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Economía

El pequeño comercio rechaza la cesta básica de Díaz: "No podemos competir, terminaría de rematarnos"

  • Supondría "un varapalo" para los pequeños negocios, que ya asumen las subidas de luz, gas y materias primas
  • Explican que provocaría un ‘efecto llamada’ para comprar productos que, según los artesanos, son de peor calidad

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El pequeño comercio rechaza la cesta básica de Díaz: "No podemos competir, terminaría de rematarnos"
Un puesto de frutas del mercado de abastos de Triana, Sevilla.

Incertidumbre y temor al cierre de negocios. Así ve el escenario el pequeño comercio en caso de que se aplique la cesta de productos básicos a precio fijo en grandes supermercados, una medida impulsada por la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

Con la inflación disparada al 10,5% y los elevados precios de luz, gas y materias primas, panaderos como Eduardo creen que esta medida puede suponer “un varapalo para el pequeño comercio”. Ha tenido que pagar 3.000 euros más por la factura de la luz de su negocio este mes, y la harina y el aceite de girasol también se han encarecido. En este escenario, "no podemos competir con las grandes superficies”, indica, y prevé que si la medida sale adelante, muchos comercios tendrán que cerrar.

Daniel es dueño de una pastelería de barrio en León y ha visto cómo la mantequilla, los lácteos, los huevos, el chocolate y el azúcar que necesita para elaborar sus productos se han encarecido un 15%. Con el aumento de costes, cree que esta cesta básica podría provocar la pérdida de clientes y, por tanto, "terminaría de rematarnos".

En concreto, Díaz quiere convencer a los grandes supermercados que venden grandes cantidades para que ofrezcan una cesta con productos básicos a un precio fijo hasta después de estas Navidades. Las grandes cadenas pueden permitirse negociar mejores precios con sus proveedores y seguir manteniendo cierto beneficio, incluso reduciendo el margen por producto. Sin embargo, el pequeño comercio no podría hacer lo mismo porque vende a pequeña escala y necesita un margen más amplio para obtener rentabilidad.

Por tanto, los pequeños negocios no entienden que, por un lado, se anime a la población a consumir en las pequeñas tiendas de barrio y, por otro, se articule un mecanismo que llame a los clientes a comprar en grandes hipermercados. Por ello, muchos profesionales piden que se atiendan a sus necesidades para evitar echar el cierre de sus locales.

Una medida "ilegal" y un revés para los pequeños negocios

La ministra Díaz ha indicado que su propuesta voluntaria, no obligatoria, y se pueden sumar las cadenas que quieran hacerlo. Este lunes, además, ha remarcado que es "perfectamente legal" y respeta la normativa europea y la española, incluida la ley de comercio. Sin embargo, no ha sido bien recibida por parte de la patronal del comercio del país, que ya mostró el pasado viernes su rechazo a esta iniciativa.

“En primer lugar, creemos que la medida de la ministra es ilegal”, nos explica Eduardo Villar, presidente de la Confederación Española de Panadería, Pastelería, Bollería y Afines (Ceoppan), ya que el Tribunal de Competencia prohíbe pactar precios, algo que han hecho constar a la Confederación. Además, aclara que su sector depende del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y que esta cuestión no corresponde al Ministerio de Trabajo y Economía Social dirigido por Díaz.

Es un varapalo para el pequeño comercio, no podemos competir con las grandes superficies”, ya que, en su caso, su único reclamo es el pan, mientras que en los supermercados la oferta es más variada. Eduardo, que tiene su propio negocio en Logroño, asegura que su mayor problema es seguir pagando el gas y la electricidad, que se han disparado. “Si me suben la harina y el precio de la luz 3.000 euros de un mes para otro, yo tengo un recorrido muy corto”.

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A esto se añade el sueldo de sus nueve empleados cualificados, algo que las grandes superficies no necesitan porque cuentan con máquinas, matiza. “No podemos ser competitivos porque con lo que a nosotros nos cuesta elaborar 20 barras, una gran superficie puede sacar 2.000. Es imposible luchar contra eso”, explica. Es él quien asume los costes y no puede trasladarlos al precio final del cliente porque, de hacerlo, se iría a las grandes cadenas.

