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Qué es la negociación colectiva y qué están negociando los agentes sociales

  • Los sindicatos y la patronal han ampliado ya el plazo en varias ocasiones
  • El Gobierno concede más tiempo a cambio del pacto entre los agentes sociales

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Sindicatos y patronal no han cumplido los plazos marcados para cerrar la reforma de la negociación colectiva en la reforma laboral aprobada por el Parlamento en septiembre, donde se fijaba un plazo de seis meses para que los agentes sociales se pusieran de acuerdo sobre las normas que regularán a partir de ahora los convenios colectivos, tanto en sectores como en empresas.

Ese mismo plazo fue convalidado el pasado 2 de febrero por los sindicatos mayoritarios (UGT y CC.OO.) y las patronales al firmar el pacto social y económico, en el que se volvía a insistir en que el 19 de marzo debía estar concluida esa negociación. Con este, los agentes sociales ya han incumplido varios plazos, cuando los anteriores se los habían marcado ellos mismos.

El Gobierno es consciente de que, en materia colectiva, se funciona mejor cuando hay acuerdo entre los agentes sociales, por lo que se ha resignado a esperar. No pudo -como deseaba- llevar ese acuerdo bajo el brazo a la cumbre europea del 24 y 25 de marzo, donde cada país presentó sus primeras medidas para mejorar la competitividad, un indicador influido en gran medida por los convenios colectivos, y ahora los agentes sociales aseguran que tampoco podrá estar listo antes de las elecciones del 22 de mayo.

A continuación repasamos qué se entiende por negociación colectiva y cuáles son las claves en el actual proceso negociador.

¿Qué es la negociación colectiva?

Se trata del proceso en el que los trabajadores de una empresa o sector productivo negocian con los empresarios  -habitualmente a través de sindicatos- las condiciones laborales que se aplicarán al conjunto de los empleados y que se recogerán en lo que se conoce como convenio colectivo.

Abarca aspectos como los salarios y su actualización periódica, los horarios, las jornadas laborales, las vacaciones, la capacitación profesional, las categorías profesionales o las condiciones de despido aplicadas a la plantilla. Además debe regular las relaciones entre los sindicatos y la empresa, y el proceso que se seguirá para renovar el convenio cuando sea preciso.

¿Cuáles son los obstáculos para acordar la reforma?

Potenciar los convenios de empresa.- Aunque sindicatos y patronal coinciden en la idea general, los fines de cada parte son diferentes.

  • Los empresarios quieren aumentar el poder de la dirección de una compañía en las decisiones internas para así adaptarse -según sus propias estrategias- a situaciones críticas y decidir sin condiciones sobre asuntos como los salarios, las jornadas o la movilidad funcional y/o geográfica.
  • Para los sindicatos, reforzar los convenios de empresa significa dar más poder a los representantes de los trabajadores de esa empresa: informarles más sobre los planes de la dirección y las decisiones empresariales, y participar en su adopción. Eso se quiere aplicar, sobre todo, cuando los empresarios reclamen mayor flexibilidad interna, es decir, cuando quieran modificar las condiciones salariales, descolgarse de los convenios vigentes o presentar expedientes de regulación de empleo (ERE). En opinión de las centrales sindicales, la flexibilidad interna debe aplicarse para evitar despidos.

Mantener los convenios colectivos sectoriales.

  • Los sindicatos mantienen que cada sector debe definir su propia estructura de  negociación colectiva y fijar qué puntos deben  marcarse desde los convenios sectoriales, cuáles desde los autonómicos y  cuáles dentro de los de empresa.
  • La CEOE centra su postura en el total protagonismo del convenio colectivo de empresa.

Ultraactividad de los convenios colectivos.

  • La patronal apuesta por poner fin a la actual ultraactividad de los convenios, es decir, a la prórroga automática de todo su contenido hasta que se logre un nuevo acuerdo.
  • Los sindicatos proponen que los convenios puedan renegociarse en cualquier momento, para  actualizarlos sin esperar a que caduquen.

Papel de los trabajadores en las pymes.

  • Los sindicatos lo consideran su "caballo de batalla". Piden que se dé "un renovado papel a las comisiones paritarias de los convenios", en las que trabajadores y empresa están representados a partes iguales.

Papel del arbitraje en los conflictos entre empresa y trabajadores.

  • La CEOE no acepta la imposición del arbitraje obligatorio cuando no se alcance acuerdo.
  • Los sindicatos quieren impulsar esa fórmula de resolución extrajudicial para evitar la judicialización de los conflictos empresariales.

¿Se incluye la fijación de los salarios a la productividad?

En principio no estaba incluída. La indexación de los salarios a la productividad -propuesta estrella de la canciller alemana, Angela Merkel, para aumentar la competitividad de la Eurozona-. Sindicatos y patronal ya pactaron ese punto en el Acuerdo Interconfederal sobre la Negociación Colectiva 2009-2012.

Aún así, los sindicatos han asegurado que el acuerdo final incluirá una mención sobre ese punto para reafirmar el actual modelo que se aplica en España, en el que los sueldos evolucionan en función de la inflación, pero teniendo en cuenta también la productividad y las cláusulas de revisión.

Con esa fórmula, la CEOE destaca que se ha logrado una "notable" contención salarial en 2010, cuando el aumento del coste laboral por trabajador y mes fue el más bajo de la última década (0,4%).

Además, los acuerdos logrados por los agentes sociales han contribuido a esa moderación durante la crisis, ya que se han establecido incrementos salariales por debajo de la inflación -entre un 1% y un 2%- entre 2010 y 2012.

Sin embargo, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, dió un giro el 10 de  mayo al señalar que los sueldos deberían ligarse "absolutamente" a la  productividad porque el índice de inflación ha quedado "anticuado".

¿Por qué tiene prisa el Gobierno para cerrar la reforma?

Porque es una de las claves para mejorar la competitividad del país, y ésa es una de las principales exigencias de la Unión Europea a España.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quería que el acuerdo entre sindicatos y CEOE fuese una de las medidas de mejora de la competitividad que se pudiese presentar ante el Consejo Europeo del 24 y 25 de marzo en Bruselas.

Esa cumbre aprobó el Pacto por el Euro, una suavización del pacto de competitividad defendido por Merkel como condición inexcusable para permitir que la Zona euro flexibilice el fondo de rescate. Esa flexibilización permitirá utilizar el fondo en fórmulas nuevas, que ayuden a países con problemas -caso de Portugal o España- sin imponerles a cambio planes de austeridad adicionales.