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Principio de acuerdo sobre el mecanismo de rescate a Grecia

  • Los países de la UE aportaría dos tercios y el FMI el resto
  • Se aprobaría esta semana, pero sólo se utilizaría si Grecia  suspende pagos

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Los miembros de la Unión Europea tienen muy avanzado un mecanismo de rescate en caso de que Grecia necesite ayuda financiera, que recurriría en parte al Fondo Monetario Internacional (FMI), según han confirmado fuentes diplomáticas a Radio Nacional.

En concreto, dos tercios de la ayuda corresponderían a créditos bilaterales concedidos a Grecia por el resto de los países de la zona euro, en proporción a su PIB, mientras que el tercio restante procedería de los fondos del FMI, que incorporaría así la condicionalidad, es decir, los criterios de política económica que el Gobierno griego debería cumplir para recibir el dinero, tal como exigía Alemania.

Aunque no se ha detallado el montante total de la ayuda, otras fuentes, en este caso de la Comisión Europea, señalaban que la cantidad aportada por los países europeos podría rondar los 22.000 millones de euros.

Alemania exige reglas más estrictas

Las negociaciones sobre este modelo de rescate están muy avanzadas y, en caso de cerrarse a nivel diplomático, se convocaría una reunión de máximo nivel del Eurogrupo, para que los líderes de los países del euro ratificaran el mecanismo, que sería aporbado definitivamente en la posterior Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se celebrará los próximos jueves y viernes en Bruselas. Justo antes, para abordar las medidas.

Sin embargo, el mecanismo que se está perfilando sólo se utilizaría en el hipotético caso de que Grecia no pudiera hacer frente a sus pagos accediendo por sí mismo a la financiación internacional en los mercados. Respondería así a la exigencia del primer ministro griego, Giorgios Papandreu, de aprobar un método de ayuda que vaya más allá del respaldo político para calmar a los mercados, aunque sería un instrumento de último recurso.

Uno de los asuntos pendientes, en cualquier caso, es la exigencia de Alemania -el país que mayor cantidad de dinero tendría que aportar- de endurecer a cambio las normas de disciplina fiscal y financiera de los países que integran la zona del euro.