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Las otras 'Manolitas' de la Lotería de Navidad: generaciones de mujeres pioneras en el negocio lotero

Lotería de Navidad 2025: las otras "Doña Manolita"
Una mujer vende boletos de Lotería de Navidad

Cinco años después del nacimiento de la Lotería de Navidad, en 1812, solo dos mujeres regentaban administraciones de lotería en España, una en Barcelona y otra en Murcia. Han pasado más de 200 años y las mujeres mandan ahora en muchas de las más de 4.000 administraciones que hay en nuestro país.

El sorteo de Lotería de Navidad es el más esperado, querido y tradicional del año y está muy vinculado, además, a nombres propios de mujer como 'doña Manolita', la administración más famosa de España y símbolo de este sorteo. Manuela de Pablo, ‘doña Manolita’, comenzó su actividad en 1904 en Madrid junto a sus tres hermanas y es posible que sea la lotera más popular y conocida, con permiso de una bruja- 'La Bruixa d'Or' en Sort (Lleida)-, otro nombre propio en femenino de la Lotería de Navidad. Pero son muchas las otras 'manolitas' que regentan administraciones de toda España y que reparten suerte cada 22 de diciembre.

Manolita de Pablo, Doña Manolita, en su administración de la Gran Vía en torno a 1935 | Lotería de Navidad 2021

 EFE Archivo

Tres generaciones de loteras en Pamplona

Muchas mujeres comenzaron a dirigir administraciones de lotería en su condición de viudas tras la Guerra Civil.

Antes incluso de la guerra, abrió la administración número 1 San Fermín que, con ese nombre, solo puede estar en Pamplona. De hecho, solo paró su actividad durante la contienda y desde entonces las mujeres siempre han gobernado esta administración lotera. Tres generaciones de féminas han regentado la administración más antigua de Pamplona que ahora llevan Ana Cañamares y Maite Urroz, que despachan décimos cada día desde hace décadas.

Ana Cañamares y Maite Urroz despachan en la administración nº1 de San Fermín

Ana Cañamares y Maite Urroz despachan en la administración nº1 de San Fermín A.C

Tiempo atrás, el establecimiento se encontraba en la Calle Chapitela de Pamplona y desde el año 1985 se trasladó a la calle Mayor, a la entrada del casco antiguo y justo al lado de la capilla del santo que le da nombre.

Ana Cañamares atiende a RTVE Noticias mientras su compañera trabaja a plena actividad estos días previos a la Navidad, en los que el trabajo aumenta de forma considerable. La administración es tan pequeña que no caben juntas, así que reparten el horario de trabajo.

La historia de la Lotería de Navidad: más de dos siglos repartiendo ilusión

En Pamplona son, como 'doña Manolita' en Madrid, las más conocidas. "Guardamos el encanto del comercio tradicional de barrio. Todo el mundo viene a hablar con nosotras, la gente de toda la vida, pero también los turistas, muchos incluso se piensan que somos una oficina de turismo y nos preguntan de todo", cuenta Ana.

En el caso de esta administración tienen dos picos de venta al año: la Navidad, claro está, y en julio, en los días de Sanfermines, cuando no dan abasto en la venta de décimos. Y el número que vuela es el 7. "Son muchos los que vienen en los Sanfermines a llevarse su décimo, es una tradición más esos días", explica la lotera, que afirma que "es el sorteo que se vive con más ilusión". "Todo el mundo sueña y fabula con lo que hará si le toca el Gordo y nos lo cuentan. Es muy bonito", dice.

Y bromea con la idea de que "lo único que envidia" de doña Manolita son las ventas. "El sorteo de Navidad nos salva el año. Muchas administraciones no sobreviviríamos sin este sorteo".

"Hay gente que está abonada desde antes de la Guerra y viene ya la tercera y cuarta generación a comprar la Lotería de Navidad. No compran décimos en otras fechas, pero cuando llegan las Navidades es como una tradición", cuenta.

"Mi abuela murió casi literalmente vendiendo lotería"

Celina Escobar es la actual propietaria de la administración número 1 de Loja, en Granada, ubicada en la histórica Plaza de la Constitución, y es la última de otra generación de mujeres que rompieron los moldes en su día, haciéndose dueñas de los negocios loteros en un mundo dominado por los hombres.

Esta administración arrancó en la ferretería de su bisabuelo, pasó a su abuela en 1935 y esta murió casi literalmente vendiendo lotería. Tenía un piso justo al lado del local y murió repentinamente allí. No se había jubilado y tenía 78 años.

La madre de Celina asumió semejante reto y también 'colgó las botas' a la misma edad, casi obligada por su hija, que ahora tiene 46 años y cuenta, en una entrevista en RTVE Noticias, que, aunque ella es arquitecta, no concebía que la familia perdiera el negocio lotero. "Si no fuerzo a mi madre a dejarlo, sigue allí", bromea, para explicar que ha recibido ofertas para vender la administración y ni lo valora.

"Yo tengo una hija y un hijo mellizos y ojalá sean ellos los que continúen el negocio. Llevamos más de un siglo y tiene que continuar esta saga de mujeres", dice, convencida.

Tres mujeres también son las empleadas que tiene Celina en su administración y reconoce que para mantenerlas "la Lotería de Navidad es clave porque en otros momentos del año hay pérdidas".

Celina, junto a sus tres empleadas en la administración de Loja

Celina, junto a sus tres empleadas en la administración de Loja C.E

"Desde julio, que nos llega los décimos, arrancamos el medio año bueno, pero el otro medio no lo es tanto y da para sobrevivir nada más", reconoce, para contar lo "especial" que es este sorteo "por la ilusión de la gente, por los premios compartidos y por lo tradicional de la Navidad".

Igual que las loteras de Pamplona, se siente como "la doña Manolita de Loja", referente ya de toda la provincia de Granada y mucho más allá: "Nos compran hasta desde Alemania", dice, orgullosa, para añadir que no desea otra cosa que "dar un premio esta Navidad". "Es una alegría inexplicable", concluye.

Nuevas generaciones de mujeres toman las riendas

Patricia tiene 23 años y, aunque al principio no estaba muy convencida de que su vocación fuese ser lotera, ahora está encantada en la administración número 146 de Madrid llamada 'La rubia de oro' en honor a su abuela. La madre de Patricia compró en el año 2022 esta administración de lotería, en la que hay otras dos empleadas mujeres.

"Me gusta hablar con los clientes, muchos son habituales y ya casi eres como su psicóloga" cuenta a RTVE. Dice, contenta, que hace tan solo una semana dieron un premio importante de Bonoloto y esperan que las buenas vibraciones sigan en esta administración que ahora está en pleno apogeo de venta de décimos de Navidad.

Hace 40 años otra mujer puso en marcha esta administración y su nieta fue la encargada de dar el Gordo, en el año 2009, que se vendió íntegro aquí.

Ahora Patricia sueña con revivir ese momento y ser ella la que reparte la lluvia de millones de nuevo en la capital.

Como el resto de loteras entrevistadas, coincide en que la Lotería de Navidad "salva el año" y que gracias a ella subsisten los negocios que compiten, cada vez más, con la venta por internet.

RTVE

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