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Entrevista

Elise Allen: "El papa León va a ser más fuerte que Francisco"

  • La periodista publica en España 'León XIV: Ciudadano del Mundo, Misionero del siglo XXI', el primer libro-entrevista al pontífice
  • La obra repasa la vida y trayectoria de Robert Prevost en Perú y sus planes para el futuro de la Iglesia católica
Elise Allen: "el papa León va a ser más fuerte que Francisco"
El papa León XIV y la periodista Elise Allen. ELISE ALLEN
JORDI BARCIA (CORRESPONSAL DE RNE EN ROMA)

Este jueves sale a la venta en España 'León XIV: Ciudadano del Mundo, Misionero del siglo XXI', el primer libro-entrevista al nuevo papa. El libro, escrito por la periodista Elise Ann Allen, del portal de noticias católico Crux, es un amplio repaso a la trayectoria de Robert Prevost y, en particular, de sus años en Perú, para la autora un periodo clave para entender el pensamiento de León. Incluye, además, la primera entrevista a León XIV, en la que el papa aborda temas candentes en la Iglesia católica como los abusos a menores, el trato a los homosexuales o la situación de la mujer en la jerarquía eclesiástica. RTVE Noticias ha conversado con Allen muy cerca de la plaza de San Pedro y del nuevo hogar del sucesor de Francisco.

PREGUNTA: Elise, han pasado ya varios meses desde la elección de León XIV como papa y sigue siendo un personaje misterioso, apenas estamos comenzando a conocer a la persona que hay detrás.

RESPUESTA: Sí, porque él siempre ha tenido un perfil muy bajo. Ha estado siempre activo, siempre presente, al lado de la gente, involucrado en todo, pero sin hacer ruido, porque no es el tipo de persona que necesite hacer ruido para hacer las cosas. León es así porque no se ve a sí mismo como el centro: para él el centro son, por un lado, Jesús y el Evangelio y, por otro, las personas y el servicio a las personas. Ahora, como papa, por fuerza tiene un perfil mucho mayor, se encuentra totalmente a otro nivel, por eso ya le estamos comenzando a conocer un poquito y, con el tiempo, vamos a conocerle aún más, porque va a ir mostrándonos más de sí mismo. Creo que su idea es la de ir creando paso a paso una amistad con el mundo, ir construyendo una relación con las personas y con la Iglesia de un modo natural. No es una estrategia, él es así, es su estilo personal pero también espiritual, por su formación como agustino. Paso a paso nos va a ir revelando quién es.

P: Ha completado el proyecto en un tiempo récord hablando con muchísimos protagonistas, sobre todo en Perú. Parece que allí los que lo conocían tenían mucha buena voluntad y disponibilidad para hablar de Prevost.

R: El proyecto fue un desafío desde el principio porque Penguin Perú me contactó en mayo, apenas dos semanas después de la elección del papa, y me pidieron no sólo que escribiera el libro, sino que lo hiciera directamente en español porque querían recibir el manuscrito en agosto y no tenían tiempo de traducirlo, así que fue todo un reto. Estuve dos semanas en Perú, haciendo entrevistas a personas del entorno de Prevost entre Chiclayo, Chulucanas, Trujillo y Lima.

Había que encontrar a los protagonistas en su contexto porque ese fue también el contexto del papa, la realidad que ha visto, en la que ha trabajado. Cuando Prevost llegó a Perú a los 30 años, era 1985 y el país pasaba por un periodo muy difícil para los peruanos, tanto social como cultural y políticamente. Esa fue su primera experiencia pastoral, se formó como pastor con esa gente, con sus necesidades, en unas tierras que pasaron por muchos problemas. Era muy importante entender qué significó estar junto a la gente en ese contexto, con las luchas políticas del momento. Es la tierra que formó al papa, la que le dio su mirada pastoral y como administrador. Es cierto que cuenta también con la visión específica de los agustinos, pero su experiencia principal fue en Perú, allí es donde se encuentran sus puntos de referencia como pastor, como administrador, como obispo.

