Enlaces accesibilidad

Alemania - Argentina, más sabor a final que a eliminatoria de cuartos

  • Argentinos y alemanes han demostrado en estos días las ganas que se tienen
  • Se vieron las caras en las finales de 1986 y 1990 ganado una cada uno
  • El último enfrentamiento fue hace cuatro años y se resolvió en los penaltis
  • En Vivo. Sábado a partir de las 15:30h. en RTVE.es

Por
Alemania - Argentina. Otro clásico mundial

El camino de España hacia la final está ahora mismo obstaculizado por dos piedras, una no muy grande que se llama Paraguay y otra enorme que aún no tiene nombre, Argentina o Alemania será finalmente su nombre. (En Vivo a partir de las 15:30h. en RTVE.es)

El otro choque de cuartos de final enfrenta a dos selecciones que están más acostumbradas a verse las caras en la final que en las rondas previas como así sucedió en México 86 y cuatro años más tarde en Italia 90.

El segundo Mundial que organizaba México se recordará por la inolvidable actuación de Maradona. El 10 de la albiceleste se encargó casi él sólo de llevar a Argentina la Copa de los Campeones.
El Mundial de Italia 90 dejó para el recuerdo imágenes inolvidables: el baile de Roger Milla, los insultos de Maradona, Beckenbauer ganando también como entrenador, Míchel para lo bueno y para lo malo, etc.

Precisamente el seleccionador argentino, Diego Armando Maradona, se ha empeñado los días previos al partido en comparar el Mundial de 2010 con el que él contribuyó a ganar en 1986 y considera que repetir esa hazaña es el destino de la albiceleste, que mañana se mide por un puesto en las semifinales contra la joven y prometedora Alemania, una de las selecciones que mejor sensación ha causado en Sudáfrica.

Todos los goles de Maradona en el Mundial México 86

Los alemanes en cambio, seguro que se conformarían con repetir el desenlace que hubo en el último Mundial curiosamente también en los cuartos de final. En esta última ocasión, se clasificaron a las semifinales los entrenados en aquel entonces por Jürgen Klinsmann gracias a la tanda de penaltis.

Será un duelo plagado de referentes históricos de todos aquellos rasguños han quedado cicatrices que unos y otros han aireado estos días (Bastian Schweinsteiger por parte de los germanos y Maradona por el otro lado) para calentar un duelo que promete muchos voltios, los de la demoledora delantera argentina, los de la descarada lozanía germana.

Argumentos que han aupado a ambas selecciones ante un cruce de altura y que ahora pondrán encima del tapete del Green Point de Ciudad del Cabo para meterse entre los cuatro mejores del mundo.

Algo que Argentina busca con ahínco desde aquella final de 1990 en la que los campeones del mundo cedieron su trono a los subcampeones y acabó el reinado que Maradona quiere ahora recuperar desde el banquillo.

En aquel partido de Roma Franz Beckenbauer dirigía la "Mannschaft" y se convertía en el segundo hombre en ganar el Mundial como seleccionador después de haberlo hecho como jugador, junto con el brasileño Mario Zagallo. Maradona quiere ahora ser el tercero y a ese fin dedica sus esfuerzos, que pasan por mentalizar a sus hombres de que no hay otra salida posible que no sea el triunfo, un destino que persigue a base de atacar.

Caminos diferentes hasta los cuartos

No en vano Argentina es la máxima anotadora de los ochos equipos que quedan en liza, con diez dianas logradas por dos tantos recibidos, un balance muy positivo que ha permitido a la albiceleste sumar cuatro victorias en otros tantos partidos y pasar del estatus de favorita histórica al de candidata real al título.

Las lagunas en el juego, la descompensación del equipo, las carencias, se han compensado a base de una aplastante contundencia ofensiva, con un Gonzalo Higuain astuto que lleva cuatro dianas y un Carlos Tévez eficaz que ha sumado dos. Y con un Lionel Messi es estado de gracia que todavía no ha marcado pero que ha abierto cuantas defensas le han colocado enfrente, lo que le sitúa como el jugador más brillante en lo que va de Mundial.

Un trabajo que no servirá para nada si Argentina no sigue adelante en su camino. Y Alemania es el primer rival de entidad, el más serio de los que habrá encontrado Argentina y el más difícil. Sin contar que la albiceleste siempre ha caído contra selecciones europeas desde que Alemania la venció en la final del 90. Luego vino la derrota ante Rumanía en octavos de final del 94, contra Holanda en cuartos de final del 98, el fracaso en primera ronda en 2002, tras perder contra Inglaterra y empatar contra Suecia, y, de nuevo, la eliminación en cuartos de final del Mundial de 2006 contra Alemania.

Un destino que se enfrenta a una selección joven y descarada, a un combinado que Joachim Löw ha formado en siete semanas, una auténtica revolución en la que veteranos como Torsten Frings, Jens Lehmann y Christoph Metzelder han dejado el puesto a debutantes como Mesut Özil, Thomas Müller, Jerome Boateng, Sami Khedira y Manuel Neuer.

Una generación de veinteañeros que se ha sumado a otra algo más veterana, la de los Bastian Schweinsteiger, Per Mertesacker, Philipp Lahm, Lukas Podolski para confeccionar un equipo sólido y atractivo, que ha dejado atrás la herida provocada por la derrota en la final de la Eurocopa ante España en 2008 y que apunta alto en el Mundial. Sin contar al sempiterno Miroslav Klose, que lleva doce dianas en los Mundiales y persigue el récord de quince del brasileño Ronaldo.

Su talón de aquiles es la inexperiencia, que les llevan a la irregularidad, a asombrar al mundo con una preciosa goleada ante Australia (4-0) para caer cinco días más tarde frente a Serbia (1-0). A salvar los muebles contra Ghana (1-0) para superar la primera fase y desarbolar a la poderosa Inglaterra en cuartos de final (4-1). Su camino hasta los cuartos ha sido más tortuoso y difícil que el de los Argentinos, que han tenido rivales de menos entidad y lo han resuelto con un pleno de victorias.

Dos sendas que se cruzan por cuarta vez en un Mundial. Una oportunidad de revancha para la albiceleste. Una cita con el destino.