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El papa León XIV ha recibido este lunes a los representantes de los obispos españoles, dentro de una visita de cortesía pedida con antelación pero que ha quedado marcada por las denuncias de abusos sexuales contra el obispo de Cádiz, Rafael Zornoza. El presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, ha desvelado al término del encuentro que el pontífice prevé aceptar la renuncia de Zornoza próximamente.

Argüello, que no ha aclarado ni cómo ni cuándo puede llegar este paso, ha explicado que la situación del aún obispo de Cádiz sigue "en fase de investigación" y ha defendido "tanto el derecho a denunciar como la presunción de inocencia".

Foto: Simone Risoluti

El Plan de Reparación Integral a Víctimas de Abuso (PRIVA) —creado por la Iglesia Católica en España— ha cumplido su primer año de trabajo con un balance de 39 dictámenes de reparación integral resueltos de un total de 89 solicitudes recibidas. Las indemnizaciones económicas, que oscilan entre los 3.000 y 100.000 euros, están destinadas a víctimas de abusos sexuales en casos donde la acción penal ha prescrito o la justicia formal no puede actuar.

La reparación integral que ofrece el plan abarca tres aspectos clave: una indemnización económica por el daño moral, otra retribución económica para cubrir los costes presentes y futuros de los tratamientos psicológicos o terapéuticos, y una serie de recomendaciones para que la institución eclesiástica afronta el proceso de acompañamiento a la víctima.

"El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, le dijo al ministro Bolaños en un momento de controversia que él era el que había corrido delante de los grises. Cuando murió Franco tenía 22 años y a Bolaños le faltaban 27 días para nacer. Su única capacidad de protesta hubiera sido romper aguas. De modo que sí: por imperativo generacional, fue más antifranquista el monseñor que el ministro." Conocemos la 'cara B' de la semana con Juan Carlos Soriano.

El arzobispo emérito de Valladolid y expresidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ha revelado que León XIV se ha mostrado "emocionado" y ha mostrado "fragilidad" y "confianza en el Señor" tras la elección. "Para el papa León XIV, el último resorte de su vida es la fe en nuestro Señor Jesucristo", ha indicado Blázquez.

Sobre las primeras palabras del pontífice, al arzobispo emérito de Valladolid le han resultado "oportunas". "Ha hecho referencias que me parecen importantes", ha resaltado y ha ejemplificado con el recuerdo de su diócesis de Chiclayo, en Perú. "Ese ha sido su anterior servicio antes de ser llamado por el Papa Francisco a presidir el Dicasterio para los Obispos", ha explicado. "Él ha recibido el ministerio de presidir a los cristianos en la fe", ha comentado Blázquez, quien ha añadido que desde la Iglesia es "una especie de foro ético en la humanidad" que trata "de hacerse eco de los últimos, de los pobres".

"Me he alegrado de poder saludarlo y de expresarle mi cordialidad", ha precisado. Además, ha agradecido al Señor que Prevost, ahora León XIV, sea papa "para nuestro tiempo".

En una entrevista para La 1 de TVE, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha destacado que lo que se espera de la "Iglesia del nuevo papa es que sea como Francisco". Argüello ha sido una de las figuras eclesiásticas que ha seguido el funeral del pontífice este sábado 26 de abril en la plaza de San Pedro. El presidente de la Conferencia Episcopal ha destacado el momento como "una espléndida parábola de lo que el papa llamaba como la cultura del encuentro".

Sobre la influencia del cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, uno de los cuatro cardenales españoles que votará en el cónclave, Argüello ha destacado que "tiene una capacidad de relacionarse con muchas personas de todas partes del mundo. "El propio papa lo llamó para formar parte de ese reducido número de cardenales que lo han acompañado y asesorado", ha subrayado. Acerca de la polémica por la inhabilitación del cardenal italiano Angelo Becciu por parte de Francisco y su participación en el cónclave, Argüello ha asegurado que espera que "en las próximas horas esté resuelta".

La bandera ondea a media asta en la Sede de la Conferencia Episcopal tras la muerte del papa Francisco. El presidente de los obispos, Luis Argüello, dice que "la Iglesia mira con lágrimas en los ojos pero con alegría, agradecimiento y esperanza en el corazón". Por su parte, el portavoz episcopal, César García Magán, confiesa la sorpresa porque "parecía que estaba recuperándose". Los obispos espales han destacado de los 13 años de pontificado del primer papa latinoamericano y jesuita, "su compromiso con los excluidos y su atención a los lugares más remotos". En cuanto al futuro papa, Argüello está convencido de que "el cónclave seguramente nos dé alguna sorpresa".

