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El Tribunal Permanente de los Pueblos evaluará la represión de los talibanes como crímenes contra la humanidad

  • Las mujeres afganas han pedido justicia y no ser olvidadas ante este tribunal popular
  • "¡Por favor, escuchen nuestras voces!" es su clamor, a la espera de conocer el dictamen final de los jueces
El Tribunal Permanente de los Pueblos evaluará la represión de los talibanes como crímenes contra la humanidad
Sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos. PILAR REQUENA/RTVE
Pilar Requena @Requenapilar
Pilar Requena @Requenapilar

Los jueces de este tribunal popular han escuchado las voces de las mujeres afganas y, en base a sus testimonios, las alegaciones de los fiscales y de las organizaciones solicitantes de este proceso, han asegurado que consideran evaluar la conducta de los talibanes como crímenes contra la humanidad por persecución de género.

Han recordado también al régimen talibán sus obligaciones respecto a los derechos humanos. Y estudian apoyar la codificación del apartheid de género como crimen contra la humanidad.

A la comunidad internacional le reiteran que la normalización con los talibanes tiene graves consecuencias para las mujeres y las niñas en el país asiático. El Tribunal Permanente de los Pueblos (PPT) ha celebrado en Madrid las sesiones del Tribunal Popular para las Mujeres de Afganistán.

La sentencia del panel de jueces se espera para diciembre

El PPT, un tribunal de opinión internacional competente para pronunciarse sobre cualquier delito grave cometido contra los pueblos y las minorías, insta a reconocer la violencia por motivos de género como crimen de lesa humanidad y hace un llamamiento urgente a garantizar los derechos plenos para las mujeres afganas. Su objetivo es también poner fin a la impunidad y a la falta de rendición de cuentas.

Los jueces han destacado que las víctimas han dado muestras de valentía al prestar testimonio. Las evidencias serán preservadas para futuras acciones legales. Han quedado expuestas las tácticas del régimen talibán para borrar a la mujer de la vida pública.

En Madrid, las voces de las mujeres afganas rompieron el silencio impuesto por el régimen talibán y relataron la brutal represión que asfixia a la mitad de la población del país. El tribunal popular busca justicia y memoria tras la promulgación por los talibanes de más de 130 decretos contra las mujeres, consolidando un sistema que se puede calificar de 'apartheid de género'.

La celebración de estas sesiones fue solicitada por cuatro ONG afganas: Rawadari, Organización para los Derechos Humanos y la Democracia de Afganistán, Organización para la Investigación de Políticas y Estudios sobre el Desarrollo y Defensores de los Derechos Humanos Plus. Y ha contado con la colaboración del Observatorio de Derechos Humanos del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM).

Como explica Maite Parejo, copresidenta del Observatorio de Derechos Humanos, "el PPT busca poner el foco en situaciones en las que se producen graves vulneraciones de derechos humanos o crímenes internacionales y para los que, por desgracia, no hay un mecanismo, un organismo o un tribunal de verdad que haya abordado o que pueda abordar la situación. Este es el caso del Tribunal de las Mujeres de Afganistán. Era importante porque en Afganistán no existe un sistema judicial y no se van a investigar estas violaciones ni enjuiciar a los responsables".

El jurista y fiscal Moheb Mudessir

El jurista y fiscal Moheb Mudessir. PILAR REQUENA/RTVE

El jurista Moheb Mudessir, que ejerce como fiscal en este tribunal, afirma que "la acusación principal es lo que los talibanes están haciendo contra las mujeres afganas, que es excluir a la mitad de la población de todos los aspectos de la vida pública. Básicamente, han eliminado a las mujeres y han criminalizado la feminidad. Desde nuestra perspectiva, es una clara señal de un crimen contra la humanidad. Además, también se trata de diversos actos inhumanos como, por ejemplo, el apartheid de género que ha segregado a la mitad de la población solo por su género".

Y denuncia que los talibanes también están incumpliendo todos los compromisos y obligaciones internacionales y que no se deben normalizar las relaciones con ellos.

Testimonios directos

Con estas sesiones, “las víctimas tienen un lugar en el que hablar, se da voz a esas personas que no pueden acudir a ningún tribunal real y también se trata de concienciar”, dice Maite Parejo.

"Es un tribunal de la sociedad civil, una institución o una plataforma de la propia sociedad civil y el mero hecho de que las mujeres afganas puedan dar su testimonio sobre lo que han vivido en Afganistán es muy importante”, añade esta abogada penalista.

"Como mujeres, tenemos que sentirnos afectadas porque se está deshumanizando a las mujeres afganas, quitándoles su dignidad y el hecho de que el PPT les permita testimoniar es reconocerles esa dignidad que pretenden quitarles y que esperemos que no lo consigan", sentencia.

Maite Parejo, copresidenta del Observatorio de Derechos Humanos

Maite Parejo, copresidenta del Observatorio de Derechos Humanos. PILAR REQUENA/RTVE

El tribunal escuchó testimonios directos de mujeres que fueron encarceladas y torturadas por protestar contra los talibanes. Relataron que les disparaban por manifestarse, les decían que eran una vergüenza para el islam.

