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El presidente de los expertos insiste en que el factor de sostenibilidad no reducirá las pensiones

  • Se prevé que el número de pensionistas crezca entre un 0,5% y un 1,7%
  • En el mismo periodo -de 2012 a 2047-, el crecimiento del PIB será del 2%

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Víctor Pérez Díaz sobre la revalorización de las pensiones: "No se puede repartir lo que no se tiene"

El presidente del comité de expertos sobre las pensiones públicas, Víctor Pérez, ha insistido en que la aplicación del factor de sostenibilidad no conlleva necesariamente una reducción de las cuantías, sino que "se prevé que sigan creciendo en términos reales a largo plazo".

Así lo ha señalado durante su comparecencia ante la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo del Congreso, con la que se abre la ronda de intervenciones de los expertos, que irán desgranando ante los diputados las principales conclusiones del informe.

Pérez, que ha comenzado subrayando que éste "no es un informe sobre la reforma de las pensiones" sino una "contribución al debate político y social intenso" sobre el factor de sostenibilidad, ha explicado que el "reto principal" para el mantenimiento de las pensiones a largo plazo es la combinación entre la evolución de la esperanza de vida y la tasa de dependencia.

Y es que, mientras los españoles ganan 16 meses de vida cada diez años, se espera que el sistema de pensiones pase de mantener 9 millones de pensiones ahora a más de 15 millones en 2050. "Esta es la raíz del desequilibrio presupuestario que deberíamos prevenir. Las dificultades coyunturales de este momento ilustran las dificultades de mantener el sistema a largo plazo", ha dicho.

Equidad y revalorización anual

La recomendación de los 'doce expertos' pasa por combinar una fórmula de equidad intergeneracional (FEI), que "trata de asegurar un mismo monto de pensión para diferentes esperanzas de vida", y otra de revalorización anual (FRA), que propone cómo "acompasar el crecimiento de la pensión al crecimiento en el número de pensionistas, los efectos de sustitución y la evolución de los ingresos y gastos".

"A la vista de simulaciones ilustrativas, y a reserva de las simulaciones que la propia Seguridad Social deberá hacer como resultado de la aplicación de los factores a sus datos y a las previsiones oficiales, el comité entiende que la aplicación de estos factores no supone una bajada de las pensiones. Se prevé, por contra, que sigan creciendo en términos reales a largo plazo", ha señalado.

El FRA prevé subidas de la pensión cuando el crecimiento de los ingresos de la Seguridad Social sea mayor al crecimiento del número de pensionistas.

El aumento de pensionistas oscilará entre el 0,5% y el 1,7% entre los años 2012 y 2047, en tanto que los expertos auguran para ese periodo un crecimiento del PIB del 2% de media -teniendo en cuenta que en los últimos 30 años esa media ha estado en el 2,3%-, lo que les lleva a pensar que crecerá la pensión media real.

No obstante, ha reconocido que la aplicación del factor de sostenibilidad aumentará la brecha entre la pensión media y el salario medio, si bien ha dicho que podría reducirse "significativamente" si se adoptan decisiones políticas que compensen ese efecto.

Evitar bajadas nominales

Pérez ha recordado que este informe deja "abierto el camino" para otros debates que será necesario afrontar en el ámbito político, de los agentes sociales y de la propia sociedad, tales como cuándo comenzar a aplicar estas fórmulas o la posibilidad de fijar un suelo de garantía para que las pensiones actuales "bajo ninguna circunstancia puedan disminuir nominalmente".

Para la sostenibilidad del sistema también es clave "impulsar el crecimiento de los ingresos o de los recursos aplicados a las pensiones", lo que puede pasar por diferentes medios tales como impulsar el crecimiento económico y las afiliaciones, inyectar ingresos públicos a través de cotizaciones o de impuestos, promover el ahorro privado o mejorar la eficiencia del sistema de pensiones.

El presidente del comité ha defendido que los doce expertos que han trabajado en este documento han sido "independientes y profesionales" pero no "expertos axiológica o normativamente neutrales", ya que parten de premisas como estar "a favor de un sistema de pensiones público de reparto que provea pensiones suficientes, dignas y adecuadas a la población a corto, medio y largo plazo".

"La transparencia es imprescindible para que los ciudadanos prevean con antelación suficiente qué pensión les corresponderá, pero también para participar como ciudadanos con toda la información en los grandes debates que deben producirse. Debemos resolver estos problemas pero, por lo pronto, no debemos agravarlo con una incertidumbre añadida sobre la sostenibilidad de las pensiones", ha zanjado.

La fórmula del FRA para revalorizar las pensiones

El Factor de Revalorización Anual es el indicador que el comité de expertos propone para que sustituya al Índice de Precios al Consumo (IPC) de cara a revisar las pensiones; su fórmula es la siguiente:

- De este modo, la tasa a la crecerían las pensiones al año siguiente (g t+1), dependería:

- De la tasa a la que se prevé que crezcan los ingresos del sistema de pensiones contributivas (g I, t+1), que incluyen cotizaciones sociales, intereses del Fondo de Reserva, etcétera.

- De la tasa a la que se prevé que crezca el número de pensionistas (g P, t+1)

- De la tasa a la que se prevé que crezca la cuantía de la pensión media (g s, t+1), que cada año aumenta por el simple hecho de que los nuevos pensionistas cobran una pensión mayor que los que fallecen.

- De que el sistema de pensiones tenga superávit (los ingresos sean mayores que los gastos, esto es, I > G) o déficit (los gastos superen a los ingresos, es decir, I < G), matizado por un coeficiente (α) que indica la velocidad a la que se corrigen los desequilibrios, puesto que el objetivo final es que el saldo entre ingresos y gastos sea cero (I=G).

Estas tasas no se calcularían para un único año, sino con media móviles aritméticas y geométricas que tienen en cuenta los años anteriores y posteriores (entre 11 y 13 años en total, según los expertos, que proponen tomar cinco o seis años por delante y por detrás del año de referencia t).

La principal diferencia con el uso del IPC es que se abre la puerta a reducciones nominales de las pensiones: utilizando como indicador los precios, las pensiones suben cuando estos lo hacen, y se mantienen fijas si los precios se mantienen o bajan.

Sin embargo, el FRA subirá siempre que suban los ingresos del sistema, mientras que si suben el número de pensionistas o la pensión media (es decir, los gastos), su incremento puede ser menor e incluso negativo, esto es, las pensiones se reducirían. Algo improbable, pero posible.