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Angela Merkel cree que una bancarrota griega destruiría la confianza en la deuda europea

  • Cree que provocaría un efecto similar al de la quiebra de Lehman Brothers
  • Confía en el apoyo de sus filas para reformar el FEEF el próximo jueves

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La canciller alemana, Angela Merkel, ha alertado de que una bancarrota de Grecia destruiría la confianza de los inversores en la deuda pública de los países de la eurozona y provocaría un efecto de contagio similar al desatado tras la quiebra de Lehman Brothers, en 2008.

"Tenemos que adoptar medidas que podamos controlar", ha declarado Merkel haciendo una comparación con el caso de Lehman Brothers. "No podemos destruir la confianza de todos los inversores a medio plazo y llegar a una situación en la que puedan decir que si hemos dejado que pase en Grecia, también lo haremos en España, Bélgica o cualquier otro país. Entonces ni una sola persona pondría su dinero en Europa", ha argumentado.

Durante una entrevista a la cadena de televisión pública (ARD), Merkel ha manifestado su confianza en la evaluación sobre la gestión de la crisis griega realizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Mientras el FMI esté convencido de la sostenibilidad de la deuda griega, ella también lo estará, ha asegurado.

Reforma del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera

En cuanto a la reforma del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), la dirigente alemana se ha mostrado confiada en que contará con el apoyo de sus filas cuando se vote en la Cámara Baja del Parlamento alemán (Bundestag) el próximo jueves.

El Gobierno siempre aspira a obtener una mayoría propia

"Evidentemente, el Gobierno siempre aspira a obtener una mayoría propia, a partir de los grupos parlamentarios que lo sustentan. Soy optimista y creo que esta vez se conseguirá".

La aprobación del proyecto se da por segura, puesto que desde la oposición socialdemócrata y verde se respaldará la reforma del FEEF, emanada de las resoluciones adoptadas en la cumbre de la Eurozona del pasado 21 de julio.

Sin embargo, destacados diputados de las filas del Gobierno de centro-derecha de la canciller han anunciado que lo rechazarán.

La posibilidad de que el proyecto acabe siendo aprobado con el respaldo de la oposición sería un revés para la credibilidad de Merkel, tanto a escala nacional como de cara al exterior.

Resta importancia a la votación de la reforma

La coalición de gobierno -integrada por la Unión Cristianodemócrata y la formación bávara hermana, Unión Socialcristiana (CDU/CSU), además del Partido Liberal (FDP)- atraviesa una complicada situación tras las derrotas electorales en serie sufridas en los comicios regionales de este año.

La coalición de Merkel tiene en el Bundestag 330 del total de 620 escaños en la presente legislatura. A juicio de la oposición, en caso de fallar esa mayoría propia la coalición de Merkel estaría políticamente acabada.

Algunos políticos alemanes han llegado a sugerir que si Merkel no logra el apoyo de la CDU y de sus socios de coalición Merkel debería disolver el Bundestag y convocar elecciones.

Estamos hablando de una ley completamente normal

Sin embargo, Merkel ha señalado que no considera que la votación suponga un "todo o nada" para su Gobierno.

"Estamos hablando de una ley. Una ley completamente normal. El Gobierno necesita una mayoría. La mayoría del canciller es la que se necesita cuando se elige canciller y en otros casos muy concretos. Yo quiero mi propia mayoría y lucharé por ello", ha señalado.