La organización amparada por Israel y EE.UU. para controlar la ayuda humanitaria en Gaza abandona la Franja
- GHF, creada para sustituir a las agencias de la ONU, se marcha tras provocar decenas de muertos
- La ONU alerta de que las condiciones de vida en Gaza son "insostenibles"
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La organización creada con apoyo de EE.UU. e Israel para controlar la entrega de ayuda humanitaria y sustituir en esta función a las organizaciones internacionales y a las ONG se retira de la Franja. La autodenominada Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) empezó a funcionar el pasado mayo y dejó de funcionar tras el alto el fuego pactado el 10 de octubre, cuando EE.UU. decidió que las agencias de la ONU recuperaran el control de las actividades humanitarias.
En este periodo, GHF no se ha regido por los principios de la ley humanitaria, según ha advertido la ONU, y en sus entregas de ayuda a la población civil han muerto centenares de personas.
Decenas de muertos en las entregas de alimentos
La GHF, integrada por exmilitares estadounidenses, justifica su labor en un comunicado, en el que asegura que "en un momento crítico", "ayudó a sentar las bases para el alto el fuego y el futuro de Gaza".
La organización se instaló en Gaza en mayo, al mismo tiempo que Israel impedía el reparto de ayuda a través de otras organizaciones, como la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). GHF montó tres centros de operaciones en el sur y otro en el centro de la Franja. A partir de ese momento, los centros se convirtieron en una trampa, y la búsqueda de alimento en un peligro de muerte para los palestinos, que se agolpaban para intentar conseguir comida y eran repelidos con disparos.
Además, el volumen de ayuda entregada no fue suficiente, lo que provocó que la ONU declarara la hambruna en Gaza en el verano.
A pesar de eso, en su comunicado GHF defiende su labor, asegura que ha repartido más de 3 millones de cajas de alimentos, con un total de 187 millones de comidas, y que se llevó a cabo la "entrega directa a los civiles sin interferencia de Hamás ni de otros actores". Sin embargo, no hay ninguna forma independiente y transparente de comprobar estas afirmaciones.
Tommy Pigott, portavoz adjunto del Departamento de Estado de EE.UU., ha agradecido la labor de GHF con un mensaje en redes sociales. Hamás, sin embargo, se ha felicitado por la marcha de GHF y ha dicho que sus miembros deben ser perseguidos por "crímenes" contra los palestinos.
Desde la ofensiva israelí tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, más de 2.100 palestinos han muerto mientras acudían a solicitar ayuda humanitaria
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) informó el 22 de noviembre, en su última actualización de la situación en Gaza, que "a todas la misiones de la ONU destinadas a recoger cargamentos de ayuda en el cruce de Kerem Shalom se les denegó el acceso".
La ONU alerta de que las condiciones de vida en Gaza son "insostenibles"
El subsecretario general de la ONU para la Coordinación Especial del Proceso de Paz en Oriente Medio, Ramiz Alakbarov, ha advertido ante el Consejo de Seguridad de que pese al alto el fuego vigente en Gaza la población sigue afrontando "graves riesgos humanitarios y condiciones de vida insostenibles".
Alakbarov ha declarado que, aunque el alto el fuego "se ha mantenido en gran medida", los recientes ataques israelíes en zonas pobladas de Gaza han causado "múltiples víctimas y destrucción significativa", mientras militantes palestinos han realizado "ataques esporádicos contra soldados israelíes".
El funcionario ha instado a todas las partes a ejercer "máxima contención" y cumplir los compromisos adquiridos bajo el acuerdo.
Alakbarov ha enfatizado que la población gazatí se enfrenta a "condiciones de vida insoportables" tras dos años de conflicto, con casi el 80 % de los edificios dañados o destruidos y más de 1,7 millones de desplazados.
La Yihad Islámica dice haber localizado el cuerpo de otro rehén
Mientras tanto, la tregua en Gaza se mantiene de forma precaria. Las fuerzas israelíes han matado este lunes al menos a tres palestinos cerca de la "líne a amarilla", el área designada bajo control israelí.
Médicos palestinos han asegurado que se han producido varios ataques: un dron israelí ha disparado un misil contra un grupo de personas en Jan Yunis, matando a dos , y un tanque ha matado a otra persona en la ciudad de Gaza. Israel asegura que ha disparado contra "terroristas" que se acercaban a sus tropas.
Desde el 10 de octubre, fecha de entrada en vigor del alto el fuego, Israel ha matado al menos a 342 personas, incluyendo al menos a 67 niños.
Además, las Brigadas Al Quds, brazo armado de la Yihad Islámica, han informado de la recuperación del cadáver de otro rehén israelí. "Hemos encontrado el cuerpo de uno de los prisioneros enemigos durante las operaciones de búsqueda y excavación en las zonas controladas por el ejército sionista en el centro de la Franja de Gaza", recoge el comunicado de la milicia islamista, que no especifica cuándo se entregará el cuerpo a Israel. El cuerpo corresponde con uno de los tres que aún están en Gaza.
Hamás pide ayuda internacional para desactivar munición
Por otra parte, Hamás ha pedido apoyo internacional urgente para eliminar artefactos israelíes sin explotar en la Franja. "El portavoz del movimiento, Hazem Qasem, instó hoy lunes a todos los organismos internacionales pertinentes a tomar medidas urgentes para eliminar los peligrosos remanentes en la Franja de Gaza, que representan bombas de tiempo que podrían explotar en cualquier momento", ha escrito Hamás en un comunicado.
La Dirección General de la Policía gazatí ha informado de que un niño sufrió heridas leves debido a la explosión de "un objeto remanente de la ocupación en la zona costera norte de la ciudad de Gaza".
Según el Servicio de Acción contra las Minas de la ONU (UNMAS), entre un 5 % y un 10 % de la munición lanzada por Israel contra Gaza no ha detonado, "dejando tras de sí peligros mortales".
Entre octubre de 2023 y enero de 2025 (cuando comenzó el anterior alto el fuego en Gaza), al menos 92 personas murieron o resultado heridas por artefactos explosivos, incluidos proyectiles de mortero, cohetes y artefactos improvisados, según el Programa de Acción contra Minas en los Territorios Palestinos Ocupados.
La ONU subraya que estos restos explosivos representan una amenaza inmediata tanto para los civiles como para los equipos humanitarios y se estima que podrían pasar hasta 14 años antes de que Gaza esté completamente libre de bombas sin detonar.
