La presión fiscal creció en España el doble que la media de la OCDE desde 2010, según el último informe anual
- En 2024, subió hasta el 36,7% del Producto Interior Bruto
- A pesar del aumento, la presión fiscal española se sitúa muy cerca de la media de la OCDE
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) ha publicado su último informe anual que mide el peso de los ingresos tributarios en relación al producto interior bruto (PIB) de los 38 países miembros, entre ellos España. Según el documento, nuestro país ha aumentado la presión fiscal -por tasas, impuestos y cotizaciones sociales- el doble que la media de la OCDE, entre 2010 y 2024. La presión fiscal en España ha aumentado en 5,53 puntos porcentuales, en los últimos 14 años, hasta el 36,7% del producto interior bruto, mientras que el crecimiento medio entre los países de la OCDE ha crecido en 2,54 puntos porcentuales, hasta el 34,1%.
Desde 2010, España es el país, de los grandes europeos, donde que se ha registrado el mayor incremento. La progresión de la presión fiscal, en ese periodo de 14 años, ha sido el siguiente entre las grandes economías de nuestro entorno:
- España: +5,53 puntos porcentuales, hasta el 36,7% de su PIB.
- Alemania: +2,85 puntos porcentuales, hasta el 38% de su PIB.
- Media OCDE: +2,54 puntos porcentuales, hasta el 34,1% de su PIB.
- Reino Unido de 2,32 puntos porcentuales hasta el 34,4% de su PIB.
- Francia: +1,22 puntos porcentuales, hasta el 43,5% de su PIB.
- Italia: +1,06 puntos porcentuales, hasta el 42,8% de su PIB.
España, muy cerca de la media en presión fiscal
Estas cifras señalan que la presión fiscal de nuestro país no está lejos de la media de los 38 países miembros de la OCDE. Incluso, está varios puntos por debajo de países como Alemania, Francia o Italia. Aunque si tenemos en cuenta cuánto se ha disparado la presión fiscal, en comparación con el resto de socios de la OCDE, España es el séptimo ascenso más pronunciado después de Eslovaquia (7,67 puntos porcentuales), Grecia (7,43 puntos), Japón (7,49), Luxemburgo (5,81), México (5,99) y Letonia (5,71 puntos).
En la cara opuesta, entre 2010 y 2024, la presión fiscal disminuyó sobre todo en Suecia, Hungría e Irlanda con estas cifras. En el caso sueco su caída ha sido de 1,71 puntos hasta el 41,4%; en suelo húngaro cayó 2,55 puntos, hasta el 34,4% y muy significativa es la rebaja de la presión fiscal de los irlandeses con una bajada de más de 6 puntos, hasta alcanzar un 21,7% respecto a su PIB.
Países peculiares con baja presión fiscal
Irlanda es el cuarto país de la OCDE con la menor fiscalidad, solo por detrás de tres países latinoamericanos que tienen un estado del bienestar poco desarrollado como son México (18,3% del PIB), Colombia (19,9%) y Chile (20,5%). Por sus cifras de baja presión fiscal, Irlanda se ha convertido en una llamativa excepción dentro de la Unión Europea. Precisamente, en la UE, todos los demás miembros están por encima del 34%, mientras que Irlanda ofrece una baja presión para atraer a inversores extranjeros haciendo que muchas multinacionales hayan decidido operar su negocio desde allí para toda Europa.
En suelo europeo, aunque fuera de la UE, hay otro país también peculiar por su fiscalidad reducida. Se trata de Suiza, con un 27,2% en 2024, y que logrado captar grandes capitales procedentes de todo el mundo también por la discreción de sus entidades bancarias. Y si miramos al otro lado del Atlántico, todavía más baja es la presión fiscal de Estados Unidos: un 25,6% respecto a su PIB, en 2024.
Este año es el segundo consecutivo que Dinamarca vuelve a colocarse como el país de la OCDE con mayor presión fiscal, con un 45,2% de su PIB, tras aumentar 1,2 puntos respecto a 2023. Le sigue, de nuevo, Francia que a pesar de reducir cuatro décimas ha situado su presión fiscal en un 43,5% respecto a su PIB. Por detrás están Austria con un 43,4% (ocho décimas más en 12 meses), Italia con un 42,8% (1,3 puntos más) y Bélgica con un 42,6% (siete décimas más).
Cotizaciones sociales: principal fuente de recaudación
En España, como en la mayoría de los países de su entorno europeo, la principal fuente de recaudación fiscal son las cotizaciones sociales, un 34,7% del total en 2023, último año con cifras analizadas. En la OCDE, esas cotizaciones sociales son de media el 25,5%, porque su peso es mucho menor en países latinoamericanos como Chile (5,6% del total), Colombia (7,3%) o México (13,5%) o en otros anglosajones como Estados Unidos (23,5%), Canadá (14,9%), Australia (0%) o Nueva Zelanda (0 %).
El impuesto de sociedades, que había llegado a representar un 11,3% del total de los ingresos fiscales en 2007, en vísperas de la crisis financiera, disminuyó a partir de entonces su contribución al 9% en 2010 y se mantuvo entre el 9 y el 10% en la década siguiente antes de repuntar al 10,3% en 2021 y al 12% en 2022 y de volver a caer al 11,9% en 2023. En España, ese impuesto que pagan las empresas por sus beneficios suponía el 8% de la recaudación fiscal en 2023.
En cuanto a los impuestos sobre el patrimonio, representó un 5,1% en el conjunto de la OCDE ese año, aunque su peso es muy variable de unos países a otros, de menos del 1% en República Checa, Lituania y Estonia a más del 10% en Corea del Sur (11,5%), Estados Unidos (11,3%), Israel (10,7%) y el Reino Unido (10,5%). España se quedaba por encima de la media con el 6,2%.