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Las grandes obras públicas del mundo hablan español

  • Han realizado 2 de cada 5 grandes infraestructuras internacionales desde 1985
  • Con la crisis, el negocio internacional es su oportunidad para mantener la actividad
  • Ya presentes en EE.UU., aguardan detalles para apuntarse al nuevo Plan de Obama

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British Airways passenger plane prepares to land at new Terminal 5 at Heathrow Airport  in London
Un avión sobrevfuela el aeropuerto de Heathrow, donde Ferrovial construirá la renovación de la T2.

Dos de cada cinco grandes obras públicas realizadas en el mundo desde 1985 a través del modelo de concesión las han ejecutado empresas españolas. Desde la ampliación del Canal de Panamá, a estaciones del Metro de Nueva York o Londres, o la autopista más importante de Florida: todas son obras en las que actualmente participan grupos constructores españoles.

Esas obras en el extranjero ya suponen más de la mitad del negocio de algunas grandes constructoras, como el Grupo Ferrovial, donde el sector internacional supone el 67% de su facturación total. Esa participación se ha incrementado desde el comienzo de la crisis, por ejemplo, ACS ha aumentado un 75% sus ventas internacionales en el primer semestre de este año, y FCC ha conseguido en el exterior contratos por valor de 5.000 millones de euros en 2010.

En una nueva paradoja, la actual crisis económica ha repercutido en su capacidad de captar financiación para ejecutar esos proyectos, pero a la vez, ha multiplicado enormemente los proyectos de infraestructuras impulsados por los gobiernos de todo el mundo, una de las pocas vías de la que disponen para crear empleo y generar actividad económica.

El ejemplo más reciente de esa apuesta por las infraestructuras es el macro-plan anunciado por Obama, que ha comprometido un gasto de 50.000 millones de dólares (cerca de 40.000 millones de euros) para renovar y construir las infraestructuras de Estados Unidos, incluído las primeras líneas férreas de alta velocidad del país.

El Dorado de la alta velocidad

Y precisamente ahí, en la alta velocidad, es donde los grupos españoles pueden obtener mayores beneficios, según Susana Gozalo, directora de Transportes e Infraestructuras en Consultrans, una consultora especializada en esos sectores.

"Ahí podemos exportar nuestro saber hacer fácilmente, porque aún no tienen nada y no tienen experiencia", explica Gozalo.

Para el resto de proyectos, unos de los obstáculos que señala es el "proteccionismo estadounidense", que se refleja, por ejemplo, en que sólo puedan trabajar en el país ingenieros registrados por sus autoridades. Para eludirlo, las empresas españolas se alían con constructoras nativas o compran compañías del país.

También se muestran cautos en la patronal del sector que agrupa a las grandes empresas del sector, Seopan. Advierten que el plan de Obama aún debe ser aprobado por el Congreso estadounidense y, además, deben conocerse las condiciones que impondrán para realizar las concesiones.

"El by americans [hecho por estadounidenses] va a ser fundamental, va a exigir a las empresas españolas trabajar con empresas locales, y a CAF y Talgo, por ejemplo, les va a exigir que instalen fábricas, para crear empleos allí", reconocen a RTVE.es fuentes de la patronal.

Aún así, aseguran que las empresas españolas tienen muchas bazas para participar en los proyectos."Estamos muy ilusionados con la alta velocidad", reconocen a RTVE.es desde Seopan.

"El trayecto Tampa-Orlando va a ser el primero en salir, va a ser el prototipo para empezar, y ahí tenemos muchas posibilidades porque los españoles tenemos experiencia, calidad y capacidad de lograr financiación", explican desde la patronal.

Obras pagadas a medias

La gran novedad del plan impulsado por Obama es que un país, donde el Gobierno federal se ha encargado de construir en los últimos 50 años sus grandes infraestructuras, ahora parece optar por el modelo de colaboración entre el capital público y privado, un sistema que conocen al dedillo las empresas españolas.

