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Bruselas cree que España tiene un "riesgo alto" en su sostenibilidad presupuestaria

  • La Comisión Europea prevé que crezca el déficit y la deuda
  • Bruselas pide reformas profundas en el sistema de pensiones
  • España parte de una posición desequilibrada con un déficit del 3,8%

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Los riesgos para la sostenibilidad de las finanzas públicas españolas a largo plazo se han incrementado en los últimos años, según la Comisión Europea, que advierte ante la escalada de los intereses de la deuda y el creciente gasto asociado al envejecimiento de la población.

   

Bruselas sitúa España entre los países con "riesgo alto" en su posición presupuestaria, pues parte de una situación de desequilibrio -el déficit público llegó al 3,8% del PIB el año pasado, y seguirá aumentando, al tiempo que crece la deuda-, a lo que se suma el previsible incremento del gasto en pensiones y sanidad los próximos años.

   

En el anterior informe de octubre de 2006, España estaba entre los países de "riesgo medio", gracias a que gozaba de unas finanzas públicas saneadas, pero ya entonces la Comisión aconsejó al Gobierno que adoptara reformas estructurales, sobre todo, en el sistema de pensiones.

   

Este miércoles Bruselas ha pedido a las autoridades españolas "programas ambiciosos de consolidación" para reducir el déficit y la deuda pública y "reformas profundas" en sus esquemas de protección social.

  

También señala que, en el caso español, pero también para países como Reino Unido, Irlanda, Grecia y Letonia, es previsible que la crisis económica provoque un empeoramiento adicional de la posición presupuestaria a medio plazo.

El déficit de 20 países supera el 3%

La recesión ha dado la vuelta a la tendencia de consolidación en las cuentas públicas, que llevó a que en 2007 el déficit público medio en la UE se situara en el 0,8% del PIB.

   

Menos de dos años después, veinte de los veintisiete Estados miembros tienen un saldo negativo en sus cuentas públicas superior al 3% del PIB que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, lo que ha obligado a la Comisión a abrirles expediente y a reclamar medidas concretas para su corrección.

   

El Ejecutivo de la UE destaca, no obstante, que varios países aprovecharon la fase de expansión para acometer reformas de calado, especialmente en el ámbito de las pensiones.

   

Cita, como ejemplo, a Hungría y Portugal, que gracias a la política de consolidación presupuestaria y la reforma de las pensiones, han pasado de estar en el grupo de "riesgo alto" para la sostenibilidad futura de sus finanzas públicos al de "riesgo medio" como Alemania, Francia e Italia.

 La primera economía de la UE verá aumentar los gastos asociados al envejecimiento de la población, pero tiene una posición presupuestaria "sólida".

   

En Francia e Italia no se prevé un gran incremento del gasto en pensiones y sanidad, pero la Comisión deja claro que en los dos países es "indispensable" una reducción decidida del déficit y la deuda pública una vez que se confirme la recuperación económica.

   

No obstante, los Estados miembros que gozan de una posición más cómoda son Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Finlandia y Suecia, ya que combinan unas cuentas públicas relativamente saneadas con sistemas de protección social sostenibles a largo plazo.

Más ocupados

En todos los casos, Bruselas recuerda la importancia de incrementar la tasa de ocupación, con medidas concretas, como retrasar la edad efectiva de jubilación.

   

Respecto a la reforma de los sistemas de pensiones, cita, entre las opciones disponibles, endurecer los requisitos para acceder a una pensión, mejorar la vinculación entre la contribución efectuada y la prestación obtenida y suprimir los incentivos a las prejubilaciones.

Sobre la posibilidad de potenciar los sistemas privados de pensiones, admite que la crisis financiera ha puesto de manifiesto los riesgos asociados a este enfoque y ha reducido el apoyo político y social a la adopción de reformas en ese sentido.