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Una filtración en Bruselas pone en cuestión durante unas horas las cifras de déficit de Rajoy

  • La UE desmiente categóricamente que dude de la desviación anunciada
  • Otras fuentes advirtieron a Reuters de que hinchó el déficit del anterior Gobierno
  • Con todo, la Comisión urge al Ejecutivo a aprobar el nuevo presupuesto

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Olli Rehn niega indicios de irregularidades en las cifras del déficit de España

Al cabo de unas horas, el desmentido ha sido total, pero las acusaciones que han hecho fuentes comunitarias bajo anonimato han puesto en cuestión durante este martes las cifras de déficit que ofreció el Gobierno español nada más llegar al poder. Al final, la Comisión se ha limitado a urgir al Ejecutivo a aprobar los presupuestos de 2012 sin dilación.

Y es que la sospecha difundida a través de un teletipo también hablaba de que el retraso en la aprobación de las cuentas públicas se debía a motivos electorales, en concreto, para no perjudicar al PP en las autonómicas que celebrará Andalucía a finales de marzo.

Todo empezó poco después del mediodía con ese cable de agencia Reuters, del que se hizo eco RTVE.es, en el que se citaban a "tres fuentes oficiales comunitarias" anónimas.

Según esa información, Bruselas estudiaba sancionar al Gobierno de Mariano Rajoy porque sospechaba que infló la cifra de déficit, además de retrasar la elaboración de los presupuestos, que deben incluir un drástico recorte de gasto para cumplir los objetivos de la UE.

Declaraciones de Altafaj y Rehn 

Al poco tiempo, fuentes de La Moncloa negaban tajantemente la información, pero en Bruselas el desmentido no llegaba, al menos no de forma tajante.

Así, el comisario europeo de Asuntos Económicos y vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Olli Rehn, que tenía una rueda de prensa a las 15.00 horas, fue preguntado al respecto y se limitó a señalar que es “prematuro” sacar conclusiones en este momento y se remitió a los datos de Eurostat, la oficina estadística comunitaria, del próximo 23 de febrero.

Tuvo que pasar hasta aproximadamente las 18.00 cuando el portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión, Amadeu Altafaj, desmintió "categóricamente" a la agencia Europa Press que la UE tenga ningún tipo de sospechas sobre España, aunque horas antes él mismo también había sido esquivo en la aclaración.

Según las fuentes citadas por Reuters, el nuevo Gobierno español infló la cifra de déficit público de 2011 al situarla en alrededor del 8%, en lugar del 6% que preveía el anterior Ejecutivo (y que era lo pactado con la UE), con el fin de que los resultados de este año parezcan mejores.

El mismo día que anunció esa desviación, el Gobierno anunció sus primeras medidas económicas, entre ellas un recorte de 8.900 millones de euros y una subida de impuestos, incluido el IRPF.

Petición de comparecencias

Por su parte, el Ejecutivo ha sido categórico y ha negado cualquier manipulación en las cifras por boca incluso del ministro de Economía, Luis de Guindos. A pesar de ello, los grupos de la oposición han pedido su comparecencia inmediata, junto a la del titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, para explicar la polémica.

En cuanto a los presupuestos de 2012, el Gobierno dice que está esperando  precisamente a conocer los datos y previsiones de crecimiento de la UE, que se esperan para ese 23 de febrero, y que los elaborará después. Con ese nuevo objetivo, el Gobierno confía en que Bruselas rebaje el objetivo de reducción de déficit para este año (que tendría que cerrar en el 4,4%, algo que según los expertos resulta inverosímil).

Al margen de todo ello, la Comisión comparecía este martes precisamente para anunciar el primer paso hacia un expediente sancionador a España por incumplir varios objetivos comunitarios, entre ellos el déficit, pero sobre todo el paro.