P: Con este libro se ha convertido prácticamente en la primera "leonóloga". Leyéndolo nos enteramos de que al papa le encanta conducir, a veces peligrosamente; también que le gustan los brownies o que ha bailado el Meneíto en alguna ocasión. Tenemos ese toque más humano, pero al mismo tiempo le descubrimos como una persona que busca la unidad de los que tiene alrededor, llevándolos hacia un proyecto común. También vemos que no le da miedo resolver problemas y enfrentarse a las dificultades. ¿Es esa la esencia de Robert Prevost?

R: Yo diría que sí. Como misionero estaba siempre con la gente, presente en las fiestas de cumpleaños, participando como parte de la comunidad, involucrado, y compartiendo con ellos las particularidades de su cultura. Como agustino ha vivido en comunidad pero, en realidad, su mayor comunidad ha sido la gente a la que ha querido servir. Los entrevistados lo describen como un buen hermano, un buen pastor, dispuesto a escuchar. Muy cercano y muy, muy humano, porque sabe dar prioridad a la persona humana.

Como administrador también goza de buena reputación por ser capaz de tomar decisiones difíciles manteniendo la unidad de las personas. En sus reuniones se habla un poquito, se dialoga, se conversa, entre todos ven lo que se puede hacer y al final es él quien toma la decisión. Tal vez algunos no se quedan contentos, pero al menos han participado en la conversación y eso les deja tranquilos. Así que es un buen pastor, buen administrador, buen formador pero, sobre todo, un buen hermano: sabe cómo escuchar, dialogar y resolver problemas sin crear división y estando cercano a la gente.

P: Sabiendo todo esto, ahora parece inevitable que Prevost fuera el nuevo papa, porque es obvio que era perfecto para el puesto, pero en el momento del cónclave no estaba entre los máximos favoritos. ¿Sus primeros meses de pontificado se ajustan a esa imagen previa de Prevost?

R: Este arranque de pontificado no me ha sorprendido para nada porque León es una persona muy tranquila, así es su personalidad. Muchos dicen que se aburren porque no hace nada, no se sale del guión, no es tan espontáneo como Francisco. Pero el estilo de León es otro, y creo que va a ser más fuerte que Francisco en muchas cosas.

P: ¿Por qué lo dice?

R: Diría que León es más decisivo. Francisco también quería ver, quería discernir, pero a la vez era muy impulsivo; en cambio, Prevost siempre ha esperado antes de tomar decisiones, y en este periodo inicial de su pontificado está escuchando, mirando, discerniendo, rezando, antes de tomar las grandes decisiones. Poco a poco las va a tomar, pero cuando lo haga será porque habrá habido mucho proceso antes. Será una decisión más radicada, más fundada.

Francisco tenía otro estilo, también trataba de hacer cosas, pero iba cambiando de estrategia, cambiando sus decisiones. Muchos dicen del papa argentino que nadie sabía exactamente lo que pensaba que quería hacer, tal vez ni él mismo lo sabía. Roberto, León, es diferente: sus decisiones le llevarán más tiempo, serán más lentas, pero estarán muy radicadas y serán más fuertes.

P: Le ha llamado Roberto, que es como le conocen en Perú, y a lo largo del libro los protagonistas le llaman de muchas maneras. Para sus hermanos es Rob, para algunos de sus colaboradores Bob, y ahora su nueva identidad es la de León. Y desde el principio se le ha visto como un mero continuador de la obra de Francisco. Pero en la entrevista en el libro parece querer echar el freno en toda una serie de procesos iniciados por Francisco, como el trato a los homosexuales o el diaconato femenino. ¿Va a ser una característica de su pontificado o sólo se está tomando su tiempo y podría haber avances más adelante?

R: Creo que está bastante claro que esa es la postura de León, que al final fue la postura misma de Francisco. León ha entendido muy bien lo que Francisco estaba haciendo en asuntos como la relación con la comunidad LGBTQ+: sí a acoger a las personas y bendecirlas como siempre ha hecho la Iglesia, pero no a incorporar esas bendiciones como un rito, no ritualizarlas, porque entonces se confundiría con el matrimonio. Es lo que escribió Francisco en la famosa declaracion Fiducia Suplicans y, en eso, la doctrina de la Iglesia no cambia.