Son siete los obispos españoles que participarán en el cónclave, uno de ellos, Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, está en sintonía con el mensaje que deja Francisco, aunque, ha dicho, no se ve como papa. A partir de mañana, la nunciatura apostólica abrirá sus puertas durante varios días para que los fieles puedan firmar un libro de condolencias. Ya se han celebrado varias misas en recuerdo por el papa Francisco. Y esta tarde habrá una en la catedral de la Almudena de Madrid presidida por el cardenal José Cobo.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha expresado sus condolencias en una rueda de prensa tras conocerse el fallecimiento del papa Francisco. Argüello ha destacado de Francisco su origen, un papa "venido de lejos, de una ciudad de villas miseria que Jorge Mario Bergoglio acostumbraba a visitar, a hacerse cercano, a anunciar esa misericordia. "Esa experiencia llegó a Roma" y Francisco "dio unas palmadas a la Iglesia, dijo pongámonos en marcha, hagamos verdad la vida y el anuncio del Evangelio".

Argüello ha recordado a Francisco como un papa que trajo un "cambio de época, de una gran transformación social, cultural y también eclesial, siguiendo la pauta del concilio Vaticano II". Al papa le caracterizó "el anuncio del Evangelio a los más empobrecidos, a los excluidos, a aquellos que viven en las periferias de la sociedad", ha asegurado el obispo español en su comparecencia.

Esta tarde, en la explanada de la Catedral de la Almudena, la archidiócesis de Madrid celebrará un acto de reconocimiento y reparación a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia. Juan José Tamayo, teólogo y profesor honorífico de la Universidad Carlos III de Madrid, valora positivamente este acto y la actitud de "apertura, escucha, sensibilidad y solidaridad" de esta archidiócesis, pero reconoce que "no nos podemos quedar en actos de este tipo. Simbólicamente son importantes, pero hay que cambiar el paradigma de la relación con las víctimas". Durante todos estos años, añade, "faltó compasión, acompañamiento, apoyo a las familias, arrepentimiento, petición pública de perdón, reparación a las víctimas y colaboración con la justicia". "Todo queda en promesas" -insiste- "Después de todo este tiempo, sobran las declaraciones y debe empezar una actitud completamente diferente. Primero, hay que superar el negacionismo y pasar al reconocimiento. Y evitar la permisividad con el delito". Y recuerda Tamayo que cualquier acto simbólico desde la Iglesia "ha de estar precedido por la reparación económica. Si no, sería un acto cínico", asegura.

Hoy, la Conferencia Episcopal decidirá la aprobación del Plan de reparación a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia. Este tiene como principal objetivo indemnizar a las víctimas de la pederastia clerical cuyos casos hayan prescrito o no estén siendo juzgados por el ordenamiento civil. En 'Las mañanas de RNE', Juan Cuatrecasas, portavoz de la Asociación Infancia Robada (ANIR), ha reivindicado que no existe "un garante público de la efectividad de este plan".

También ha recalcado la necesidad de la presencia de las víctimas de abuso en la toma de decisión de las medidas oportunas y en los momentos claves, así también como la importancia de la creación de una agenda concreta de trabajo. Juan Cuatrecasas ha explicado cómo se puede garantizar la reparación efectiva a las víctimas: "Es necesario un reconocimiento público y expreso con un documento cuando las víctimas así lo requieran o privado cuando no necesite que sea público. También, hemos hecho siempre hincapié en las terapias gratuitas porque creemos que hay muchas víctimas que no pueden pagar esas terapias". 

Para concluir, el portavoz ha recalcado la relevancia de la protección de las víctimas: "Por desgracia en este país cuando una víctima denuncia se ve sometida a procesos de negación, pero también de amenazas, presiones e insultos por parte del delincuente que le ha perpetrado estos delitos", lamenta Cuatrecasas. "No compramos para nada ese plan de la Iglesia", ha dicho.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Juan José Omella, se ha despedido hoy de su cargo, cuyo mandato ha estado marcado por la gestión de los casos de abusos sexuales a menores. Juan Cuatrecasas, expresidente y miembro fundador de la Asociación Infancia Robada, ha declarado en 24 horas de RNE que la Iglesia española está dividida y que, pese a haber cierta voluntad en un sector más aperturista, dentro de la CEE impera un sector rigorista y negacionista. "Se han dedicado a urdir ciertas tramas internas para desprestigiar e intentar faltar a la credibilidad de las víctimas", ha señalado.

Dentro de esta división, según Cuatrecasas, las congregaciones religiosas han ido por delante de la CEE en ese sentido: "Han llegado a reparar a algunas de sus víctimas, pero la Conferencia Episcopal no pasa de las palabras (…) A la hora de la verdad, no cuentan con las víctimas en las tomas de decisiones".

La Conferencia Episcopal Española elegirá mañana a su nuevo presidente y renovará toda su cúpula. Juan Cuatrecasas ha insistido en que lo importante es la protección de las víctimas, así que lo que piden al sucesor del cardenal Omella es "seriedad, respeto y empatía hacia las víctimas, pero también medidas como colaborar en sufragar las terapias gratuitas y ayudar a que estas víctimas puedan salir de un estado de exclusión social y laboral".