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Hoy, la Conferencia Episcopal decidirá la aprobación del Plan de reparación a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia. Este tiene como principal objetivo indemnizar a las víctimas de la pederastia clerical cuyos casos hayan prescrito o no estén siendo juzgados por el ordenamiento civil. En 'Las mañanas de RNE', Juan Cuatrecasas, portavoz de la Asociación Infancia Robada (ANIR), ha reivindicado que no existe "un garante público de la efectividad de este plan".

También ha recalcado la necesidad de la presencia de las víctimas de abuso en la toma de decisión de las medidas oportunas y en los momentos claves, así también como la importancia de la creación de una agenda concreta de trabajo. Juan Cuatrecasas ha explicado cómo se puede garantizar la reparación efectiva a las víctimas: "Es necesario un reconocimiento público y expreso con un documento cuando las víctimas así lo requieran o privado cuando no necesite que sea público. También, hemos hecho siempre hincapié en las terapias gratuitas porque creemos que hay muchas víctimas que no pueden pagar esas terapias". 

Para concluir, el portavoz ha recalcado la relevancia de la protección de las víctimas: "Por desgracia en este país cuando una víctima denuncia se ve sometida a procesos de negación, pero también de amenazas, presiones e insultos por parte del delincuente que le ha perpetrado estos delitos", lamenta Cuatrecasas. "No compramos para nada ese plan de la Iglesia", ha dicho.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Juan José Omella, se ha despedido hoy de su cargo, cuyo mandato ha estado marcado por la gestión de los casos de abusos sexuales a menores. Juan Cuatrecasas, expresidente y miembro fundador de la Asociación Infancia Robada, ha declarado en 24 horas de RNE que la Iglesia española está dividida y que, pese a haber cierta voluntad en un sector más aperturista, dentro de la CEE impera un sector rigorista y negacionista. "Se han dedicado a urdir ciertas tramas internas para desprestigiar e intentar faltar a la credibilidad de las víctimas", ha señalado.

Dentro de esta división, según Cuatrecasas, las congregaciones religiosas han ido por delante de la CEE en ese sentido: "Han llegado a reparar a algunas de sus víctimas, pero la Conferencia Episcopal no pasa de las palabras (…) A la hora de la verdad, no cuentan con las víctimas en las tomas de decisiones".

La Conferencia Episcopal Española elegirá mañana a su nuevo presidente y renovará toda su cúpula. Juan Cuatrecasas ha insistido en que lo importante es la protección de las víctimas, así que lo que piden al sucesor del cardenal Omella es "seriedad, respeto y empatía hacia las víctimas, pero también medidas como colaborar en sufragar las terapias gratuitas y ayudar a que estas víctimas puedan salir de un estado de exclusión social y laboral".

La historia de Poli, un cura que siendo menor fue abusado por el párroco de su pueblo es recogida por Santiago Riesco en RTVE.es. Todo comenzó hace cuatro décadas con una aparente amistad entre un adolescente y un entonces cura que fue ganándose su confianza con un claro propósito.

Los obispos españoles han llegado al Vaticano para una reunión inédita convocada por el Dicasterio para el Clero en la que se ha abordado la situación de los seminarios españoles.Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, explica en el 24 horas de RNE que han quedado muy contentos en el diálogo con el Papa Francisco: "No nos ha tirado dela orejas sino que nos ha animado a seguir trabajando en la formación". Sobre el informe del Defensor del Pueblo sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia Católica, Omella dice que el Papa les convocó antes de que saliera el informe y que "lo importante son los rostros, no el número". "Lo que queremos hacer es acompañar, escuchar y ayudar a las víctimas en sus necesidades" 




La Conferencia Episcopal (CEE) ha recibido en el año 2022 un total de 186 nuevos testimonios relacionados con abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia desde 1950, que suponen 16 nuevos casos, con lo que el total de casos recogidos por esta institución asciende a 706 desde 1945. Así lo ha anunciado este jueves el secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), César García Magán, en la rueda de prensa tras la celebración de la Comisión Permanente del organismo.

