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La patronal eléctrica califica de "precio político" y "artificial" la subida fijada por el Gobierno

  • Unesa señala que supone un "paso atrás en la liberalización del mercado"
  • Además, confía en que se defina cuanto antes un mecanismo definitivo

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El presidente de Unesa, Eduardo Montes, durante su intervención en un desayuno informativo organizado en Madrid por la Asociación de Periodistas de Información Económica
El presidente de Unesa, Eduardo Montes, durante su intervención en un desayuno informativo organizado en Madrid por la Asociación de Periodistas de Información Económica.

La Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa) ha calificado la subida de la luz aprobada por el Gobierno para el primer trimestre de 2014 de "precio político" y "artificial" y ha advertido de que supone un "paso atrás en la liberalización del mercado eléctrico".

El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes una subida del 2,3% para el recibo de la luz a partir del 1 de enero de 2014incremento que estará vigente sólo durante el primer trimestre del año.

En un comunicado, la patronal eléctrica confía en que se defina cuanto antes un mecanismo definitivo y en que la solución aprobada sea "meramente provisional y transitoria", así como que esté "ceñida" al primer trimestre de 2014.

Para Unesa el Ministerio de Industria ha fijado un precio que va en contra de las normativas europeas, "lo que entraña, de hecho, un riesgo importante para la liberalización".

Se siguen cargando "costes políticos"

Además, afirma que la decisión se ha tomado de manera "precipitada, improvisada y, una vez más, sin establecer ningún cauce de diálogo con las empresas del sector".

La patronal advierte al respecto de que el sistema eléctrico, la economía y el consumidor "necesitan" una tarifa eléctrica que se fije "de manera transparente, que esté limpia de sobrecostes de errores políticos que no tienen que ver con el suministro, y establecida en el ámbito de un mercado totalmente liberalizado".

Unesa recuerda que se siguen cargando "costes políticos" en el recibo, lo que supone que menos de la mitad de la factura sea por la energía consumida o los costes de transporte y distribución. El resto son "cargas fiscales y, sobre todo, políticas de subvenciones sociales y políticas medioambientales que no deberían esconderse en el recibo eléctrico", denuncia.