Simeone, el digno sucesor del 'Sabio de Hortaleza'

• Aragonés ya apeló al espíritu de equipo que enarbola el técnico argentino
• "Ganar, ganar, ganar y volver a ganar", la filosofía que ahora recoge el 'Cholo'
• Presión y contragolpe eran las señas del equipo que ascendió con Luis
• Simeone tiene una comunión con la afición como la que logró Aragonés

Simeone, el digno sucesor de Luis Aragonés

“Ganar, ganar, ganar y volver a ganar” esta mítica frase pronunciada por Luis Aragonés cuando era técnico rojiblanco es la que recibió, en forma de mosaico, a los jugadores de Atlético y Barça cuando saltaron al campo para disputar la vuelta de Champions.

Una espectacular imagen que, además de poner la piel de gallina a la parroquia colchonera, refleja una filosofía, un sentimiento, una creencia que el ‘Sabio de Hortaleza’ enarbolaba por bandera y que ahora ha recogido Simeone para hacer historia con el Atlético de Madrid.

Aunque el equipo que dirigió Luis entre 2001 y 2003 no logró título alguno, existe cierta similitud entre aquel Atlético y el de Simeone. Y es que ambos apelan a la garra, el esfuerzo, el espíritu de sacrificio y el no rendirse nunca como doctrina principal de su estilo de juego.

Luis marcó el camino

Lo que iba a ser ‘un añito en el infierno’ se convirtió en dos y por ello se pensó en Aragonés, un hombre de la casa, para reflotar la situación y lograr el ascenso a Primera.

Y pese a que ese año Luis confió en el ‘niño’ Fernando Torres, que rápidamente se ganó a la afición y se convirtió en estrella rojiblanca, su filosofía estaba clara: lo primero es el equipo y peleando en equipo, con entrega en cada partido, y sin nunca bajar los brazos se pueden alcanzar todas las metas.

Su estilo de juego se basaba en un sistema de presión y matar a la contra, bastante similar al actual de Simeone.

Logró además una armonía entre afición, equipo y cuerpo técnico, como nunca antes hasta ahora.

Y con esta mentalidad el ‘Sabio de Hortaleza’ sacó al equipo del infierno de segunda. El año siguiente, y tras diferencias con la directiva, se vio obligado a marcharse, pero había dejado su semilla.

Después vendría una larga travesía en el desierto. Gregorio Manzano, César Ferrando, Carlos Bianchi, Pepe Murcia, Javier Aguirre y Abel Resino. Ninguno de ellos supo encontrar su hueco en el club ni llevar al equipo a lo más alto.

Solo Quique Sánchez Flores, que se hizo cargo del Atlético en la campaña 09/10, devolvió la ilusión al club ganando la Europa League y la Supercopa de Europa.

Simeone recoge el testigo y hace historia

Tras la marcha del técnico madrileño y una breve vuelta de Manzano al banquillo rojiblanco, Simeone se hizo cargo del equipo en la jornada 16 de la temporada 2011/12.

Con el ‘Cholo’ en el banquillo el equipo recuperó la tranquilidad y las ganas que hacen falta para ganar y colarse, como lo ha hecho, entre los mejores de Europa.

Simeone llegó al Atlético como todo un símbolo de la afición rojiblanca, pero eso no era garantía de éxito y desde el primer momento se puso a trabajar para devolver al Atleti a lo más alto, algo que él como jugador había conocido con el ‘doblete’.

Infundiendo en los suyos pasión por el fútbol, trabajo diario, ganas de superarse y mentalidad ganadora el ‘Cholo’ ya ha conseguido una Europa League, una Supercopa de Europa y la ansiada Copa del Rey, ganada ante el Real Madrid y después de 17 años sin ganarla.

Pero, aunque son la finalidad última, los títulos no son los únicos logros de Simeone. Recuperando la filosofía de Aragonés, basada en la presión, el contragolpe y el trabajo de todo el equipo, el Atlético está consiguiendo hacer historia. Está liderando la liga y se ha metido en semifinales de Champions después de 40 años.

Y además lo hizo sin su goleador Diego Costa, lo que deja una clara lección: si un equipo es capaz de ganar sin su estrella es porque la estrella es el equipo. Otra filosofía heredada de Aragonés y que el ‘cholismo’ está convirtiendo en una de sus máximas.

Así, partido a partido, Simeone está demostrando ser un digno sucesor de Luis y se está convirtiendo, si es que no lo era ya, en todo un mito rojiblanco como el ‘Sabio de Hortaleza’.