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Asesinato de Khashoggi

Erdogan acusa a las autoridades saudíes de ordenar el asesinato de Khashoggi

  • El presidente de Turquía excluye al rey Salman de su acusación en una columna en el diario The Washington Post
  • Un mes después de la desaparición del periodista en Estambul, su cuerpo sigue sin aparecer

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Activistas de Amnistía Internacional cuelgan un cartel de 'calle Khashoggi' frente a la embajada saudí en Londres
Activistas de Amnistía Internacional cuelgan un cartel de 'calle Khashoggi' frente a la embajada saudí en Londres.

Turquía sigue elevando la presión contra Arabia Saudí para esclarecer las incógnitas del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Estambul. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha acusado por primera vez a las autoridades saudíes de haber ordenado la ejecución del columnista disidente en una columna publicada en el diario The Washington Post, aunque excluye al rey Salmán y obvia al príncipe heredero Mohammed bin Salmán, señalado por las voces críticas como cerebro de la operación. "Sabemos que la orden para matar a Khashoggi vino de las más altas esferas del gobierno saudí", ha escrito.

Sabemos que la orden para matar a Khashoggi vino de las más altas esferas del gobierno saudí

Jamal Khashoggi entró en el consulado saudí en Estambul el 2 de octubre y fue estrangulado por los agentes saudíes, según el último comunicado de la Fiscalía turca. Las investigaciones prosiguen ante el silencio saudí, que tardó en reconocer que Khashoggi había muerto en su sede diplomática 13 días y ha cambiado de versión varias veces desde entonces.

El mayor misterio, además de esclarecer quién ordenó la ejecución del reportero, es encontrar sus restos mortales. Según Turquía, el cuerpo fue descuartizado y Arabia Saudí ordenó a un "colaborador" que se deshiciera de él, si bien Riad ha desmentido la existencia de este colaborador en los últimos días. El viernes, un asesor del Gobierno apuntaba a que el cadáver fue disuelto en ácido, tesis señalada por los medios turcos al principio del caso, pero que no ha sido confirmado de forma oficial.

Entretanto, Riad continúa guardando silencio y afronta una crisis en el reino wahabí ante los rumores de que el príncipe heredero podría haber dado la orden de asesinato. Esta misma semana, un hermano del rey que vive en Londres y que criticó públicamente los ataques del régimen contra Yemen, ha regresado a Riad.

Ankara y Riad, una relación "amistosa"

A pesar de la tensión en el último mes, Erdogan hace hincapié en que las relaciones entre Ankara y Riad son "amistosas" y desvincula a todo el gobierno saudí del plan. "No creo ni por un segundo que el rey Salman, guardián de las mezquitas sagradas, ordenara el asalto a Khashoggi. Por tanto, no tengo razón para creer que su asesinato refleja la política oficial de Arabia Saudí" apunta, mientras descarta que el caso suponga un "problema entre dos países".

No tengo razón para creer que su asesinato refleja la política oficial de Arabia Saudí

Erdogan se ha erigido como abanderado de la causa de Khashoggi en el último mes, pero su país no goza precisamente de libertad de prensa: decenas de periodistas han sido encarcelados perseguidos por artículos críticos. No obstante, el presidente pide en su escrito que se resuelva el caso porque sus familiares merecen "un entierro en condiciones con la tradición islámica".

Por último, el líder turco advierte de que la falta de consecuencias contra Riad y la incógnita sobre los culpables sientan un "peligroso precedente" porque "no se ha destituído al cónsul en Turquía", que volvió a Riad hace semanas. "El asesinato de Jamal Khashoggi implica a mucho más que un grupo de oficiales, tal como el escándalo del Watergate fue más grande que un robo y los atentados del 11-S fueron mucho más allá de los atacantes", concluye.