavila conversa sobre su último libro con Diana Arias. RTVE

P.- José María Michavila es profesor de Historia, imparte un máster de Humanidades y los primeros días de clase les pregunta a sus alumnos por sus personajes favoritos de la Edad Contemporánea. Dígame dos de los suyos. Dos de sus personajes favoritos.

Juan Pablo II acabó con el comunismo, ayudó a la caída del muro de Berlín

R.- Tienen la suerte de aprender mucho de Popper o de Darwin o de Gombrich. He tenido la suerte de admirar y tratar mucho a Juan Pablo II, al que de verdad creo que hizo un gran bien en la humanidad porque acabó con el comunismo, ayudó a la caída del muro de Berlín. He tenido la suerte de aprender de Nelson Mandela, con el que conviví unos días, o de disfrutar con gente como Shakira o como Luis Figo, como Emilio Butragueño, como Alejandro Sanz, o de trabajar a las órdenes de Aznar o colaborar con los ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea para evitar que ETA matara en España y en Francia. Y esos ejemplos de esas personas son las que meto en el libro. Quizá si me tuviera que quedar con un personaje que influyó mucho en mi vida, Juan Pablo II.

P.- Hace unos 20 años que ha dejado la política activa en primera línea. Por aquel entonces no había Twitter ni redes sociales.

R.- Empecé con el email. Efectivamente, no había.

P.- En estos 20 años ha cambiado mucho la política. Y la manera de comunicar la política también ha cambiado mucho las cosas. Por ejemplo, ustedes en el PP y sus compañeros del PSOE sí fueron capaces de llegar a un acuerdo, nada menos que el de firmar un pacto por la Justicia. Y mire cómo estamos ahora. ¿Cuál fue el secreto? ¿Cómo lo consiguieron?

Había 194 terroristas convictos de crímenes de sangre que tenían un sueldo público, que vivían de nuestros impuestos

R.- En aquella época España tenía un problema y era que ETA mataba y decidimos que sin atajos, pero sólo con la ley, pero con toda la ley, se podía vencer al terror y al terrorismo. Y aquello había que hacerlo por consenso. Hicimos un gran acuerdo entre el Partido Socialista y el Partido Popular. Hicimos cinco leyes muy eficaces. La primera, acabar con la kale borroka, que en seis meses acabó con algo que llevaba años cometiendo atentados, quemando autobuses, cajeros, sembrando el terror diario en las calles. Lo hicimos con una ley que fue un invento de mi equipo con Ángel Acebes y el Ministerio. Una ley para dejar de pagar a ETA con nuestros impuestos. Había 194 terroristas convictos de crímenes de sangre que tenían un sueldo público, que vivían de nuestros impuestos, que se paseaban por los pasillos de la democracia con la pistola en el bolsillo, gestionando y manejando ayuntamientos, diputaciones, parlamentos autonómicos e incluso en el Parlamento Europeo. Y le explicamos al mundo que no se puede decir que uno es un romántico cuando mata. No era algo que circulara libremente en la Unión Europea, sino que si un juez español quería detener un terrorista, tenía que ser enjuiciado por un juez francés, holandés o belga para ver si era terrorista. Aquello era algo tercermundista, medieval. E hicimos la orden en la cual contamos con mucho apoyo de la Unión Europea.

Jose María Michavila, ex ministro de justicia: "Los partidos en vez de buscar el centro, se dejan tirar por extremos"

P.- Esas reformas tuvieron que hacerse por consenso, como también ahora. Debería desbloquearse por fin el Consejo General del Poder Judicial.