Foto: El obispo coordinador del Equipo Sinodal, Vicente Jiménez Zamora, el presidente de la CEE, cardenal Juan José Omella, y el secretario General de la CEE, Francisco César García Magán. Alejando Martínez Vélez /Europa Press.

La Conferencia Episcopal ha acordado con el Gobierno pagar dos impuestos de los que hasta ahora estaba exenta, según detallan en RTVE.es, equiparándose así al resto de entidades sin ánimo de lucro. Sobre este asunto se ha manifestado en 24 horas de RNE Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y cardenal arzobispo de Barcelona. "La Iglesia Católica no quiere privilegios, queremos que nos equiparen a todas las instituciones que trabajan por el bien común", ha dicho a Josep Cuní. 

El Cardenal ha anunciado en primicia que han tenido un encuentro con el Defensor del Pueblo: "Les hemos contestado. Nos hemos querido adelantar transparencia y colaboración, y hemos recopilando desde la Conferencia Episcopal todos los protocolos de todas las diócesis y les hemos presentado seis volúmenes de reflexión con todos los datos que tenemos para seguir colaborando en erradicar la lacra de los abusos a menores, porque queremos trabajar por el bien de las víctimas", ha explicado en la antena de la radio pública española.





La Conferencia Episcopal Española ha alcanzado un acuerdo con el Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática por el cual renuncia a las exenciones fiscales relativas a las Contribuciones Especiales y al Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), por lo que empezará a pagar estos impuestos de los que hasta ahora estaba exenta.

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Francisco César García Magán, ha manifestado su "condena más absoluta" al ataque contra varias Iglesias en Algeciras este miércoles, que ha dejado un muerto y varios heridos, y ha pedido "no demonizar" a ningún colectivo ni identificar este atentado con la religión islámica.

FOTO: César García Magán, en una rueda de prensa. EFE/Luis Millán

El papa vino cinco veces a España, la última dos años antes de su muerte. Pero aquel primer viaje fue el más importante por su duración,  del 31 de octubre al 9 de noviembre de 1982, por lo extenuante del programa, por el contexto político en el que se produjo y por el cambio de rumbo que comenzó a imprimir a la Iglesia española, dentro de una reorientación global de la Iglesia.

Con la firma de Luis Zaragoza, el programa reproduce el itinerario del viaje, recuerda sus actos más significativos y se plantean sus consecuencias reales. Pero, además, se cuentan los preparativos de la visita y el retraso que se produjo como consecuencia del atentado del 13 de mayo de 1981, que estuvo a punto de acabar con la vida del papa.

Juan Pablo II fue aclamado multitudinariamente, aunque su llegada se produjera solo tres días después de la abrumadora primera victoria electoral del PSOE. Una paradoja sólo aparente, porque en aquella visita se mezclaron el entusiasmo, tanto por el personaje como por su doctrina, y la curiosidad.

La efeméride nos sirve además para profundizar en la personalidad de Juan Pablo II y en las señas más claras de su pontificado: la asunción de técnicas de comunicación de masas mediáticas; la potenciación de los llamados nuevos movimientos de laicos (singularmente el Opus Dei); un perfil político claro con voluntad de influir en el presente histórico; y una doctrina que aunaba un marcado carácter social con un acentuado conservadurismo en lo moral y en lo doctrinal.

Juan Pablo II recorrió 16 ciudades de 14 provincias. Eso teniendo en cuenta que todas las noches durmió en la Nunciatura, en la capital de España, menos una, que pasó en Zaragoza. Pronunció 47 discursos oficiales, más muchos saludos improvisados. Entre los actos más multitudinarios, más comentados y también con más connotaciones políticas, de aquel programa estuvieron la misa por las familias cristianas, que tuvo lugar en la Plaza de Lima de Madrid el 2 de noviembre, y el encuentro con los jóvenes, también en la capital, en el estadio Santiago Bernabéu, al día siguiente.