El sistema represivo contra las mujeres incluye detenciones arbitrarias, malos tratos, torturas, confesiones forzadas, negación de derechos fundamentales como la vida, la educación, la salud, el trabajo o la participación cívica y política.

Las víctimas hablaron de traumas y pesadillas, relataron haber sido golpeadas, humilladas, acosadas sexualmente por el simple hecho de caminar en público sin un mahram (guardián masculino), del infierno que viven, de las amenazas de muerte y de la violencia sexual, de cómo los talibanes estigmatizan a mujeres llamándolas «prostitutas» y «mujeres malas».

La activista por los derechos humanos Parwana Ibrahimkhali Nijrabi recuerda el 15 de agosto de 2021 como un día terrible. "Perdí mi país, mi esperanza y mis sueños. Los talibanes tomaron el control de Afganistán. Nunca pensé que un día llegarían y se lo llevarían todo, también los deseos y sueños de las mujeres afganas. Tenía dos opciones: permanecer en silencio o despertar y empezar a luchar contra la injusticia y organizar protestas contra los talibanes", asegura.

Escogió la segunda y empezó a organizar manifestaciones contra los bárbaros de la sinrazón. "Al final, me arrestaron. Me encarcelaron durante un mes y, durante ese tiempo, me torturaron y pegaron. Me dijeron que no era musulmana. Querían matarme a pedradas, lapidarme”, denuncia.

"Me dieron golpes, me torturaron, me dieron descargas eléctricas, me pegaron con las armas, con todo lo que tenían. Ahora vivo con mucho dolor por las torturas. Y sigo muy traumatizada. Tenía mucho miedo. Sigo sintiéndolo". Parwana revive todos los días el trauma. Durante la noche, ve a los talibanes en sus sueños, más bien pesadillas. Y se despierta y grita: "mamá, mamá".

Hoy siguen amenazándola por teléfono, incluso en el exilio. Pide a la comunidad internacional, a la que acusa de haber abandonado Afganistán, que aumente la presión sobre los talibanes y que apoye a los afganos, no a los talibanes porque ellos, dice, no representan a la población afgana.

Para el fiscal Mudessir, los talibanes imponen una interpretación restrictiva de la ley islámica. “En este tribunal hemos tratado de impugnar eso. Lo que ellos dicen no es islámico. Basándonos en las ideas de la mayoría de los eruditos islámicos, lo que están haciendo va en contra del principio de la jurisprudencia islámica”, explica.

Un tribunal popular para dar voz y romper el silencio

Shaharzad Akbar, directora ejecutiva de Rawadari, una organización afgana de Derechos Humanos, era presidenta de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán cuando los talibanes tomaron el poder.

"Mi expectativa es que este tribunal sirva para movilizar más apoyo a las mujeres de Afganistán. Estos talibanes son más brutales que los de la primera vez. Quieren hacer todo lo posible para silenciar las voces, pero se encuentran con una mayor resistencia porque hay más mujeres educadas que reclaman sus derechos. Y se han vuelto aún más opresivos”, asegura.

Shaharzad Akbar, directora ejecutiva de Rawadari

Shaharzad Akbar, directora ejecutiva de Rawadari. PILAR REQUENA/RTVE

El tribunal popular invitó a los talibanes a acudir a las sesiones para defenderse, pero no respondieron. Shaharzad no puede ocultar su ira hacia la comunidad internacional porque cree que toda la intervención en Afganistán, los errores y los problemas, contribuyeron a la corrupción, a la cultura de la impunidad, al hecho de que no hubiera responsabilidad hacia las víctimas.

"Hay que enviar un mensaje unánime a los talibanes. Si todos hablaran con una sola voz y su único mensaje fuese que las violaciones de los derechos humanos y de la dignidad de las mujeres son inaceptables, creo que obtendríamos resultados”, concluye.

Gran parte de las sesiones se centraron en documentar los crímenes, pero otro tema importante fue una advertencia: debe ponerse fin a la creciente normalización de los talibanes. Los fiscales condenaron la tendencia actual a tratar con ellos como un actor político legítimo.

Para Shaharzad Akbar, "la elección del mundo es clara: normalizar la visión misógina y opresiva de los talibanes o apoyar la visión de las mujeres afganas de un futuro democrático y respetuoso con los derechos en Afganistán y más allá".

Las víctimas agradecieron la oportunidad de ser escuchadas y exigieron el fin de la impunidad de los talibanes. Para muchas supervivientes, este tribunal reavivó su esperanza de que se haga justicia, incluso la oportunidad de hablar se sintió como una victoria. Como dijo una testigo: "no es solo mi historia, es la historia de todas las mujeres y niñas de Afganistán. Y el mundo no puede permanecer en silencio".

El Tribunal de los Pueblos evaluará la represión de los talibanes como crímenes de gerra

Una mujer observa la ciudad de Kabul, en Afganistán. Getty Images / Masood Shnizai