R.- Son estilos, yo no tengo dudas. Hay una realidad: España ha vivido bajo un paraguas que es la Constitución del 78, que ha sido un ejemplo que nos permitió pasar de una dictadura a un modelo de convivencia en el que los españoles juntos miramos al futuro y no nos afrontamos con el pasado. Ahora nos arrancamos con el pasado. ¿A alguien le puede interesar quedarse con el pasado? Y además, resulta que en las instituciones se han incluido ahí tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. En el ejecutivo está un partido que no está para renovar el modelo de convivencia, sino en buena medida, para reventarlo. Y en el Parlamento hay partidos que mandan en la agenda parlamentaria y que no creen en el modelo de convivencia constitucional que nos dimos en el 78. ¿Y quién tiene el comando? Yo no tengo duda. Conociendo a Núñez Feijóo, que si el Gobierno o el Partido Socialista le hace una propuesta en la que se renueve en las sillas del Poder Judicial sin meter dentro a quienes quieren reventar el modelo de convivencia, estoy seguro de que en 24 horas llegan a un acuerdo, no tengo duda.

P.- Como ministro de Justicia le tocó vivir los atentados del 11-M

Cuando en 2004 se producen los atentados de Atocha, estuve 72 horas sin cambiarme de ropa identificando cadáveres

R.- Sí, la verdad es que es duro recordarlo, pero ya que lo dices sea, yo creo que fue ejemplar. Juntos. Partido Popular. Partido Socialista. Convergència i Unió. Coalición Canaria. Partido Andalucista. Pusiéramos en marcha la lucha contra el terrorismo dentro de la ley. Sin embargo, cuando en el 2004 se produce el atentado Atocha, a mí me tocó estar mi responsabilidad. A mí me tocaron 72 horas sin cambiarme de ropa, identificando cadáveres. Era la responsabilidad del Ministerio de Justicia con los forenses. Vivimos momentos muy dramáticos y yo el domingo salgo a votar. Y hago lo que hacía siempre, que era dar la mano a todos los que estaban en la mesa. Y una persona que en ese momento era la persona que representaba al Partido Socialista en esa mesa, me dijo: "Ministro, yo a ti no te doy la mano porque la tienes manchada de sangre". Nos responsabilizaron de los atentados. Yo no daba crédito porque no había oído lo del "pásalo" ni había oído lo de las manifestaciones en la sede del Partido Popular, porque yo estaba a otra cosa. Sinceramente, aquello no fue un episodio bonito de la democracia española.

P.- Y ahora, con todos los años que han transcurrido, seguro que han reflexionado mucho sobre esto. ¿Ustedes hacen algún tipo de autocrítica sobre cómo se gestionó la información? Me refiero a cuando se apuntaba la autoría de ETA.

El primero que puso encima de la mesa la llamada pista islámica fue el propio ministro del Interior, Ángel Acebes

R.- El primero que puso encima de la mesa la llamada pista islámica fue el propio ministro del Interior, Ángel Acebes, que ha pasado por la izquierda como un gran mentiroso, cosa que es falsa. Pero yo hice un acuerdo con Zapatero para que los referéndum ilegales fueran ilegales, nos hubiéramos ahorrado muchísimos disgustos. Fue el último acuerdo que hice con él en el Pacto de la Justicia, donde aprobamos 21 leyes por consenso. Pero en el último momento de Legislatura, había una enorme crispación y el Partido Socialista decidió apelar al sentimiento de su votante. Y cada vez que hay una desgracia en España, la culpa era del Gobierno. Cuando hubo el 'Prestige', la culpa era del gobierno que queríamos ensuciar y no éramos ecologistas. Cuando se cayó un avión, desgraciadamente, y murieron militares, la culpa era del gobierno. Cada desgracia que había en ese momento, la culpa era del gobierno. Y cuando pusieron una bomba, también el Partido Socialista dijo que la culpa era del gobierno. Yo sinceramente creo que no es una forma edificante de hacer política. Yo me quedo con esa parte más constructiva, con esos políticos que supieron... Ayer hablé con Fernando López Aguilar. Ambos deseamos que en España haya un gran consenso entre las principales fuerzas políticas para resolver los problemas diarios de la gente, que además hay problemas muy gordos en este momento en el mundo y en España.