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Daniel Zamit admite que los controladores son "un gremio desquiciado" y pide disculpas por el caos

  • El portavoz de USCA define las bajas como "una estampida histérica"
  • Culpan a AENA por modificar por decreto sus condiciones laborales

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El portavoz del sindicato de controladores USCA, Daniel Zamit, ha pedido disculpas a todos los afectados por el caos aéreo en el puente de la Inmaculada, pero culpa a AENA de la "estampida histérica" de los controladores por el cambio de condiciones laborales.

Entrevistado en Radio Nacional, Zamit ha admitido que son "un gremio desquiciado" y que han visto sus condiciones de trabajo modificadas por decreto cuatro veces en menos de un año. También culpa al Gobierno de elegir mal las fechas de los decretos, antes de la Semana Santa, el 31 de julio y ahora antes del puente.

Denuncia que AENA se niega a negociar un convenio colectivo y que su sueldo se ha reducido un 50% mientras que el número de horas de trabajo ha aumentado un 50%, para Zamit si se hiciera lo mismo con todos los gremios de España "adelantaríamos a Alemania".

Huelga legal

A su juicio, con la declaración del estado de alarma, el Gobierno ha conseguido que no se hable de la reforma laboralla supresión de los 426 euros y la privatiación parcial de AENA que "rompe la red aeroportuaria española" con la venta de los dos aeropuertos más rentables, Barajas y el Prat.

Uno de sus compañeros, César Cabo, ha asegurado en RTVE.es que si vuelven a protestar convocarán una huelga legal.

Esta mañana el presidente del Gobierno comparece en el Congreso para explicar la declaracion del estado de alarma para reconducir el tráfico aéreo.

Merma de la seguridad

El controlador aéreo en Licencia Especial Retribuida destinado en el centro de control de Madrid como supervisor, Aurelio Vázquez, denuncia que actualmente existen controladores aéreos bajo órdenes militares que "no están en condiciones de trabajar" y asegura que "se ha rebajado el nivel de seguridad" del tráfico aéreo tras decretar el estado de alarma.

"La situación de gente que no está en condiciones de trabajar no se ha solventado, sino que se ha empeorado. La gente está obligada, hay gente delante de las pantallas que se les saltan las lágrimas, sigue habiendo gente con depresión, tomando pastillas...", relata. 

"Tienen que estar concentrados en las pantallas de radares, en los aviones que despegan y que aterrizan y así es muy difícil. ¿De verdad piensa alguien que con amenazas de cárcel, de sedición militar, se puede trabajar en condiciones, que se puede estar concentrado?", se cuestiona Vázquez.

Así, considera que la actuación del Gobierno supone "una falta de respeto" hacia los viajeros ya que, según argumenta, al igual que los ciudadanos "tienen derecho a las vacaciones, también a que su seguridad se mantenga, no a una merma de seguridad impresentable".