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YPF busca inversores para Vaca Muerta, tras un año sin Repsol, que lucha en los tribunales

  • Argentina aún no ha pagado un justiprecio por el 51% de Repsol
  • La petrolera española ha reclamado ante la justicia internacional

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Yacimiento de Vaca Muerta en la Patagonia argentina
Vista aérea del yacimiento de Vaca Muerta en la Patagonia argentina.

YPF cumple su primer aniversario desde que la presidenta argentina, Cristina Fernández, anunciara desde la Casa Rosada la decisión de intervenirla con una ley para expropiar a Repsol un 51% del capital, sin compensación económica, por lo que la petrolera española mantiene abiertos varios frentes judiciales.

Tras doce meses, el Gobierno argentino no ha logrado avanzar en la explotación del yacimiento de Vaca Muerta, pese a los acuerdos de intenciones con las compañías Bridas y Chevron, denunciados por Repsol. Un panorama complicado que puede llevar al gerente de YPF, Miguel Galuccio, a tender la mano a la petrolera española pese a los desencuentros.

Un  año después de aquel 16 de abril, en el que los funcionarios argentinos  expulsaron a Antonio Gomis y al resto de directivos de Repsol de la  sede de YPF, la compañía argentina exhibe una caída del beneficio neto del 12,2%, con su cotización bursátil hundida y un descenso del 24% en sus nuevas reservas.

Las  cifras actuales no garantizan la soberanía energética esgrimida por la  Casa Rosada como razón para la nacionalización. La rentabilidad sobre  patrimonio ha caído un 26% y la deuda neta ha aumentado en 1.200 millones de pesos (180 millones de euros).

Incendio en una refinería

Las  ventas de gasóleo se contraen a un ritmo del 7,6% y la producción de  crudo, gas natural y gas licuado del petróleo (GLP) ha registrado un  retroceso del 0,6%. Para colmo de males, el incendio este mes en la refinería de La Plata a 60 kilómetros de Buenos Aires hará caer un 7% la producción total de combustibles y exigirá una inversión de 800 millones de dólares para construir una nueva planta.

La cotización y el precio objetivo de consenso de los analistas se encuentra muy lejos de los niveles anteriores a la expropiación. Si en febrero de 2012 los títulos de YPF tenían un nivel objetivo de 55,2 dólares, un año después la cifra se ha reducido a casi un quinto,  12,03 dólares. Repsol ha mantenido el tipo, cotizaba en 16,42 euros el  17 de abril de 2012 y este lunes ha cerrado en 16,63 euros, además acabó  el ejercicio con un beneficio de 2.060 millones de euros.

Las dudas acerca de Vaca Muerta y de la propia marcha de YPF han alimentado desde comienzos de año los primeros rumores acerca de un acuerdo  entre Repsol y el Gobierno argentino. La petrolera española negó hace  apenas un mes cualquier negociación u "oferta alguna", al margen de los  "meros contactos" entre las partes.

Reclamaciones de Repsol

Pese a dejar la puerta abierta a un eventual acuerdo sobre un justiprecio, Repsol mantiene su determinación de denunciar ante todas las instituciones jurídicas  a su alcance la confiscación "ilegal" de sus acciones. La estimación  inicial era de 10.500 millones de dólares, unos 8.000 millones de euros,  aunque incluyendo el valor de Vaca Muerte la parte confiscada podría  superar los 15.000 millones de dólares.

La compañía presidida por Antonio Brufau ha denunciado el caso ante la corte internacional de arbitraje Ciadi,  donde se está constituyendo un tribunal. Repsol y Argentina ya han  nombrado a sus árbitros, y ahora el Ciadi debe buscar al presidente del  tribunal. La petrolera española ha elegido como representante arbitral  al chileno Francisco Orrego Vicuña.

Mientras, Repsol ha denunciado en Argentina la inconstitucionalidad de la intervención y la ocupación de YPF, y ha abierto en Estados Unidos cuatro frentes jurídicos, uno consistente en una demanda colectiva,  otro en una denuncia a Chevron, otro en una denuncia a Bank of New York  Mellon por no ejercitar sus órdenes de voto y otro en una reclamación  contra la petrolera argentina por no presentar la documentación  obligatoria a la SEC norteamericana.

En España, Repsol pleitea contra YPF por sus acuerdos de competencia desleal  con otras compañías, así como contra Chevron y Bridas por separado,  también por haber incurrido, desde su punto de vista, en práctica de  competencia desleal.