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El Mundial de Clubes y su polémico final, el 'borrón' en la temporada de Luis Enrique al frente del PSG

Chelsea - PSG: Luis Enrique
Luis Enrique se aleja del trofeo del Mundial de Clubes en la ceremonia del podio. AFP

La victoria del Chelsea en el Mundial de Clubes frente al París Saint-Germain (3-0) este domingo en Nueva Jersey ha dado mucho que hablar. En primer lugar por la triste imagen de la tángana final y el manotazo de Luis Enrique a Joao Pedro, involuntario según el técnico español. Pero, sobre todo, deja la enésima lección del fútbol como ese deporte imprevisible en el que no siempre gana el favorito, porque en este caso lo era para casi todos el PSG.

Luis Enrique, tras su manotazo a Joao Pedro: "Hay una serie de empujones por parte de mucha gente"

"Aquí no hay perdedores, un subcampeón", se reivindicó el asturiano en rueda de prensa tras el partido. El encuentro estuvo más disputado de lo que refleja el marcador y el balance global del torneo es positivo para el PSG, lo que sumado a la temporada del triplete, el segundo en su palmarés personal, le daría un sobresaliente que habría sido matrícula de honor en caso de haber ganado el Mundial. Pero las formas de perder, igual que las faltas de ortografía en los exámenes, bajan la nota.

Lo tenía todo a su favor el conjunto de Luis Enrique, al menos en lo que a opiniones se refiere. Como en otras ocasiones, aunque no siempre, el cartel de favorito acaba siendo gafe y el susodicho se ve sorprendido por el que menos se espera. El Chelsea logró su plaza para el Mundial como campeón de la Champions de 2021, justo el último año que estableció la FIFA como tope por debajo para otorgar los puestos a los campeones de las distintas confederaciones.

De aquel equipo que logró la segunda 'Orejona' en la historia del club de Stamford Bridge sólo queda el capitán Reece James. Institucionalmente el Chelsea ha vivido una 'montaña rusa' debido a la sanción a su anterior propietario, el magnate ruso -valga más que nunca la redundancia- Roman Abramovich por la invasión a Ucrania. Aquella situación llegó incluso a hacer peligrar la viabilidad del club

Sin embargo, el Chelsea ha demostrado un espíritu de lucha que le ha llevado a ganar un gran número de finales a nivel nacional e internacional. De hecho, desde la Champions de 2021 ha jugado otras cuatro a nivel internacional y ha hecho pleno. Siempre nos fijamos más en la racha de equipos como el Real Madrid en la Champions, pero por debajo de la máxima competición continental hay otras. Y por encima hay un Mundial.

Un Mundial al que aspiraba el PSG como campeón de todo en lo que va de 2025, que empezó la Champions League titubeante, pero acabó enderezando el rumbo y poniendo el 'modo rodillo' que ya ejercía con autoridad en la Ligue 1 y la Copa de Francia. El resultado fue un triplete con el que se presentaba en Estados Unidos; ganó la Copa de Europa goleando al Inter de Milán (5-0) y empezó el Mundial haciendo lo propio al Atlético (4-0).

Sin embargo, la derrota contra el Botafogo no fue tenida en cuenta como aviso. Luis Enrique ha conseguido en dos años convertirse en el líder del vestuario del PSG y ser la cabeza visible de un proyecto que tiene en la defensa del estilo de juego y en el valor del colectivo sobre las individualidades su seña de identidad.

Con ese estilo fue incapaz de superar la defensa del Botafogo y ante el Chelsea en la final se estrelló contra el mismo muro sin ofrecer alternativas. Tampoco las busca el técnico asturiano, firme creyente de una única manera de jugar para ganar los partidos: 61% de posesión más un 7% en disputa, según las estadísticas de la FIFA, 567 pases completados de 620 intentados por 327-263 del Chelsea.

En cambio, mismo número de disparos totales por parte de ambos equipos, nueve, cinco a puerta del Chelsea para tres goles y seis a puerta del PSG para cero goles, con el español Robert Sánchez haciendo de héroe con sus paradas.

Enzo Maresca, el alumno de Pellegrini que superó al maestro

Y héroe también Enzo Maresca. El técnico italiano llegó al banquillo del Chelsea el pasado verano, procedente del Leicester al que había ascendido, y asumió la dirección de un equipo que a duras penas se clasificó para el playoff de la Conference League. No sólo lo clasificó para dicha competición, sino que acabó ganándola enfrentándose en la final a su maestro Manuel Pellegrini, del Betis, con el que había sido asistente en el West Ham.

A Pellegrini le arrebató la posesión, no así a Luis Enrique, aunque eso era lo previsto. No obstante, pese a tener la pelota sólo un tercio del tiempo efectivo de juego, logró sacarle un rendimiento demoledor, sobre todo en la primera parte y luego consiguió aguantar el asedio en la segunda.

Se desesperó el técnico español, igual que le pasó en octavos del Mundial de Qatar con España frente a Marruecos (77% de posesión, 13 tiros) o ya en el banquillo del PSG en semifinales de la Champions 2024 frente al Borussia Dortmund (70% de posesión, 30 tiros y tres palos). La frustración le hizo perder los nervios y en la tángana final, aunque su intención inicial fuera separar jugadores, acabó 'tocándole' la cara a Joao Pedro en un gesto que empañó, no sólo su torneo, sino una temporada que sigue siendo memorable.

Al menos le queda el consuelo de las ganancias económicas, puesto que los dos finalistas superarán los 100 millones de euros en ingresos, siendo evidentemente superior el Chelsea también en ese sentido.