El nuevo papa también quiere acoger a las personas, darles voz, darles su espacio, pero no va a cambiar la doctrina. Lo mismo con las mujeres: León está nombrando a mujeres en posiciones importantes, pero no va a avanzar hacia el diaconato femenino ni se va a mover en la cuestión de la ordenación de la mujer. Cree que antes de hablar de esos temas hay que cambiar actitudes en la Iglesia, que es la misma perspectiva de Francisco cuando hablaba de la necesidad previa de una conversión, de un cambio de mentalidad en la Curia y en la cultura de la Iglesia. Además, son temas que pueden tener una motivación ideológica detrás, de manera que pueden convertirse en polarizantes, y él no quiere crear más polarización. La polarización es una preocupación grande para él.

P: Enorme, diría, porque atraviesa toda la entrevista con León. Insiste en que no quiere fomentar divisiones, ni polarización. Parece que eso es algo que tiene muy metido dentro y que es esencial para entender su visión.

R: Creo que León lo ve como parte de su misión, por eso dice que hay que calmar las aguas y no va a hacer nada que crea que puede aumentar la polarización en el mundo. Va a tratar de recordarnos cómo hablar, cómo conversar entre nosotros, cómo construir puentes de paz en el mundo, pero también puentes de paz entre las personas, puentes de amistad, puentes de unión, de comunión. Es un tema muy, muy importante, clave para el papa, para la Iglesia y para el mundo.

P: En relación a los Estados Unidos, en la entrevista León tiende la mano a Donald Trump, pero en las últimas semanas ha dejado claro que se va a mantener firme en cuestiones centrales para la Iglesia como el trato a los migrantes. Un papa que no tiene miedo a decir lo que piensa y a tomar decisiones impopulares si está convencido de que es lo correcto. En el caso de los Estados Unidos, ¿puede generar fricciones?

R: Sí, creo que es inevitable porque hay asuntos divisivos en la cultura en general que en los Estados Unidos son muy, muy calientes, como la migración, por ejemplo. Pero León no quiere meterse en política, lo que quiere es ser fiel a la doctrina social de la Iglesia, es lo que ha vivido como pastor y obispo en Perú. Y es donde también Francisco tenía sus raíces, porque en América Latina la Iglesia siempre ha sido más radical en la doctrina social.

Mientras Juan Pablo II y Benedicto XVI pusieron más enfasis en cuestiones morales, Francisco dio un impulso muy grande a la doctrina social de la Iglesia, quiso recordarla y sacarla a la luz, y León va a seguir adelante con eso porque esa ha sido su experiencia. Desafortunadamente, cuando la política se cruza enmedio hay fricciones, y hablamos de problemas fáciles que no son fáciles de resolver. León los abordará, pero siempre a la luz de la doctrina social de la Iglesia, de las enseñanzas de la Iglesia, del Evangelio. No quiere meterse en política, pero quiere enseñar a los fieles el pensamiento católico en todos los temas, no solo en algunos.

P: ¿En su opinión, qué papa necesita la Iglesia católica y el mundo en estos momentos?

R: Lo más importante que León puede aportar es la unión y la humanidad, es alguien que siempre ha puesto primero a la persona, y por eso puede recordarnos que somos humanos. Creo que este será un tema central de su pontificado en este mundo de guerras, de conflictos, de violencia, pero también de la inteligencia artificial, un mundo que ofrece muchas posibilidades pero que, al mismo tiempo, no es humano. Y con las personas queriendo estar cada vez en más en realidades que tal vez no son reales, ¿qué significa ser humano?

En una de sus primeras audiencias generales, el papa habló de la compasión. Dijo que antes de ser un valor religioso, la compasión es un valor humano, y que antes de ser religiosos estamos llamados a ser humanos. Me impactó mucho, y esa será una de las claves, de los puntos fuertes y fundamentales que el Papa puede aportar al mundo, no sólo a la Iglesia. En un tiempo tan complicado de realidades falsas, de inteligencia artificial, pero donde seguimos siendo humanos, ¿cómo debe ser un ser humano? Para León, los humanos deben de ser amigos y estar unidos, formar una comunidad. Creo que ese será su magisterio.