En esta situación, muchos negocios están cerrando y, aunque cree que el Gobierno “hace lo que puede”, cree que si la medida de Díaz sale adelante muchas panaderías van a tener que cerrar.

Prevén que se compren menos alimentos artesanales

Daniel asegura que su negocio depende mucho de los costes energéticos y las materias primas, dos elementos que, según explica, se han encarecido mucho a raíz de la guerra de Ucrania. "Más que reducir gastos, hemos recortado de nuestro margen de beneficios para que el cliente lo note lo menos posible", nos cuenta, aunque señala que el aumento en el precio final no se corresponde con el incremento de costes que tienen que asumir.

"Igual que fuimos esenciales en su momento, también lo somos para poder optar ayudas que se están planteando a otros sectores"

Por ello, en un escenario que actualmente ya es difícil para su negocio, pide que la medida de Díaz no salga adelante, ya que "terminaría de rematarnos". Tanto él como Eduardo recuerdan que su trabajo es artesanal y "sale de sus manos", lo que limita su capacidad de producción frente a la maquinaria de grandes cadenas. Por ello, ambos ven imprescindible valorar el esfuerzo de su trabajo y la cualificación de su mano de obra.

Sin embargo, en un escenario de elevada inflación, Eduardo entiende que los hogares no tengan dinero suficiente para comprar en establecimientos con productos “más artesanales y de mayor calidad” que el de las grandes superficies. Partiendo de esta base, cree que si esta medida sale adelante, provocará un ‘efecto llamada’ para comprar productos que él considera de peor calidad.

Aliviar más la factura energética y rebajar el IVA de alimentos básicos

Aunque todavía no se haya aprobado la medida, el sector está sumido en la incertidumbre y, ante el temor a perder clientes, pide medidas concretas que beneficien a las pequeñas empresas.

Entre ellas, una regulación de precios de materias primas como harinas y el aceite de girasol y frenar la subida de la electricidad y el gas. Eduardo también ve necesario bajar el precio del gasoil para aliviar las cuentas de muchas panaderías que hacen repartos a domicilio en zonas rurales de la España vaciada. En definitiva, frenar una subida de precios que afecta a diversos gremios: “Es imposible seguir, ya no solo como panadero, sino también como carnicero y pescadero”, señala.

Otro aspecto esencial para el sector es una rebaja de impuestos y el presidente de la Asociación de Detallistas de Frutas y Verduras de Barcelona, Tino Mora, ha sugerido este lunes eliminar el IVA de los productos básicos de alimentación.

Para Rafael Torres, presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), también es clave ampliar el número de productos que se consideran de primera necesidad y, por tanto, bajarlos al 4%. Además, ha propuesto descontar la inflación en el impuesto de la renta de los hogares más vulnerables para que tengan menos problemas para acceder a la cesta de la compra, tal y como ha explicado este lunes al Canal 24 horas.

La patronal del comercio cree que la cesta de Díaz "no tiene ningún sentido" y perjudicará a los pequeños negocios.

“La ministra está invitando a ir al pequeño comercio y, a la vez, está intentando pactar con las grandes superficies una política comercial”, lo que a su juicio perjudicando al pequeño comercio, un sector que incluye a más de 400.000 establecimientos, según ha apuntado.

Si la medida se pone en marcha, Torres cree que "se van a cargar la competencia" y “quien pierde al final es el consumidor”, porque al tener menos oferta, también tiene menos libertad para elegir.

En esta línea, los supermercados también han mostrado su rechazo a la medida, ya que consideran que es ineficaz y podría distorsionar el mercado. Además, también podría suponer un "daño irreparable" para la agricultura, tal y como ha señalado este lunes el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, que matizado que "pactar o limitar precios es ilegal", algo que también advirtió el pasado viernes la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En este contexto, el pequeño comercio pide medidas urgentes y no iniciativas que puedan lastrar aún más sus negocios. Como reflexión, Eduardo recuerda que durante la pandemia fueron considerados como un servicio esencial, y Daniel pide que no se olviden de ellos: "Igual que fuimos esenciales en su momento, también lo somos para poder optar ayudas que se están planteando a otros sectores".