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Coronavirus | Castilla-La Mancha

Las ayudas al sector ovino y caprino, fundamentales para un sector muy golpeado por la crisis

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El coronavirus ha supuesto un duro  golpe para los productores de ovino y caprino, que tiene su principal vía de distribución en hoteles, restaurantes y cátering.
El coronavirus ha supuesto un duro golpe para los productores de ovino y caprino, que tiene su principal vía de distribución en hoteles, restaurantes y cátering.

Los ganaderos de ovino y caprino llevaban semanas de lamentos. El estado de alarma decretado por el virus y el consecuente cierre de restaurantes les ha dejado miles de corderos sin vender. En esto las encuestas son tercas: la principal vía de consumo del cordero en España es el llamado canal Horeca (hoteles, restaurantes y catering). Anulada esta vía los ganaderos se han quedado con los corderos sin vender y además han tenido que alimentarlos a base de pienso, doble pérdida.

La situación ha llegado a tal extremo que el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha afirmado que “el sector del ovino ha sido uno de los que más ha padecido la crisis del coronavirus”. Curiosamente, la celebración de la fiesta del Ramadán y la importación de corderos por parte de Marruecos, ha representado una pequeña vía de escape para muchos ganaderos españoles.

El virus ha llegado además en un momento especialmente sensible para el sector, en plena temporada, con las parideras a punto para el nacimiento de los corderos. Los lechales se sacrifican antes de un mes de vida, cuando pesan en torno a los cinco kilos. Desgraciadamente, las fechas del infortunio cuadran y miles de corderos han nacido en España en pleno estado de alarma.

La doble crisis que el coronavirus provoca en la ganadería

Ayudas para compensar la pérdida de renta

Constatada la crisis del sector ovino y caprino, el Ministerio de Agricultura y las principales comunidades autónomas productoras han aprobado ayudas para paliar la pérdida de rentas. Diez millones de euros destina la administración central. Regiones como Extremadura, Castilla y León y Castilla-La Mancha complementan las subvenciones, que además son compatibles con las ayudas de la PAC. En el caso de Castilla-La Mancha cada ganadero puede percibir hasta 1.200 euros por explotación.

La situación creada por el coronavirus no ha venido sino a agravar el momento difícil que atraviesa el sector del ovino en España durante los últimos años. Cientos de pequeñas ganaderías sufren dificultades para afrontar los vaivenes de los precios del mercado. La concentración ganadera no llega, como tampoco el necesario relevo generacional de los propietarios.

El sector lácteo también ha sufrido la alarma

El ovino de carne ha pagado las consecuencias de la llegada del virus. Pero no ha sido el único. Los productores de leche de oveja también han visto reducidos sus ingresos, aunque en este caso la incidencia de la crisis ha sido menor y ha sido desigual en cada comunidad autónoma. De fondo, el conflicto de los precios, que parece crónico.

En Castilla-La Mancha los industriales (como en el resto del país) redujeron las compras a los ganaderos. Pero en esta región, una de las grandes industrias lácteas asumió la responsabilidad de recoger la producción de muchos pequeños ganaderos manchegos, que de no ser así habrían tenido poca capacidad de respuesta. Castilla-La Mancha produjo el pasado mes de marzo 16 millones de litros de leche de oveja, de los 52 millones que se produjeron en toda España.

Ahora las expectativas han mejorado. El fin del estado de alarma, la progresiva apertura de restaurantes, el aumento del consumo, han generado un clima de optimismo en muchas ganaderías de ovino. Se trata, en cualquier caso, de reducir pérdidas porque, como ellos dicen, el mejor momento del año para el cordero lechal… ya ha pasado.