Como recuerdan desde Seopan, "las primeras autopistas que tuvo España se hicieron hace 30 años con el modelo PPP" (por sus siglas en inglés: Public and Private Partnership, ya que nació en el Reino Unido), que combina la financiación pública con la participación de empresas privadas.

Esas compañías aportan también capital, pero sobre todo, asumen la responsabilidad de la obra, encargándose de la construcción y, posteriormente, de la explotación de la infraestructura para recuperar su inversión.

"Fuimos pioneros. La aplicación jurídica de ese modelo se hizo muy bien y, luego, otros países han seguido nuestro ejemplo, como Chile. Ahora Obama ha dicho que le gusta nuestro sistema", señalan a RTVE.es fuentes de Seopan, con lo que las constructoras españolas juegan en terreno conocido.

A eso se añade, destaca Susana Gozalo, "el mejor nivel del mundo en ingeniería y tecnología" y "la capacidad de adaptarse a las condiciones del terreno".

Las primeras en cantidad y calidad

Ese saber hacer de las compañías españolas las ha catapultado a la cabeza de todas las clasificaciones internacionales. Por capital invertidoFerrovial está al frente en la última lista difundida por la publicación especializada Public Works Financing en octubre de 2009.

El grupo español, con una inversión de casi 60.000 millones de euros en los últimos 25 años, más que duplica la del segundo clasificado, la constructora australiana Macquarie (28.277 millones de euros).

La tercera compañía es ACS (27.000 millones de euros) y otras cuatro empresas españolas aparecen entre los once primeros: Abertis (6ª), OHL (8ª), Global Vía ¿participada de FCC y Caja Madrid- (9ª) y Sacyr Vallehermoso (11ª).

Si se tiene en cuenta el número de concesiones, el grupo presidido por Florentino Pérez (ACS) se coloca en primera posición porque, hasta octubre de 2009, mantenía 58 operaciones abiertas en todo el mundo. Ferrovial y Global Vía (con 41 operaciones) y Abertis (con 39) ocupan los siguientes puestos, confirmando el liderazgo español.

La factura de la crisis

Sin embargo, los efectos de la crisis también están afectando a su forma de trabajar. Como explica Susana Gozalo, "hasta ahora, las empresas concesionarias no tenían problemas para conseguir financiación, pero en la actualidad se están viendo obligadas a poner más capital propio".

"Antes las empresas iban con participaciones del 20% ó 30%, pero ahora en muchos proyectos se les exige mayores ratios", confirman desde Seopan.

Eso ha exigido a los grupos españoles a iniciar procesos de reestructuración y desprenderse de participaciones en algunas de las infraestructuras ya terminadas para aumentar su liquidez y poder invertir en nuevos proyectos.

Además, apuestan por una mayor diversificación, como Ferrovial, que ha creado un departamento de I+D+i destinado a desarrollar, por ejemplo, las llamadas carreteras inteligentes.

Otras, como ACS, apuestan por ganar aún más tamaño e "intentar convertirse en el primer grupo europeo del sector, como apunta su OPA sobre la alemana Hochtief", señala Gozalo.

A todo eso se añade la creciente competencia de los gigantes asiáticos. Hasta ahora, las empresas chinas operaban en su territorio o en su zona de influencia, pero ya han copado su mercado y están saliendo al exterior.

Los chinos han empezado enfocándose a África, pero ahora ya están desembarcando en Europa del Este, un mercado de futuro para las empresas españolas, ya que esos países empezarán a recibir muy pronto el total de fondos estructurales de la Unión Europea, que se destinan a infraestructuras.

"Asustan un poco, porque tienen unos costes laborales muy bajos, con los que las empresas españolas no pueden competir. Muchas veces se traen a la mano de obra desde China. Eso te rompe cualquier oferta que hagas", cuenta la directora de Transportes de Consultrans.